sábado, 31 de diciembre de 2011

Tú, que me haces tan feliz.

Nunca pensé que las cosas podrían ir tan bien. Nunca pensé que yo podría importarte un poquito. Y quizá no lo haga, pero realmente me gusta engañarme. Puede que solo lo hagas porque te sientes solo, o culpable, pero prefiero pensar que realmente te dolió como acabo todo, que realmente te sientes mal cuando pasamos mas de dos días sin hablarnos, que al hablar conmigo sientes que los pies se te levantan del suelo y sonríes a la pantalla como un gilipollas, como yo. Y sé que no es verdad, que en realidad no te pasa nada conmigo, o al menos eso sabía hasta ahora. Y también sé que hago mal haciéndome ilusiones, que acabaré peor, todo el mundo me lo dice, y yo lo sé, lo tengo claro. Pero me da igual. Porque esta vez es distinto. Esta vez ya sé que aunque quiera no me voy a poder olvidar de ti, así que no veo que tiene de malo disfrutar, en vez de sufrir por una vez. Me sigue pareciendo increíble, y no sé porque. Quizá porque nunca pensé que te podrías tomar ni siquiera la mínima molestia de aprenderte mi nombre. Y, quien sabe, año nuevo, vida nueva. Puede ser que el destino quiera que yo esté en tu vida nueva, o simplemente es que esto ha sido mi regalo de reyes adelantado.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Volví para hacer las cosas bien.

¿Sabes? Yo solo volví para hacer las cosas mejor que la otra vez. Yo solo volví para que las cosas fuesen diferentes, para que todo fuese distinto. Solo volví para intentar remediar los errores del pasado, fueran de quien fueran. Volví si, y me trague el orgullo por decimonovena vez desde que te conozco. Fue una de las cosas en las que me cambiaste. También mi forma de vestir, de comportarme, todo. Me cambiaste los ideales, que yo siempre presumí de ser como soy, y desde que te conozco hice de todo para parecerme a ella, para gustarte a ti, joder. Que ni que te hubieran puesto un pañuelo en los ojos. Que no me gustas como a las demás. No me llamas la atención, no pienso que estés bueno, no. Simplemente, te quiero con cada consecuencia de ellos y sin motivos ni reales ni aparentes. Te quiero, y por eso volví. ¿Y me sirvió acaso?Para que, al parecer, todo salga como antes. Esto no estaba en mis planes. No estaba sufrir tanto. Bueno, ciertamente, tampoco estaba enamorarme de ti, ¿sabes?

viernes, 23 de diciembre de 2011

Recuerdos.

¿Sabes eso, lo de que nunca voy a dejar de quererte? Nunca, por mucho tiempo que pase, perderé tu recuerdo. Porque ahora somos esto, ¿no? Recuerdos.... Que yo por recordar, recuerdo la primera vez que me miraste a los ojos, la primera vez que dijiste mi nombre. Estamos hechos de recuerdos. Días enteros a tu lado, preguntándome porque no podrías ver esa luz en mí, emborrachándome con tu olor, teniendo como resultado esta monumental y eterna resaca. Déjame que les diga a todas aquellas por las que pierdes la cabeza últimamente, que aprovechen al máximo el tiempo que tengáis juntos, porque cuando tu te vayas solo les quedarán los recuerdos. Y cerrar cada noche los ojos, contigo en la mente y emplear todas mis fuerzas en soñar contigo, hacer realidad de nuevo lo que nunca sucederá otra vez. Tus manos en mi pelo, tu sonrisa como esos carteles de neón. Tu maldita mirada, la estratégica posición de tus lunares. Y sé que sería inútil pedirte que vuelvas, rascar los últimos momentos a algo que ya no existe. Por eso, solo pido no volver a enamorarme de alguien como lo hice contigo, no ser de nuevo tan dependiente de una persona. Por alguna parte he leído: no dejes que nadie sea tu todo porque cuando ya no esté, no tendrás nada. Y eso es lo que me queda a mí, nada. Nada, y recuerdos.

Jueves.

Solo sé que era jueves y que te habías cortado el pelo. Que por entonces ella no existía, pero quizá tampoco tú sabías mi nombre. Que tenías (y tienes) la sonrisa más increíble y odiosa al mismo tiempo, por aquello de poder conseguir cualquier cosa con ella. Que tras esa mañana llegó la primera vez que me miraste directamente a los ojos y me sumergí en la incertidumbre que persiste hoy todavía, el no saber si son negros o color coca-cola. Que también vino luego la primera vez que me rozaste la mano, que dijiste mi nombre en voz alta, que me tocaste el pelo. Que quizá en ese momento te reíste y ya me rebelé contra el mundo, negándome a escuchar un sonido que no fuera ese. Que a desde ese martes tengo apuntadas casi cada palabra que me dijiste, cada vez que fui feliz en la máxima expresión; para no olvidar nunca que una vez creí que todo era posible. Que hice un álbum de recortes con cada recuerdo traspapelado, de esos que ya no me regalas desde que no existe un tú y yo. Que no se pueden contar las veces que me prometí a mí misma que dejarías de ser ese único motivo de seguir viva, al igual que son incontables las veces que recaí. Sí, que recaí. Que recaí por tu sonrisa de niño pillado en falta, por la forma que tenías de saber en que momento justo necesitaba burlarme en la cara de mis problemas. ¿En cuántas ocasiones me habré preguntado cómo no te das cuenta de que eres mi vida, de que cada vez que te veo con ella se me encoge el alma? De que yo he aprendido a descifrar cada gesto, de que lo que yo te puedo dar ella nunca será capaz de ofrecértelo. Y de que desde ese día han pasado muchos jueves.

Éramos.

Éramos pura magia. Éramos conexión, éramos sonrisas que nadie entendía. Y que nadie podría haber evitado, claro. Éramos tardes de risas, cosquillas y algún que otro te quiero que nunca tuvimos la maldita valentía de decirnos. Éramos miradas llenas de complicidad, éramos algo tan difícil de explicar que tú jamás supiste comprenderlo del todo. Éramos la risa más libre que he escuchado, éramos un perdóname de esos que no decíamos después de cada pelea. Y es que éramos capaces de enfadarnos por cualquier cosa y olvidarlo como si no hubiera pasado nada a los cinco minutos. Solo porque necesitábamos volver a sentir el cariño del otro. ¿Sabes cuál es el problema? Que esto es lo que éramos. Pretérito. Pasado. Y el pasado es algo que, por definición, no vuelve. Por mucho que cierre los ojos con fuerza cada noche, esperando que al abrirlos me despeine el remolino de tu pelo. Ya no sé quien tuvo la culpa de los dos, aunque tal vez los dos fuimos culpables. Pero todos lo dicen, todos se extrañan al ver que hemos perdido aquella complicidad, al notar que solo somos dos extraños que se esquivan para evitar que duelan los recuerdos.

lunes, 19 de diciembre de 2011

PICAMAJI (L)

Siempre se ha dicho que todo el mundo tiene una media naranja. Que hay por ahí, vagando por el mundo, una persona que nos comprende mejor que nadie, que haría lo que sea por sacarnos una sonrisa y lo que sea también por evitarnos las lágrimas. Aquella que lo cura todo con un abrazo, y lo mejora con unas risas. Esa que es capaz de convertir un día malo, en algo menos peor. Que siempre estara ahí aunque tú no la veas, a la que puedes llamar a todas horas del día que siempre va a estar dispuesta a escucharte. Nunca se cansará de ti, y por muchos errores que cometas, seguirá demostrándote que hay mil y una razones para seguir adelante. Va a ser quien te recuerde segundo a segundo lo importante que eres...¿Sabéis qué? Yo ya he encontrado a mi media naranja y se compone de siete gajitos.
Se te mete en las venas, recorre todo tu cuerpo centímetro a centímetro, le necesitas cada vez mas, hasta que llega un punto en que no puedes vivir sin él, en el que no puede ser alguien sin él, sin la dichosa droga. Te chupa. Te consume. Te transforma. Sabes que haces mal, sabes que no es bueno pero es... es algo fantástico. Ese segundo en la que la saboreas, te vuelve loca. En ese preciso momento, eres poderosa. Sabes que tu final se acerca, lo sabes por que te miras al espejo y no te reconoces, esa no eres tu. Pero te da por saco, esa es la única formula para olvidar. Pero te confundes. Te lo pido por favor, tienes que ser fuerte, lo tienes que hacer por mi, porque no te va a ayudar a olvidar, lo único que vas a conseguir así va a ser métete en un dichoso agujero y romper un poco mas por dentro mi mundo, tu mundo.

No te vas.

No te has ido, ¿sabes? No te fuiste aunque lo intentaste, y al ver que no podías, has vuelto. Porque no te gusta perder, no te gusta equivocarte, y mucho menos aceptarlo. Jamás te entraría en la cabeza que haya algo que no puedas logar. Pero al fin has topado con ese "algo". Y ese "algo" es que yo te olvide. Puedes intentarlo de todas las maneras posibles. Puedes quererme mucho, sabes que no me gusta, pero quizá en ti fuese diferente. Puedes alejarte otra vez, otro mes y 22 días, pero me da igual. Ya me lo hiciste pasar mal, y sé que lo volverás a hacer pero aun así, eres y seguirás siendo lo primero en lo que pienso cuando me dicen "pide un deseo".

domingo, 18 de diciembre de 2011

Quizá

Quizá, ninguno de los dos tuvimos la culpa de esto. Quizá fue solo un cúmulo de casualidades de esas en las que te he dicho cientos de veces que no creo. Quizá fue que nos lo marcaban las cartas, que se alinearon los planetas, o cualquier mierda de esas que provocaron que tu te metieras conmigo por creer en ellas. Quizá fue Dios que guió nuestros pasos. Lo dudo, porque ninguno de los dos confiamos en él en absoluto. Quizá...quizá somos como imanes, y es inútil intentar encontrar razones lógicas y lo único que se puede hacer es dejarse llevar y decir que es el destino. Sabes que me encanta hacer eso. Quizá sea solo que, aunque no me gusten las matemáticas, tus ojos más mi sonrisa no dan nunca positivo. Quizá nos estemos empeñando demasiado en ir contracorriente, es ser la excepción. Quizá me este engañando y tú vas a dejarme en cualquier momento como has hecho otras veces, o quizá te quedes para siempre si no cometo los mismo errores. Quizá no estemos hechos el uno para el otro, o quizá hicimos algo malo en la vida pasada y no podamos estar bien en esta. Quizá sea que hay gente destinada a enamorarse pero no a estar juntos. O quizá, simplemente, es que es demasiado pedir que te enamores de mi. Quizá yo no te importe ni una décima parte de lo que me importas tú.

sábado, 17 de diciembre de 2011

El chico número 623.

Tú, que te enamoras por cualquier cosa. Tú, que conociste al tio número 623.. y siempre dices: ¡este sí, es el mejor, es lo que he estado esperando durante todo este tiempo! ¿Y qué haces?Dejas el móvil encendido 24 horas al día esperando que te llame, durante una semana te vistes como una reina, te pones perfume todo el día, te peinas cada 5 minutos y llevas esa sonrisita idiota que sale cada dos por tres. Y suena el teléfono, se te para el corazón, y tu sonrisa se sale de tu cara, miras la pantallita con la misma cara de idiota, y sigues esperando porque no es él, pero no te importa. Vuelves a tu casa contenta porque piensas que va a estar en la puerta con un ramo de flores. No, mejor tirado en el suelo pidiéndote disculpas. Y llegas a casa, y ahí está tu madre, que te dice que no llegó ni la revista del Carrefour. Y como todavía no llamó, ¿qué haces? Le llamas, pero no te contesta, le mandas un sms, dices este no falla, fijo que lo lee...y ahí te quedas esperando a que le dé la puñetera gana de contestártelo. Pero tú lo entiendes y le das otra oportunidad, tan buena tú. Seguro que te mandó un privado en el tuenti. Enciendes el ordenador contenta, pero ningún mensaje nuevo. Y te enfadas, más bien revientas. ¿Y qué haces? Llamas a todas tus amigas y les quemas el cerebro con los hechos, y entonces recuerdas que ya te pasó lo mismo con el resto de los tíos anteriores. Y dices: ''a éste no le contesto nunca, ¡se va a cagar!" Y suena el teléfono o te manda un puto sms, te dice que te quiere y ¿que haces? lo acordado? ¿pasar de el decidimos no? Pues no. Te vuelve la sonrisa de idiota y le contestas. ¿Qué haces? ¿estas loca? ¡masoquista! Te va a decir que estuvo ocupado, que quedó con unos amigos, que es súper responsable, tiene que estudiar, que estaba entrenando, que se le acabó la batería, y claro, le vas a creer, ¿sabes por qué? Por estúpida. Llama a tus amigas y sal a bailar, tontea, liga, vete de fiesta como el hace. Déjate de depresiones y tonterias, no pierdas el tiempo, hay muchos otros que serán tan igual o más capullos que el otro pero, que en ese momento los tienes de reserva para darte cuenta que el mundo esta lleno de chicos y que por ninguno de ellos debes sufrir. Pero no puedes, porque sabes que por él merece la pena.

No sé.

No sé porque cojones te quiero tanto, no sé porque en tan poco tiempo he llegado a sentir esto que siento, no sé como ha podido pasar, no sé en que momento empezó, si fué por un gesto que hiciste, una sonrisa o una sonrisa, el caso es que estoy totalmente enganchada a ti, casi se podría decir que eres como una droga, ¿sabes? Lo malo es que cuando no la has llegado a probar es cuando más la deseas. Y lo peor no es eso, lo peor es que te sientes jodida, sí, y así es como estoy ahora. La verdad, no me has echo nada, ni malo ni bueno, pero por alguna extraña razón me siento mal. Intento encontrar los motivos y el único lógico que encuentro es el que más me duele, el que me hace llorar cada noche, el que me hace mirar tus fotos cada diez segundos: Que nunca te voy a poder tener.
Después de todo, eres demasiado chico para mí o yo poca chica para ti, no lo sé. El caso es que un chico como tú nunca se fijará en una chica como yo, aunque suene a tópico. Por unas cuantas razones, pero la más básica e importante es que: Teniendo a tantísimas chicas detrás, ¿porque puta razón te fijarías en mi? Una chica del motón, una chica más, puedo ser la que más te quiera o quizás no, pero tengo muy claro lo que siento, y eso no te lo van a ofrecer todas.

Me estas volviendo loca.

Me estás volviendo loca, unas veces tanto, y otras tan poco, ¿que quieres? Dímelo ya porque no voy a poder aguantar mucho más tiempo así. Eres mi jodido héroe,y digo jodido porque jode que un héroe no salve a su chica. Sácame ya de éste loco mundo de enamorados y múestrame cómo es de verdad el amor, enséñame a estar en ese estado del que todos hablan tan bien. Libérame de esta soledad y haz que se cumplan esos bailes, canciones y momentos juntos que hemos vivido en mi cabeza.
Deja ya de hacerte el loco, que para locos están mis sentimientos, porque si tú estás mal, yo aún peor, y si estas bien, yo mejor. Joder, ¿Pero en qué mundo vivimos? Por favor, llévame a la locura, que está haciendo mucha falta en este mundo infectado de sentido común que nos tiene a cada uno ahogado en el propio. Quiero ser feliz, pero con una felicidad por dentro y por fuera, no solo exterior. No quiero sonrisas falsas ni besos de mentira.

Perdóname.

Perdóname si me ves perder la compostura, si ves que me muerdo las uñas demasiado, si no siempre llevo el pelo perfecto y si por las mañanas no me levanto con buen humor, perdoname si al caer me cuesta mas de lo normal levantarme, si me ilusiono con tonterias, si no siempre estoy en el momento y en el lugar adecuado, perdoname si tengo miedo, si mi voz es demasiado grave, y si no soportas mis manias, perdoname si tengo la cabeza desordenada, y si mis zapatos no te gustan, perdoname si lloro demasiadas veces al dia, perdoname si lleno mis cosas con notas para recordar, perdoname si escribo fechas de los momentos más bonitos contigo, perdoname, o acéptame...

El protagonista eres tú.

Ambos sabemos que esto no puede seguir así. Yo estoy cansada de aparentar que tú no me haces daño, y tú debes abandonar tu papel de personaje innecesario. Ambos sabemos que en esta historia el protagonista eres tú, y yo una simple figura que aparezco cuando ya no queda nadie, y que sólo digo una simple y corta frase. Sabemos que el desarrollo del argumento está en tus manos y que yo me dedicaré a aceptarlo, con más o menos deportividad. Soy la primera escena de la película, la que sirve de introducción y esa que se olvida al llegar el final. Soy el papel sobreactuado y siempre la tercera en opinar. Soy la que espera tu llamada mientras tú recorres el cuerpo de quien quieres querer. Soy la voz en off del pasaje principal, esa que sólo existe en el recuerdo y que no logra avanzar. Soy la historia de amor secundaria y tú buscas la principal, esa que no lleva mi nombre y que aparece sin cesar, mientras suenan otras canciones de fondo y que descubre tu parte más sincera. Nuestra historia no está escrita, ni siquiera existe un borrador sobre lo que hemos sido, lo que “somos” o lo que no volveremos a ser jamás...

Tal vez.

Tal vez me equivoqué contigo, tal vez tu solo estabas jugando un partido de fútbol mientras yo intentaba que esto se convirtiese en la champions, tal vez tu te alegrabas al marcar un gol y yo simplemente me dedicaba a aplaudir tus "hazañas", tal vez me hicieses reír enfadandote con el arbitro, pero también sabia que jugabas sucio, tal vez me quisieses cerca simplemente porque estábamos en el mismo equipo y porque combinaba bien las jugadas, tal vez yo supe apreciarte como jugador, y tal vez jugases conmigo simplemente porque jugaba bien, tal vez yo jugase bien pero lo tuyo era una excusa para encontrar otro jugador con el que te compenetraras mejor, tal vez yo hubiese necesitado un descanso, pero tu impulsividad y tu fuerza me hacia seguir adelante, tal vez yo salia al terreno de juego cada día con mas ganas y últimamente tu salias por salir, tal vez te acercabas demasiado a otros jugadores en los saques de corner pero las asistencias para los goles siempre eran para mi, tal vez me ilusione por eso, tal vez creí que este partido duraría mas de 90 minutos.

martes, 13 de diciembre de 2011

No lo busqué.

¿Sabes? Yo no busque esto. Tampoco te busque a ti. Ni te mandó nadie aparecer. No quise que tus ojos fuesen los más bonitos que había visto en años, ni que tu sonrisa me hiciera temblar las piernas, ni que tu voz me pusiera la carne de gallina. No quise que el que tú estuvieras cerca mio fuese la razón de mi felicidad, tampoco quise necesitarte ni que me pegases esos chutes de energía y de ganas de vivir con cada una de tus palabras. No quise, no lo busque. Y si me enamoré de ti créeme que fue accidentalmente. Al fin y al cabo, nadie comete los errores por propia voluntad.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Que te miro a los ojos y...no puedo.

De verdad que he querido decírtelo todo a la cara. De verdad, he gastado una noche entera con sus 8 horas y media en imaginar cada palabra que te diría y tus 16 formas distintas de contestarme, y como responder a cada una. Podrías reírte de mi, abofetearme, tomártelo a broma, enfadarte, negarmelo, decirme que tengo razón, irte, no volverme a hablar nunca, comenzar a acosarme por tuenti y a no dirigirme la palabra en persona. Podrías besarme, o irte con ella para siempre, dejar el colegio, decirme que estaba loca, decirme que en un pasado si pero que ahora no, o que esperase. De verdad que sabía reaccionar a todas ellas. Con más o menos dignidad, pero sabía. De verdad que he encontrado la mejor forma de sacarte de tu grupo para poder hablar contigo, y como empezaría el monologo y te lo soltaría todo seguido, sin interrupciones. Tambien imagine que ella nos veía juntos y venía a interrumpir, y también sabía que acer en esos casos. Solo había algo con lo que no contaba. Tu mirada, tu sonrisa, y esa forma de colocar las manos no eran tan perfectas en mi cabeza. Y es que te miro a los ojos y...se me va todo, y no puedo joder.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Harta de todo.

Borde. Si, y basta. También cabezota, injusta e infantil. Que me comporto como no debo cuando no debo, es cierto, y no sé elegir ni a la gente ni las palabra ni los lugares. Egocéntrica, como la que más, pero solo porque no quiero que me vuelvan a hacer daño. Impulsiva, porque pensar no sirve de nada en algunas ocasiones. No soporto que me lleven la contraria, tampoco sé perder, aunque parezca que si, porque me he acostumbrado a ganar. Nunca he tenido problemas aunque haya hecho pensar a la gente que si. Porque que fulanito no te quiera o que menganita te haya dicho nosequé no es un problema. No de los importantes, aunque si de esos que te quitan en sueño cuando tienes 14 ridículos años. ¿Me gustaría ser mayor? Si, y a veces me lo creo. No lo soy, tampoco mentalmente, aunque me haga la madura. Jamás aceptaría que alguien me dijera todos estos defectos a la cara, y a la espalda menos. Que si escribo esto aunque sé que estoy dando a conocer mis puntos débiles es porque, simplemente, estoy de mala ostia. Si, mala ostia, no mal humor. De mal humor puedes estar algún día gris y nublado (bueno, yo no, porque esos días me gustan, me reflejan como llevo este último mes). Pero la mala ostia te entra cuando alguien te hace algo malo, cuando se te cae el mundo encima o cuando, simplemente, como hoy, estas harta de todo, de todos, de la cantidad de gilipollas, de falsos y sobra todos de falsas, de mentirosos y de quejicas que hay en el mundo aunque hoy, concretamente, no te hayan hecho nada. No quiero hacer algo más de lo que luego me arrepienta así que, chao mundo, me quedo un rato en stand-bye.

viernes, 9 de diciembre de 2011

¿Qué por que nos dejamos de hablar?

¿Qué por que nos dejamos de hablar? Es interesante la pregunta. ¿Por qué? Quizá porque me canse de ser yo siempre, de arrastrarme tanto, de que me pisasen. Quizá porque a él en ningún momento le importo lo nuestro, porque ciertamente jamás le importe yo. Quizá haya sido solo porque tenía que ser, porque el destino lo quería, y la verdad es que sé que a ambos nos gustaría pensar eso. Quizá él lo piense. Quizá le guste vivir engañado, a mi también me gustaría, pero no puedo.
¿Qué por que nos dejamos de hablar? Quizá porque me utilizó, me engañó, me comió la oreja y, lo que es peor, luego me hizo descubrir por las malas que todo era mentira. Quizá porque nunca se preocupó por mi, y porque nunca apreció que yo me preocupase por él. Quizá porque a él no le dolería separarse de mi por mucho que me hiciera creer que si. Quizá porque la encontró a ella, y yo ya no era su preferida. Quizá porque me hizo sentir como si molestase, como si mis "hola" le amargaran el día. Quizá porque él jamás leerá esto y, si lo lee, le dará igual, porque yo le doy igual ahora y le di igual siempre. Quizá porque, en caso de que todo esto fuese mentira, él jamás sería capaz de decírmelo. Y así me demuestra que en realidad, es todo verdad.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Ella es.

Ella es guapa, es morena, alguien que todos desearían tener. Esa típica chica, que va de dura y luego llora por cualquier tontería para llamar la atención. Esa que te guiña un ojo un día, al siguiente no existes y al siguiente te quiere con toda su alma, y vuelta a empezar. El libro cerrado con las puertas abiertas, tú ya me entiendes. Esa que te engancha el primer mes, por pura diversión. Te acostumbras a algo, que sabes que sin ella, ya no podrás tener. Ella es la que te seduce con solo mirarte, con la que sobran palabras. La que te manda, la que te maneja, y la que no te cansas de querer. Es la que con un falso te quiero te hipnotiza, la que logra mantenerse a tu lado quitándose la ropa. Ella es la que abusa de el verbo querer, sin sentirlo de verdad. Sí, puedes comprobarlo, esa soy yo.

martes, 6 de diciembre de 2011

No todo tiene su porque.

¿Cómo? ¿Que porqué escribo? No lo sé. Sinceramente, no lo entiendo. La verdad, es que no me gusta nada desnudarme aquí, entre líneas y que todo el mundo lo pueda ver, pero supongo que es porque sencillamente me gusta, sin más, sin explicación coherente, sin fórmulas y sin leyes matemáticas que lo expliquen. Me gusta escribir, transformar mis pensamientos en una simplicidad de palabras que muestren una mínima parte de cómo pienso, de cómo me siento y de cómo soy. Como a cualquier persona a la que no le parezca una pérdida de tiempo escribir, mi mayoría de párrafos van dirigidos a eso que muchos locos llaman amor y espero no cansarme nunca, confío en no quedarme muda, trato de no quedarme sin recursos y prometo escribir hasta quedarme afónica, hasta que no me quede un solo papel en blanco.

No mientas.

No mientas. Hoy le has visto y se te ha acelerado el corazón, como siempre. Te han dicho que a él también le gustas tú, y te has reído, pero en el interior te lo has creído un poquito. No mientas, sabes que le vas a necesitar siempre, por muchos amores más apasionados que pasen por tu vida. No mientas, llevas casi 14 años sin pasar una semana lejos suyo y cuando no le tienes te duele. No te imaginas tu vida sin él. No mientas, no te mientas. Él nunca ha sido el primero pero, a cambio, nunca ha dejado de ser. Con él no se te desboca el corazón ni sientes la necesidad de correr y besarle, con él es distinto. Él...él te hace sentir segura, sientes que si te agarrase de la mano te podría llevar hasta el fin del mundo, literalmente. Hasta ese punto donde no hay nada, donde solo hay vacío. Y colgar las piernas superando el vértigo. Él hace que un escalofrío recorra tu cuerpo cada vez que os miráis, quieres abrazarle hasta que se os caiga la luna encima, y luego pasar la noche en el campo tapada con su chaqueta, para que luego te de el miedo y él te proteja. No mientas, sabes que nunca vas a sentir por nadie lo mismo que por él. Y sabes que le necesitas a tu lado ahora y para siempre.

lunes, 5 de diciembre de 2011

"Hasta luego".

Hasta luego. No es un "adiós", porque tarde o temprano volveré a caer, pero si es un "hasta luego". Es un "voy a recoger nuestros momentos y a guardarles bajo llave". Es un "me voy a olvidar por unos minutos de lo que vivimos". Es un "vas a dejar de ser el único para mi". Es un "ahora hay más personas en mi mente". No te engañes, sigue siendo un "me pareces jodidamente perfecto" y un "te quiero como a nadie", pero por algo se empieza, ¿no?

domingo, 4 de diciembre de 2011

¿Sabes lo que pienso acerca de una sonrisa ?

¿Sabes lo que pienso acerca de una sonrisa? Arregla la mayoría de las cosas, siempre es positiva. Te recarga la energía, las ganas de seguir adelante, porque las cosas nunca están perdidas. Una simple curva en tu cara que cicatriza viejas heridas. Por eso te digo, que no rechaces las ocasiones para sonreír, por que siempre hay más que las que tengas para llorar.
Lo mejor es aprender de los errores, caer las veces que sean necesarias pero siempre levantándote; encontrar la felicidad en las cosas más pequeñas, insignificantes pero que para ti lo puedan significar todo


Persigue lo que buscas, solo coge impulso para empezar a correr, no necesitas alas, solo
 a ti mismo.

El más grande, 2.12.2011, Cafe-Teatro España.

Uno fue la luna que dejaste en mi colchón, dos tus ojos. Tres de cuatro barcos naufragaron en la forma de tus modos. Cinco las mañanas esperando a que volvieras del trabajo. Seis canciones llevo sin dejarte de querer y aún no he acabado. Siete los hoteles que dejamos sin aliento, y menos solos. Ocho vinos duelen al soñarte, equivocada en brazos de otro. Nueve teclas grises de un piano de pared desafinado. Y cinco dedos con mis otros cinco te recuerdan demasiado. Con todo para tí nada a mi lado. Si quieres, te ayudo a subir bolsas del mercado. Si quieres, hacemos el verano algo mas largo. Si quieres, nos quitamos la ropa y leemos algo. Que la luna siempre llena de tus besos. Once taxis libres enfadados, mientras tú y yo de la mano. Doce los reclutas que pasaron por tu campo concentrado. Trece buena suerte si es que pasas sin maletas por mi barrio y puede que el catorce de febrero se nos junte con los labios. Con todo para tí nada a mi lado. Si quieres, toda canción de amor lleva tu nombre. Si quieres, decimos a Sabina que nos nombre. Si quieres, buscamos en el cielo más razones. Que la luna es niña que juega y se esconde. Si quieres.
http://www.youtube.com/watch?v=DOgIPbkKtTw

sábado, 3 de diciembre de 2011

Estar enamorada...

Estar enamorada... Ni si quiera sé si yo misma lo estoy. 
Si estar enamorada es sentir como la vida se te va solo por una misma persona,sabiendo que aunque te haga todo el daño posible tú volverías con él, y se lo perdonarías todo. Sabiendo que hasta una simple carita feliz escrita por él te saca una sonrisa y te hace feliz. Cuando cada caricia suya se queda guardada en el recuerdo de tu piel. Que cada palabra de su boca se te queda como una canción pegadiza de la que nunca te cansaras de escuchar. Que cada momento junto a él lo recuerdas como la mejor película de amor nunca vista. Cuando aun que ya no estés con él recuerdas el sabor de sus labios,y cuando ves a dos personas besarse es como si pudieras sentir sus labios junto a los tuyos. Cuando hueles una colonia que es igual que la suya te acuerdas de él y de todos los momentos que viviste con ese olor que le hace único. Cuando te saluda por tuenti y tú empiezas a hacerte mil ilusiones y a imaginar historias. Si todo eso es estar enamorada, entonces si, tal vez lo esté.

Las acciones igual que las palabras ya no demuestran la verdad.

Sintiéndolo mucho creo que las acciones igual que las palabras ya no demuestran la verdad de una persona. ¿Porqué digo esto? Sencillamente es lo que ocurre siempre, o al menos ultimamente. Te dicen que son especiales, diferentes, te lo demuestran, poco a poco sin saber como llegan a conquistar cachito a cachito tu corazón, y tu sin saberlo. Y así cada vez, más importantes en tu vida, más indispensables, más como una droga que si te falta no puedes vivir. Y de este modo vas haciéndote más vulnerable, más el trocito de cielo que pueden destrozar en un misero instante. Porque en un segundo todo cambia. Y lo que antes pensabas que iba a estar ya no esta, y te abandona, te desola, te olvida. Y quizá tú deberías haber tenido que prevenir esa caída, alomejor te podría haber ahorrado las lágrimas, y las caricias regaladas en su espalda. Podrías haber sido más cuidadosa, con pies de plomo andar por las arenas movedizas que son los sentimientos. Quizá me suena a poco, a cobarde, yo lo intenté, podría haber dado más, pero lo que di fue parte de mi, esa parte que se fue contigo el día que decidiste olvidarte del camino hacia mis besos, hacia mis caricias, hacia mis ojos, el día que decidiste que ya no tenía nada más que mirar dentro de mi. ¿Te acuerdas? Ese día que apagaste la luz de mi mundo, las estrellas y la luna, arrasaste con todo como si un vendaval destructor se lo hubiera llevado todo, con el vaivén de las olas aún recuerdo tus manos en mi cintura, aún puedo respirar tu aroma impregnado en mi chaqueta, y no quiero que se desvanezca, no quiero que te vayas, no quiero que igual que entraste sin avisar te vayas sin hacer ruido. Quiero que seas el alboroto de cada madrugada, la puesta de sol y mi manta, que seas la llama que me consume la vejez, que seas mio, y yo tuya seré.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Poco a poco la princesa perdió a su príncipe azul.

Todo empezó hace 2 meses. Me enamoraste mucho antes de que me diera cuenta. Me enamoraste por todas tus virtudes y tus dulces defectos. Me dejé enamorar porque me sentía en como volando en el cielo cuando me hablabas. Volar, como acordamos tiempo atrás. Pero poco a poco, la realidad me abrazó con sus crueles brazos, me llegó a abrazar tan fuerte, que sentía que poco a poco como me ahogaba y me quedaba sin aire. Y en ese momento en el que toda mi dulzura, toda que la que tu me habías otorgado con tu forma de ser, me di cuenta de que esta, tú historia, nuestra historia, no podía tener un final feliz. Simplemente por el echo de que tú no me amabas, y que yo lo hacía por cada poro de mi piel. Y así poco a poco, te iba perdiendo, pero nada fue mas doloroso, que en el momento que hizo darme cuenta de que yo solo era tu amiga y ella tu princesa. Yo no podía cambiar esto, no podía, no porque no quisiera intentarlo si no porque tú ya habías tomado tu decisión, ya habías escrito en la historia que yo era un personaje secundario y ella, tu dulce protagonista. Y ahora, tiempo después de todo esto, tiempo después de haber aguantado lo inaguantable, de haberte dado la razón cuando no hacías otra cosa que equivocarte, de haber sufrido lo que ni a mi peor enemigo deseo, de haberte seguido queriendo pese a todo el dolor que me has causado y de que yo empezára esta historia, eres tú el que le pone el punto final.

Desde que te fuiste, no me sale sonreir.

Desde que te fuiste, no me sale sonreir con la misma afán de siempre, y tampoco me despierto ya con esas ganas incontrolables de comerme el mundo nada más levantarme de la cama. No me sale ser muy lista, y he olvidado hasta como se sonreía, paso las horas mirando por la ventana, por si acaso no recuerdas mis abrazos y, ante todo, llorando, llorando hasta quedarme dormida encima de tus cosas, de tus recuerdos a los que tanto echo de menos. Nunca me quise dar cuenta de que te necesitaba como al aire, siempre pensé que harías que me acostumbrara a que estubieras ahí, a besarte cuando nos encontramos, o cuando alguno de los dos sale de casa, a abrazarte cuando me sentía abatida, a colorear mis sueños con el aroma de tu perfume, a poder darme la vuelta y recorrerte la espalda. Es un sueño, roto, que añoro tanto que cada despertar me quema en el pecho, vivir no es vivir desde que tu risa se evaporó de mis días. Sabes que lo daría todo por volver a tener la oportunidad de recorrer tus labios sabor canela, de verme reflejado en ese par de ojitos oscuros que tanto me han echo perder la cabeza.

Nunca pensé que fueras a ser tú, pero lo eres.

Te quiero, sin reflexionar, inconscientemente, irresponsablemente, espontáneamente, involuntariamente, por instinto, por impulso, irracionalmente. En realidad no tengo argumentos lógicos, ni siquiera improvisados.Sólo sé que te quiero. Nunca pensé que fueras a ser tú, pero lo eres. Eres tú y tu manera de hacer las cosas. Tu forma de mirarme, tu risa, tus gestos, tu pelo , tus ojos. Porque se me acabaron las excusas, y ya no puedo decir: "si tu supieras", porque lo sabes, porque me conoces. Tengo tantas cosas que decirte, que no sé por dónde empezar. Y puede que si me pusiera a escribírtelas una a una, me quede en blanco, lo más seguro. Quizás sea el momento de darte las gracias por todo este tiempo que pasamos juntos, o de dártelas también por el tiempo que nos queda. Es posible que sea el momento adecuado para decirte, asegurarte, que en esta vida ya no quiero otros besos,ni otros abrazos, ni otro número de teléfono al que llamar por las noches, ni otra voz a la que hablar, ni otro olor en mis sábanas