viernes, 20 de abril de 2012

Madre mía, puto falso...

No sé cuantas mierdas me contaste, ni cuantas mentiras me creí. No sé cada cuanto tiempo sonreía al hablar contigo, ni como de bien me sentía al terminar, ni cuanto te reíste de mi al ver que me tenías para todo. No sé que mierdas me contabas sobre la variedad y como se juzga a las personas. No sé que gilipolleces sobre los principios y la variedad. Ya sabes, esas mierdas de que me querías y de que te importaba.

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