sábado, 31 de diciembre de 2011

Tú, que me haces tan feliz.

Nunca pensé que las cosas podrían ir tan bien. Nunca pensé que yo podría importarte un poquito. Y quizá no lo haga, pero realmente me gusta engañarme. Puede que solo lo hagas porque te sientes solo, o culpable, pero prefiero pensar que realmente te dolió como acabo todo, que realmente te sientes mal cuando pasamos mas de dos días sin hablarnos, que al hablar conmigo sientes que los pies se te levantan del suelo y sonríes a la pantalla como un gilipollas, como yo. Y sé que no es verdad, que en realidad no te pasa nada conmigo, o al menos eso sabía hasta ahora. Y también sé que hago mal haciéndome ilusiones, que acabaré peor, todo el mundo me lo dice, y yo lo sé, lo tengo claro. Pero me da igual. Porque esta vez es distinto. Esta vez ya sé que aunque quiera no me voy a poder olvidar de ti, así que no veo que tiene de malo disfrutar, en vez de sufrir por una vez. Me sigue pareciendo increíble, y no sé porque. Quizá porque nunca pensé que te podrías tomar ni siquiera la mínima molestia de aprenderte mi nombre. Y, quien sabe, año nuevo, vida nueva. Puede ser que el destino quiera que yo esté en tu vida nueva, o simplemente es que esto ha sido mi regalo de reyes adelantado.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Volví para hacer las cosas bien.

¿Sabes? Yo solo volví para hacer las cosas mejor que la otra vez. Yo solo volví para que las cosas fuesen diferentes, para que todo fuese distinto. Solo volví para intentar remediar los errores del pasado, fueran de quien fueran. Volví si, y me trague el orgullo por decimonovena vez desde que te conozco. Fue una de las cosas en las que me cambiaste. También mi forma de vestir, de comportarme, todo. Me cambiaste los ideales, que yo siempre presumí de ser como soy, y desde que te conozco hice de todo para parecerme a ella, para gustarte a ti, joder. Que ni que te hubieran puesto un pañuelo en los ojos. Que no me gustas como a las demás. No me llamas la atención, no pienso que estés bueno, no. Simplemente, te quiero con cada consecuencia de ellos y sin motivos ni reales ni aparentes. Te quiero, y por eso volví. ¿Y me sirvió acaso?Para que, al parecer, todo salga como antes. Esto no estaba en mis planes. No estaba sufrir tanto. Bueno, ciertamente, tampoco estaba enamorarme de ti, ¿sabes?

viernes, 23 de diciembre de 2011

Recuerdos.

¿Sabes eso, lo de que nunca voy a dejar de quererte? Nunca, por mucho tiempo que pase, perderé tu recuerdo. Porque ahora somos esto, ¿no? Recuerdos.... Que yo por recordar, recuerdo la primera vez que me miraste a los ojos, la primera vez que dijiste mi nombre. Estamos hechos de recuerdos. Días enteros a tu lado, preguntándome porque no podrías ver esa luz en mí, emborrachándome con tu olor, teniendo como resultado esta monumental y eterna resaca. Déjame que les diga a todas aquellas por las que pierdes la cabeza últimamente, que aprovechen al máximo el tiempo que tengáis juntos, porque cuando tu te vayas solo les quedarán los recuerdos. Y cerrar cada noche los ojos, contigo en la mente y emplear todas mis fuerzas en soñar contigo, hacer realidad de nuevo lo que nunca sucederá otra vez. Tus manos en mi pelo, tu sonrisa como esos carteles de neón. Tu maldita mirada, la estratégica posición de tus lunares. Y sé que sería inútil pedirte que vuelvas, rascar los últimos momentos a algo que ya no existe. Por eso, solo pido no volver a enamorarme de alguien como lo hice contigo, no ser de nuevo tan dependiente de una persona. Por alguna parte he leído: no dejes que nadie sea tu todo porque cuando ya no esté, no tendrás nada. Y eso es lo que me queda a mí, nada. Nada, y recuerdos.

Jueves.

Solo sé que era jueves y que te habías cortado el pelo. Que por entonces ella no existía, pero quizá tampoco tú sabías mi nombre. Que tenías (y tienes) la sonrisa más increíble y odiosa al mismo tiempo, por aquello de poder conseguir cualquier cosa con ella. Que tras esa mañana llegó la primera vez que me miraste directamente a los ojos y me sumergí en la incertidumbre que persiste hoy todavía, el no saber si son negros o color coca-cola. Que también vino luego la primera vez que me rozaste la mano, que dijiste mi nombre en voz alta, que me tocaste el pelo. Que quizá en ese momento te reíste y ya me rebelé contra el mundo, negándome a escuchar un sonido que no fuera ese. Que a desde ese martes tengo apuntadas casi cada palabra que me dijiste, cada vez que fui feliz en la máxima expresión; para no olvidar nunca que una vez creí que todo era posible. Que hice un álbum de recortes con cada recuerdo traspapelado, de esos que ya no me regalas desde que no existe un tú y yo. Que no se pueden contar las veces que me prometí a mí misma que dejarías de ser ese único motivo de seguir viva, al igual que son incontables las veces que recaí. Sí, que recaí. Que recaí por tu sonrisa de niño pillado en falta, por la forma que tenías de saber en que momento justo necesitaba burlarme en la cara de mis problemas. ¿En cuántas ocasiones me habré preguntado cómo no te das cuenta de que eres mi vida, de que cada vez que te veo con ella se me encoge el alma? De que yo he aprendido a descifrar cada gesto, de que lo que yo te puedo dar ella nunca será capaz de ofrecértelo. Y de que desde ese día han pasado muchos jueves.

Éramos.

Éramos pura magia. Éramos conexión, éramos sonrisas que nadie entendía. Y que nadie podría haber evitado, claro. Éramos tardes de risas, cosquillas y algún que otro te quiero que nunca tuvimos la maldita valentía de decirnos. Éramos miradas llenas de complicidad, éramos algo tan difícil de explicar que tú jamás supiste comprenderlo del todo. Éramos la risa más libre que he escuchado, éramos un perdóname de esos que no decíamos después de cada pelea. Y es que éramos capaces de enfadarnos por cualquier cosa y olvidarlo como si no hubiera pasado nada a los cinco minutos. Solo porque necesitábamos volver a sentir el cariño del otro. ¿Sabes cuál es el problema? Que esto es lo que éramos. Pretérito. Pasado. Y el pasado es algo que, por definición, no vuelve. Por mucho que cierre los ojos con fuerza cada noche, esperando que al abrirlos me despeine el remolino de tu pelo. Ya no sé quien tuvo la culpa de los dos, aunque tal vez los dos fuimos culpables. Pero todos lo dicen, todos se extrañan al ver que hemos perdido aquella complicidad, al notar que solo somos dos extraños que se esquivan para evitar que duelan los recuerdos.

lunes, 19 de diciembre de 2011

PICAMAJI (L)

Siempre se ha dicho que todo el mundo tiene una media naranja. Que hay por ahí, vagando por el mundo, una persona que nos comprende mejor que nadie, que haría lo que sea por sacarnos una sonrisa y lo que sea también por evitarnos las lágrimas. Aquella que lo cura todo con un abrazo, y lo mejora con unas risas. Esa que es capaz de convertir un día malo, en algo menos peor. Que siempre estara ahí aunque tú no la veas, a la que puedes llamar a todas horas del día que siempre va a estar dispuesta a escucharte. Nunca se cansará de ti, y por muchos errores que cometas, seguirá demostrándote que hay mil y una razones para seguir adelante. Va a ser quien te recuerde segundo a segundo lo importante que eres...¿Sabéis qué? Yo ya he encontrado a mi media naranja y se compone de siete gajitos.
Se te mete en las venas, recorre todo tu cuerpo centímetro a centímetro, le necesitas cada vez mas, hasta que llega un punto en que no puedes vivir sin él, en el que no puede ser alguien sin él, sin la dichosa droga. Te chupa. Te consume. Te transforma. Sabes que haces mal, sabes que no es bueno pero es... es algo fantástico. Ese segundo en la que la saboreas, te vuelve loca. En ese preciso momento, eres poderosa. Sabes que tu final se acerca, lo sabes por que te miras al espejo y no te reconoces, esa no eres tu. Pero te da por saco, esa es la única formula para olvidar. Pero te confundes. Te lo pido por favor, tienes que ser fuerte, lo tienes que hacer por mi, porque no te va a ayudar a olvidar, lo único que vas a conseguir así va a ser métete en un dichoso agujero y romper un poco mas por dentro mi mundo, tu mundo.

No te vas.

No te has ido, ¿sabes? No te fuiste aunque lo intentaste, y al ver que no podías, has vuelto. Porque no te gusta perder, no te gusta equivocarte, y mucho menos aceptarlo. Jamás te entraría en la cabeza que haya algo que no puedas logar. Pero al fin has topado con ese "algo". Y ese "algo" es que yo te olvide. Puedes intentarlo de todas las maneras posibles. Puedes quererme mucho, sabes que no me gusta, pero quizá en ti fuese diferente. Puedes alejarte otra vez, otro mes y 22 días, pero me da igual. Ya me lo hiciste pasar mal, y sé que lo volverás a hacer pero aun así, eres y seguirás siendo lo primero en lo que pienso cuando me dicen "pide un deseo".

domingo, 18 de diciembre de 2011

Quizá

Quizá, ninguno de los dos tuvimos la culpa de esto. Quizá fue solo un cúmulo de casualidades de esas en las que te he dicho cientos de veces que no creo. Quizá fue que nos lo marcaban las cartas, que se alinearon los planetas, o cualquier mierda de esas que provocaron que tu te metieras conmigo por creer en ellas. Quizá fue Dios que guió nuestros pasos. Lo dudo, porque ninguno de los dos confiamos en él en absoluto. Quizá...quizá somos como imanes, y es inútil intentar encontrar razones lógicas y lo único que se puede hacer es dejarse llevar y decir que es el destino. Sabes que me encanta hacer eso. Quizá sea solo que, aunque no me gusten las matemáticas, tus ojos más mi sonrisa no dan nunca positivo. Quizá nos estemos empeñando demasiado en ir contracorriente, es ser la excepción. Quizá me este engañando y tú vas a dejarme en cualquier momento como has hecho otras veces, o quizá te quedes para siempre si no cometo los mismo errores. Quizá no estemos hechos el uno para el otro, o quizá hicimos algo malo en la vida pasada y no podamos estar bien en esta. Quizá sea que hay gente destinada a enamorarse pero no a estar juntos. O quizá, simplemente, es que es demasiado pedir que te enamores de mi. Quizá yo no te importe ni una décima parte de lo que me importas tú.

sábado, 17 de diciembre de 2011

El chico número 623.

Tú, que te enamoras por cualquier cosa. Tú, que conociste al tio número 623.. y siempre dices: ¡este sí, es el mejor, es lo que he estado esperando durante todo este tiempo! ¿Y qué haces?Dejas el móvil encendido 24 horas al día esperando que te llame, durante una semana te vistes como una reina, te pones perfume todo el día, te peinas cada 5 minutos y llevas esa sonrisita idiota que sale cada dos por tres. Y suena el teléfono, se te para el corazón, y tu sonrisa se sale de tu cara, miras la pantallita con la misma cara de idiota, y sigues esperando porque no es él, pero no te importa. Vuelves a tu casa contenta porque piensas que va a estar en la puerta con un ramo de flores. No, mejor tirado en el suelo pidiéndote disculpas. Y llegas a casa, y ahí está tu madre, que te dice que no llegó ni la revista del Carrefour. Y como todavía no llamó, ¿qué haces? Le llamas, pero no te contesta, le mandas un sms, dices este no falla, fijo que lo lee...y ahí te quedas esperando a que le dé la puñetera gana de contestártelo. Pero tú lo entiendes y le das otra oportunidad, tan buena tú. Seguro que te mandó un privado en el tuenti. Enciendes el ordenador contenta, pero ningún mensaje nuevo. Y te enfadas, más bien revientas. ¿Y qué haces? Llamas a todas tus amigas y les quemas el cerebro con los hechos, y entonces recuerdas que ya te pasó lo mismo con el resto de los tíos anteriores. Y dices: ''a éste no le contesto nunca, ¡se va a cagar!" Y suena el teléfono o te manda un puto sms, te dice que te quiere y ¿que haces? lo acordado? ¿pasar de el decidimos no? Pues no. Te vuelve la sonrisa de idiota y le contestas. ¿Qué haces? ¿estas loca? ¡masoquista! Te va a decir que estuvo ocupado, que quedó con unos amigos, que es súper responsable, tiene que estudiar, que estaba entrenando, que se le acabó la batería, y claro, le vas a creer, ¿sabes por qué? Por estúpida. Llama a tus amigas y sal a bailar, tontea, liga, vete de fiesta como el hace. Déjate de depresiones y tonterias, no pierdas el tiempo, hay muchos otros que serán tan igual o más capullos que el otro pero, que en ese momento los tienes de reserva para darte cuenta que el mundo esta lleno de chicos y que por ninguno de ellos debes sufrir. Pero no puedes, porque sabes que por él merece la pena.

No sé.

No sé porque cojones te quiero tanto, no sé porque en tan poco tiempo he llegado a sentir esto que siento, no sé como ha podido pasar, no sé en que momento empezó, si fué por un gesto que hiciste, una sonrisa o una sonrisa, el caso es que estoy totalmente enganchada a ti, casi se podría decir que eres como una droga, ¿sabes? Lo malo es que cuando no la has llegado a probar es cuando más la deseas. Y lo peor no es eso, lo peor es que te sientes jodida, sí, y así es como estoy ahora. La verdad, no me has echo nada, ni malo ni bueno, pero por alguna extraña razón me siento mal. Intento encontrar los motivos y el único lógico que encuentro es el que más me duele, el que me hace llorar cada noche, el que me hace mirar tus fotos cada diez segundos: Que nunca te voy a poder tener.
Después de todo, eres demasiado chico para mí o yo poca chica para ti, no lo sé. El caso es que un chico como tú nunca se fijará en una chica como yo, aunque suene a tópico. Por unas cuantas razones, pero la más básica e importante es que: Teniendo a tantísimas chicas detrás, ¿porque puta razón te fijarías en mi? Una chica del motón, una chica más, puedo ser la que más te quiera o quizás no, pero tengo muy claro lo que siento, y eso no te lo van a ofrecer todas.

Me estas volviendo loca.

Me estás volviendo loca, unas veces tanto, y otras tan poco, ¿que quieres? Dímelo ya porque no voy a poder aguantar mucho más tiempo así. Eres mi jodido héroe,y digo jodido porque jode que un héroe no salve a su chica. Sácame ya de éste loco mundo de enamorados y múestrame cómo es de verdad el amor, enséñame a estar en ese estado del que todos hablan tan bien. Libérame de esta soledad y haz que se cumplan esos bailes, canciones y momentos juntos que hemos vivido en mi cabeza.
Deja ya de hacerte el loco, que para locos están mis sentimientos, porque si tú estás mal, yo aún peor, y si estas bien, yo mejor. Joder, ¿Pero en qué mundo vivimos? Por favor, llévame a la locura, que está haciendo mucha falta en este mundo infectado de sentido común que nos tiene a cada uno ahogado en el propio. Quiero ser feliz, pero con una felicidad por dentro y por fuera, no solo exterior. No quiero sonrisas falsas ni besos de mentira.

Perdóname.

Perdóname si me ves perder la compostura, si ves que me muerdo las uñas demasiado, si no siempre llevo el pelo perfecto y si por las mañanas no me levanto con buen humor, perdoname si al caer me cuesta mas de lo normal levantarme, si me ilusiono con tonterias, si no siempre estoy en el momento y en el lugar adecuado, perdoname si tengo miedo, si mi voz es demasiado grave, y si no soportas mis manias, perdoname si tengo la cabeza desordenada, y si mis zapatos no te gustan, perdoname si lloro demasiadas veces al dia, perdoname si lleno mis cosas con notas para recordar, perdoname si escribo fechas de los momentos más bonitos contigo, perdoname, o acéptame...

El protagonista eres tú.

Ambos sabemos que esto no puede seguir así. Yo estoy cansada de aparentar que tú no me haces daño, y tú debes abandonar tu papel de personaje innecesario. Ambos sabemos que en esta historia el protagonista eres tú, y yo una simple figura que aparezco cuando ya no queda nadie, y que sólo digo una simple y corta frase. Sabemos que el desarrollo del argumento está en tus manos y que yo me dedicaré a aceptarlo, con más o menos deportividad. Soy la primera escena de la película, la que sirve de introducción y esa que se olvida al llegar el final. Soy el papel sobreactuado y siempre la tercera en opinar. Soy la que espera tu llamada mientras tú recorres el cuerpo de quien quieres querer. Soy la voz en off del pasaje principal, esa que sólo existe en el recuerdo y que no logra avanzar. Soy la historia de amor secundaria y tú buscas la principal, esa que no lleva mi nombre y que aparece sin cesar, mientras suenan otras canciones de fondo y que descubre tu parte más sincera. Nuestra historia no está escrita, ni siquiera existe un borrador sobre lo que hemos sido, lo que “somos” o lo que no volveremos a ser jamás...

Tal vez.

Tal vez me equivoqué contigo, tal vez tu solo estabas jugando un partido de fútbol mientras yo intentaba que esto se convirtiese en la champions, tal vez tu te alegrabas al marcar un gol y yo simplemente me dedicaba a aplaudir tus "hazañas", tal vez me hicieses reír enfadandote con el arbitro, pero también sabia que jugabas sucio, tal vez me quisieses cerca simplemente porque estábamos en el mismo equipo y porque combinaba bien las jugadas, tal vez yo supe apreciarte como jugador, y tal vez jugases conmigo simplemente porque jugaba bien, tal vez yo jugase bien pero lo tuyo era una excusa para encontrar otro jugador con el que te compenetraras mejor, tal vez yo hubiese necesitado un descanso, pero tu impulsividad y tu fuerza me hacia seguir adelante, tal vez yo salia al terreno de juego cada día con mas ganas y últimamente tu salias por salir, tal vez te acercabas demasiado a otros jugadores en los saques de corner pero las asistencias para los goles siempre eran para mi, tal vez me ilusione por eso, tal vez creí que este partido duraría mas de 90 minutos.

martes, 13 de diciembre de 2011

No lo busqué.

¿Sabes? Yo no busque esto. Tampoco te busque a ti. Ni te mandó nadie aparecer. No quise que tus ojos fuesen los más bonitos que había visto en años, ni que tu sonrisa me hiciera temblar las piernas, ni que tu voz me pusiera la carne de gallina. No quise que el que tú estuvieras cerca mio fuese la razón de mi felicidad, tampoco quise necesitarte ni que me pegases esos chutes de energía y de ganas de vivir con cada una de tus palabras. No quise, no lo busque. Y si me enamoré de ti créeme que fue accidentalmente. Al fin y al cabo, nadie comete los errores por propia voluntad.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Que te miro a los ojos y...no puedo.

De verdad que he querido decírtelo todo a la cara. De verdad, he gastado una noche entera con sus 8 horas y media en imaginar cada palabra que te diría y tus 16 formas distintas de contestarme, y como responder a cada una. Podrías reírte de mi, abofetearme, tomártelo a broma, enfadarte, negarmelo, decirme que tengo razón, irte, no volverme a hablar nunca, comenzar a acosarme por tuenti y a no dirigirme la palabra en persona. Podrías besarme, o irte con ella para siempre, dejar el colegio, decirme que estaba loca, decirme que en un pasado si pero que ahora no, o que esperase. De verdad que sabía reaccionar a todas ellas. Con más o menos dignidad, pero sabía. De verdad que he encontrado la mejor forma de sacarte de tu grupo para poder hablar contigo, y como empezaría el monologo y te lo soltaría todo seguido, sin interrupciones. Tambien imagine que ella nos veía juntos y venía a interrumpir, y también sabía que acer en esos casos. Solo había algo con lo que no contaba. Tu mirada, tu sonrisa, y esa forma de colocar las manos no eran tan perfectas en mi cabeza. Y es que te miro a los ojos y...se me va todo, y no puedo joder.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Harta de todo.

Borde. Si, y basta. También cabezota, injusta e infantil. Que me comporto como no debo cuando no debo, es cierto, y no sé elegir ni a la gente ni las palabra ni los lugares. Egocéntrica, como la que más, pero solo porque no quiero que me vuelvan a hacer daño. Impulsiva, porque pensar no sirve de nada en algunas ocasiones. No soporto que me lleven la contraria, tampoco sé perder, aunque parezca que si, porque me he acostumbrado a ganar. Nunca he tenido problemas aunque haya hecho pensar a la gente que si. Porque que fulanito no te quiera o que menganita te haya dicho nosequé no es un problema. No de los importantes, aunque si de esos que te quitan en sueño cuando tienes 14 ridículos años. ¿Me gustaría ser mayor? Si, y a veces me lo creo. No lo soy, tampoco mentalmente, aunque me haga la madura. Jamás aceptaría que alguien me dijera todos estos defectos a la cara, y a la espalda menos. Que si escribo esto aunque sé que estoy dando a conocer mis puntos débiles es porque, simplemente, estoy de mala ostia. Si, mala ostia, no mal humor. De mal humor puedes estar algún día gris y nublado (bueno, yo no, porque esos días me gustan, me reflejan como llevo este último mes). Pero la mala ostia te entra cuando alguien te hace algo malo, cuando se te cae el mundo encima o cuando, simplemente, como hoy, estas harta de todo, de todos, de la cantidad de gilipollas, de falsos y sobra todos de falsas, de mentirosos y de quejicas que hay en el mundo aunque hoy, concretamente, no te hayan hecho nada. No quiero hacer algo más de lo que luego me arrepienta así que, chao mundo, me quedo un rato en stand-bye.

viernes, 9 de diciembre de 2011

¿Qué por que nos dejamos de hablar?

¿Qué por que nos dejamos de hablar? Es interesante la pregunta. ¿Por qué? Quizá porque me canse de ser yo siempre, de arrastrarme tanto, de que me pisasen. Quizá porque a él en ningún momento le importo lo nuestro, porque ciertamente jamás le importe yo. Quizá haya sido solo porque tenía que ser, porque el destino lo quería, y la verdad es que sé que a ambos nos gustaría pensar eso. Quizá él lo piense. Quizá le guste vivir engañado, a mi también me gustaría, pero no puedo.
¿Qué por que nos dejamos de hablar? Quizá porque me utilizó, me engañó, me comió la oreja y, lo que es peor, luego me hizo descubrir por las malas que todo era mentira. Quizá porque nunca se preocupó por mi, y porque nunca apreció que yo me preocupase por él. Quizá porque a él no le dolería separarse de mi por mucho que me hiciera creer que si. Quizá porque la encontró a ella, y yo ya no era su preferida. Quizá porque me hizo sentir como si molestase, como si mis "hola" le amargaran el día. Quizá porque él jamás leerá esto y, si lo lee, le dará igual, porque yo le doy igual ahora y le di igual siempre. Quizá porque, en caso de que todo esto fuese mentira, él jamás sería capaz de decírmelo. Y así me demuestra que en realidad, es todo verdad.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Ella es.

Ella es guapa, es morena, alguien que todos desearían tener. Esa típica chica, que va de dura y luego llora por cualquier tontería para llamar la atención. Esa que te guiña un ojo un día, al siguiente no existes y al siguiente te quiere con toda su alma, y vuelta a empezar. El libro cerrado con las puertas abiertas, tú ya me entiendes. Esa que te engancha el primer mes, por pura diversión. Te acostumbras a algo, que sabes que sin ella, ya no podrás tener. Ella es la que te seduce con solo mirarte, con la que sobran palabras. La que te manda, la que te maneja, y la que no te cansas de querer. Es la que con un falso te quiero te hipnotiza, la que logra mantenerse a tu lado quitándose la ropa. Ella es la que abusa de el verbo querer, sin sentirlo de verdad. Sí, puedes comprobarlo, esa soy yo.

martes, 6 de diciembre de 2011

No todo tiene su porque.

¿Cómo? ¿Que porqué escribo? No lo sé. Sinceramente, no lo entiendo. La verdad, es que no me gusta nada desnudarme aquí, entre líneas y que todo el mundo lo pueda ver, pero supongo que es porque sencillamente me gusta, sin más, sin explicación coherente, sin fórmulas y sin leyes matemáticas que lo expliquen. Me gusta escribir, transformar mis pensamientos en una simplicidad de palabras que muestren una mínima parte de cómo pienso, de cómo me siento y de cómo soy. Como a cualquier persona a la que no le parezca una pérdida de tiempo escribir, mi mayoría de párrafos van dirigidos a eso que muchos locos llaman amor y espero no cansarme nunca, confío en no quedarme muda, trato de no quedarme sin recursos y prometo escribir hasta quedarme afónica, hasta que no me quede un solo papel en blanco.

No mientas.

No mientas. Hoy le has visto y se te ha acelerado el corazón, como siempre. Te han dicho que a él también le gustas tú, y te has reído, pero en el interior te lo has creído un poquito. No mientas, sabes que le vas a necesitar siempre, por muchos amores más apasionados que pasen por tu vida. No mientas, llevas casi 14 años sin pasar una semana lejos suyo y cuando no le tienes te duele. No te imaginas tu vida sin él. No mientas, no te mientas. Él nunca ha sido el primero pero, a cambio, nunca ha dejado de ser. Con él no se te desboca el corazón ni sientes la necesidad de correr y besarle, con él es distinto. Él...él te hace sentir segura, sientes que si te agarrase de la mano te podría llevar hasta el fin del mundo, literalmente. Hasta ese punto donde no hay nada, donde solo hay vacío. Y colgar las piernas superando el vértigo. Él hace que un escalofrío recorra tu cuerpo cada vez que os miráis, quieres abrazarle hasta que se os caiga la luna encima, y luego pasar la noche en el campo tapada con su chaqueta, para que luego te de el miedo y él te proteja. No mientas, sabes que nunca vas a sentir por nadie lo mismo que por él. Y sabes que le necesitas a tu lado ahora y para siempre.

lunes, 5 de diciembre de 2011

"Hasta luego".

Hasta luego. No es un "adiós", porque tarde o temprano volveré a caer, pero si es un "hasta luego". Es un "voy a recoger nuestros momentos y a guardarles bajo llave". Es un "me voy a olvidar por unos minutos de lo que vivimos". Es un "vas a dejar de ser el único para mi". Es un "ahora hay más personas en mi mente". No te engañes, sigue siendo un "me pareces jodidamente perfecto" y un "te quiero como a nadie", pero por algo se empieza, ¿no?

domingo, 4 de diciembre de 2011

¿Sabes lo que pienso acerca de una sonrisa ?

¿Sabes lo que pienso acerca de una sonrisa? Arregla la mayoría de las cosas, siempre es positiva. Te recarga la energía, las ganas de seguir adelante, porque las cosas nunca están perdidas. Una simple curva en tu cara que cicatriza viejas heridas. Por eso te digo, que no rechaces las ocasiones para sonreír, por que siempre hay más que las que tengas para llorar.
Lo mejor es aprender de los errores, caer las veces que sean necesarias pero siempre levantándote; encontrar la felicidad en las cosas más pequeñas, insignificantes pero que para ti lo puedan significar todo


Persigue lo que buscas, solo coge impulso para empezar a correr, no necesitas alas, solo
 a ti mismo.

El más grande, 2.12.2011, Cafe-Teatro España.

Uno fue la luna que dejaste en mi colchón, dos tus ojos. Tres de cuatro barcos naufragaron en la forma de tus modos. Cinco las mañanas esperando a que volvieras del trabajo. Seis canciones llevo sin dejarte de querer y aún no he acabado. Siete los hoteles que dejamos sin aliento, y menos solos. Ocho vinos duelen al soñarte, equivocada en brazos de otro. Nueve teclas grises de un piano de pared desafinado. Y cinco dedos con mis otros cinco te recuerdan demasiado. Con todo para tí nada a mi lado. Si quieres, te ayudo a subir bolsas del mercado. Si quieres, hacemos el verano algo mas largo. Si quieres, nos quitamos la ropa y leemos algo. Que la luna siempre llena de tus besos. Once taxis libres enfadados, mientras tú y yo de la mano. Doce los reclutas que pasaron por tu campo concentrado. Trece buena suerte si es que pasas sin maletas por mi barrio y puede que el catorce de febrero se nos junte con los labios. Con todo para tí nada a mi lado. Si quieres, toda canción de amor lleva tu nombre. Si quieres, decimos a Sabina que nos nombre. Si quieres, buscamos en el cielo más razones. Que la luna es niña que juega y se esconde. Si quieres.
http://www.youtube.com/watch?v=DOgIPbkKtTw

sábado, 3 de diciembre de 2011

Estar enamorada...

Estar enamorada... Ni si quiera sé si yo misma lo estoy. 
Si estar enamorada es sentir como la vida se te va solo por una misma persona,sabiendo que aunque te haga todo el daño posible tú volverías con él, y se lo perdonarías todo. Sabiendo que hasta una simple carita feliz escrita por él te saca una sonrisa y te hace feliz. Cuando cada caricia suya se queda guardada en el recuerdo de tu piel. Que cada palabra de su boca se te queda como una canción pegadiza de la que nunca te cansaras de escuchar. Que cada momento junto a él lo recuerdas como la mejor película de amor nunca vista. Cuando aun que ya no estés con él recuerdas el sabor de sus labios,y cuando ves a dos personas besarse es como si pudieras sentir sus labios junto a los tuyos. Cuando hueles una colonia que es igual que la suya te acuerdas de él y de todos los momentos que viviste con ese olor que le hace único. Cuando te saluda por tuenti y tú empiezas a hacerte mil ilusiones y a imaginar historias. Si todo eso es estar enamorada, entonces si, tal vez lo esté.

Las acciones igual que las palabras ya no demuestran la verdad.

Sintiéndolo mucho creo que las acciones igual que las palabras ya no demuestran la verdad de una persona. ¿Porqué digo esto? Sencillamente es lo que ocurre siempre, o al menos ultimamente. Te dicen que son especiales, diferentes, te lo demuestran, poco a poco sin saber como llegan a conquistar cachito a cachito tu corazón, y tu sin saberlo. Y así cada vez, más importantes en tu vida, más indispensables, más como una droga que si te falta no puedes vivir. Y de este modo vas haciéndote más vulnerable, más el trocito de cielo que pueden destrozar en un misero instante. Porque en un segundo todo cambia. Y lo que antes pensabas que iba a estar ya no esta, y te abandona, te desola, te olvida. Y quizá tú deberías haber tenido que prevenir esa caída, alomejor te podría haber ahorrado las lágrimas, y las caricias regaladas en su espalda. Podrías haber sido más cuidadosa, con pies de plomo andar por las arenas movedizas que son los sentimientos. Quizá me suena a poco, a cobarde, yo lo intenté, podría haber dado más, pero lo que di fue parte de mi, esa parte que se fue contigo el día que decidiste olvidarte del camino hacia mis besos, hacia mis caricias, hacia mis ojos, el día que decidiste que ya no tenía nada más que mirar dentro de mi. ¿Te acuerdas? Ese día que apagaste la luz de mi mundo, las estrellas y la luna, arrasaste con todo como si un vendaval destructor se lo hubiera llevado todo, con el vaivén de las olas aún recuerdo tus manos en mi cintura, aún puedo respirar tu aroma impregnado en mi chaqueta, y no quiero que se desvanezca, no quiero que te vayas, no quiero que igual que entraste sin avisar te vayas sin hacer ruido. Quiero que seas el alboroto de cada madrugada, la puesta de sol y mi manta, que seas la llama que me consume la vejez, que seas mio, y yo tuya seré.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Poco a poco la princesa perdió a su príncipe azul.

Todo empezó hace 2 meses. Me enamoraste mucho antes de que me diera cuenta. Me enamoraste por todas tus virtudes y tus dulces defectos. Me dejé enamorar porque me sentía en como volando en el cielo cuando me hablabas. Volar, como acordamos tiempo atrás. Pero poco a poco, la realidad me abrazó con sus crueles brazos, me llegó a abrazar tan fuerte, que sentía que poco a poco como me ahogaba y me quedaba sin aire. Y en ese momento en el que toda mi dulzura, toda que la que tu me habías otorgado con tu forma de ser, me di cuenta de que esta, tú historia, nuestra historia, no podía tener un final feliz. Simplemente por el echo de que tú no me amabas, y que yo lo hacía por cada poro de mi piel. Y así poco a poco, te iba perdiendo, pero nada fue mas doloroso, que en el momento que hizo darme cuenta de que yo solo era tu amiga y ella tu princesa. Yo no podía cambiar esto, no podía, no porque no quisiera intentarlo si no porque tú ya habías tomado tu decisión, ya habías escrito en la historia que yo era un personaje secundario y ella, tu dulce protagonista. Y ahora, tiempo después de todo esto, tiempo después de haber aguantado lo inaguantable, de haberte dado la razón cuando no hacías otra cosa que equivocarte, de haber sufrido lo que ni a mi peor enemigo deseo, de haberte seguido queriendo pese a todo el dolor que me has causado y de que yo empezára esta historia, eres tú el que le pone el punto final.

Desde que te fuiste, no me sale sonreir.

Desde que te fuiste, no me sale sonreir con la misma afán de siempre, y tampoco me despierto ya con esas ganas incontrolables de comerme el mundo nada más levantarme de la cama. No me sale ser muy lista, y he olvidado hasta como se sonreía, paso las horas mirando por la ventana, por si acaso no recuerdas mis abrazos y, ante todo, llorando, llorando hasta quedarme dormida encima de tus cosas, de tus recuerdos a los que tanto echo de menos. Nunca me quise dar cuenta de que te necesitaba como al aire, siempre pensé que harías que me acostumbrara a que estubieras ahí, a besarte cuando nos encontramos, o cuando alguno de los dos sale de casa, a abrazarte cuando me sentía abatida, a colorear mis sueños con el aroma de tu perfume, a poder darme la vuelta y recorrerte la espalda. Es un sueño, roto, que añoro tanto que cada despertar me quema en el pecho, vivir no es vivir desde que tu risa se evaporó de mis días. Sabes que lo daría todo por volver a tener la oportunidad de recorrer tus labios sabor canela, de verme reflejado en ese par de ojitos oscuros que tanto me han echo perder la cabeza.

Nunca pensé que fueras a ser tú, pero lo eres.

Te quiero, sin reflexionar, inconscientemente, irresponsablemente, espontáneamente, involuntariamente, por instinto, por impulso, irracionalmente. En realidad no tengo argumentos lógicos, ni siquiera improvisados.Sólo sé que te quiero. Nunca pensé que fueras a ser tú, pero lo eres. Eres tú y tu manera de hacer las cosas. Tu forma de mirarme, tu risa, tus gestos, tu pelo , tus ojos. Porque se me acabaron las excusas, y ya no puedo decir: "si tu supieras", porque lo sabes, porque me conoces. Tengo tantas cosas que decirte, que no sé por dónde empezar. Y puede que si me pusiera a escribírtelas una a una, me quede en blanco, lo más seguro. Quizás sea el momento de darte las gracias por todo este tiempo que pasamos juntos, o de dártelas también por el tiempo que nos queda. Es posible que sea el momento adecuado para decirte, asegurarte, que en esta vida ya no quiero otros besos,ni otros abrazos, ni otro número de teléfono al que llamar por las noches, ni otra voz a la que hablar, ni otro olor en mis sábanas

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Escuchame.

Escúchame, tú eres explosiva. Eres perfecta. ¿Y los defectos? Es cierto, todos tenemos. Pero hoy es tu día. Hoy eres perfecta. Hoy ha llegado el momento en que te pondrás tus tacones más altos, tu vestido más corto y tu pintalabios rojo pasión. Vas a salir a la calle y vas a llevarte a todos por delante. Reirás, bailarás y besarás, incluso llorarás de felicidad. Irás y mirarás a los ojos a ese chico, y le dirás que es tu único objetivo, y será tuyo. Te darás cuenta de que todo empieza donde acaban tus pies, y verás que sólo tú dominas tu vida. Verás que eres preciosa, verás el miedo huir de tu mirada y sonreirás segura de ti misma. Y saldrás corriendo, tocarás a su puerta y le dirás, no, no he pasado página. He cambiado de libro. ¿Y sabes por qué se todo esto? Porque yo he pasado por aquí. Y si yo pude, tu también. 

Me tiraría horas contigo.

Me tiraría horas mirándote a los ojos. Me tiraría horas mirando cada detalle que haces con la boca cuando hablas. Me tiraría horas escuchándote hablar, ansiosa de que terminarás para poder besarte y acariciarte. Me tiraría horas acostada en tu regazo oyendo a tu corazón latir y sintiendo ese calor que me aislaría de todo. Me tiraría horas haciéndote de rabiar solo para que pongas ese tono de enfadado, que tanto me encanta. Me tiraría horas escuchando como me tarareas mi canción favorita al oído. Me tiraría horas luchando contra ti para poder morderte la oreja. Me tiraría horas recordando como comenzó todo esto y luego al mirarte, se me escapara una sonrisa. Me tiraría horas pensando en ti y que harás en ese momento. Me tiraría horas pensando que esto será hasta la muerte, y hasta incluso, si existe el más allá, seguir juntos allí. Me tiraría horas y horas y horas, sin cansarme ni un segundo, diciéndote que eres lo único que quiero tener, que estoy enamorada de ti hasta los huesos, que no puedo vivir si no estás...

Quiero ser feliz.

Quiero colarme entre tus sábanas y que cuando nuestros pies se rocen un escalofrío te recorra la espalda, quiero quedarme dormida en tu pecho escuchando el latido tranquilo de tu corazón, quiero que me despiertes susurrándome al oído "Buenos días princesa"; quiero comerte a besos bajo la lluvia y caminar de la mano a la orilla del mar, quiero que me digas te quiero mientras tus labios me hacen cosquillas en el cuello, quiero que me mandes mensajes en las que me desees las buenas noches, y otros en los que me digas que pase un buen día, o que tienes ganas de verme, quiero que un minuto después de salir de tu piso me llames y me supliques que vuelva porque me echas de menos, quiero que discutamos sobre como se llamaran nuestros hijos o sobre de que color pintaremos el salón, quiero que me jures que quieres pasar el resto de tu vida conmigo, quiero ser feliz, y que tú lo seas junto a mí..

martes, 29 de noviembre de 2011

Nº 100.

Todo esto empezó el 7 de Noviembre. A la gente le gustaban mis tablones, les gustaba lo que escribía en clase, y a mi me gustaba hacerlo. Así que me animaron a crear esto. Un sitio para que más gente pudiera ver lo que tenía puesto en mis cuadernos. Ya desde el principio para mi fue mentira. Una hipocresía absoluto. "Siempre es pronto para rendirse". Es cierto, pero yo ya me rendí hace mucho. Aun así pensé que había gente a la que podía ayudar y, además, no tenía nada mejor que hacer que expresarme. Lo que la gente no sabe es que, detrás de cada uno de estos 100 tablones o entradas, estás tú. Hoy estás tú y otro día estaba otro. No escribo para gustar, escribo porque lo necesito, y ciertamente me gusta que lo lean. Como ya he dicho, detrás de todos los últimos estás tú, y este no va a ser una excepción. Igual que hoy llego a las 100 entradas, también llego a la desesperación sin ti.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Asi sabes que le quieres.

-¿Y como sabes que le quieres?
-Pues porque si pienso en él me salen como cosquillas en el estomago, si me toca, el corazón se me acelera, si me habla, me saca una sonrisa, si me suena el móvil, voy corriendo a ver si es él. Porque me despierto cada mañana con ganas de acostarme de nuevo para volver a soñar que esta a mi lado, porque sueño despierta. Porque si me besa, me hace alcanzar el cielo, como si lo tocase con la punta de los dedos y si me dice un simple: te quiero, me hace la más feliz del mundo. Porque si estoy con él es como si el mundo se parase de repente, el tiempo no corre y no puedo pensar en otra cosa que no sea él. Y si me abraza...si él me abraza me siento segura, como si nada me pudiera pasar estando entre sus brazos. Y porque me encanta cuando llega con esa sonrisa, como si todo fuera posible. Porque sé que solo quiero respirar su aliento.
Apareció de repente, y poco a poco, se convirtió en mi vida.

Sí, lo sé.

Sí, es así, últimamente lloro más de lo normal con un libro, una película o una serie. Intento salir más guapa, más arreglada de casa. Los ojos me brillan y mi sonrisa deslumbra. Mi mirada camina tan alta que hasta llego a pensar que cada vez que me tropiezo es porque estoy mirando a las nubes. Sí, me tropiezo continuamente y al incorporarme sigo caminando no más de tres metros cuando vuelvo a tropezarme de nuevo. Me encanta mirar a mi alrededor, a un lado y a otro buscando no sé que cosa. La expresión de mi cara transmite felicidad, tanta que es imposible que alguien que me mire no sonría. 
Pero no solo son factores físicos. Me tiemblan las piernas, esto debe ser otra causa de mis continuos tropiezos. Estoy nerviosa, inquieta, intranquila, me subiría por las paredes si pudiera y me tiraría para volver a subirme, y otra vez, y otra vez, y otra vez…
Canto, continuamente canto. Y por si fuera poco, bailo también. Bajo las escaleras bailando, las subo bailando, debe ser por ello que tantas veces me he caído por ellas ya. Me pongo la música alta, todo lo alta que se pueda para no conseguir oír nada más allá de este espacio que es mío. Y pienso, sin remedio, pienso cómo sería todo si tú me acompañaras en todas estas sensaciones. 
Porque sí, lo sé, esto es amor.

Soy feliz.

Mucha gente dice que estoy loca. Las mujeres con niños se apartan de mi lado cada vez que me ven pasar. Las abuelitas apartan la vista ante esa muchacha descarada que pasa por la calle. Los chicos se rien al verme, dicen palabras que nunca llegarán a ser correspondidas y me siguen con la mirada. Las niñatas hacen correr mil rumores sobre mí. Pero no me importa. Soy feliz, y para mí, expresar la felicidad de todas las maneras posibles no es ningun pecado.

Se puede ser feliz.

Es verdad. Es verdad que se puede ser feliz, conseguir los propósitos de la vida, cumplir cada uno de tus deseos, reir por cada tontería como si dependieras de ello. Levantarte cada mañana y pensar que vas a hacer lo que sea porque ese sea el mejor día de tu vida. Y cuando lo consigas, al día siguiente, igual. Sacar esa sonrisa que te caracteriza, tu sonrisa. Ver las cosas de otro color, como si fuesen mejor de lo que son. Todas esas cosas que hacen que la vida gane un sentido, al menos para mí. No es tan difícil al fin y al cabo. Sólo necesito una cosa, que estés aquí.

Sueños liados en papel de fumar.

Y de repente todo se acaba. ¿Por qué hay tantos altibajos en esta vida tan puta? ¿No puede ser todo feliz y punto? Pues hay veces que pensamos en ello y yo, por lo menos, me doy cuenta de que si todo fuera así sería una vida feliz pero aburrida. Las locuras forman la vida, los llantos, cada sonrisa, esa persona, los momentos tristes, los felices, todo.
Pienso que hay que vivir cada décima de segundo al máximo, que te importen solo las cosas que verdaderamente tienen importancia y a lo demás que le jodan.
Da igual si estás mal, lo importante será que en otro momento has y vas a estar bien. Sin tristeza no hay felicidad. Piénsalo.
Solo soñar es gratis. Hazlo, pues no lo desperdicies. Todo puede llegar a hacerse realidad. Todo pasa, todo se consume y entonces, ¿que haces? Liar otro.

El amor es más que eso.

-¿Es cierto eso que dicen de que los jóvenes no saben lo que es el amor?
+Bien, dejame contestarte con otra pregunta. ¿Es cierto eso que dicen de que nadie sabe lo que es el amor?
-Disculpe, pero no la comprendo.
+¿Usted como definiria lo que es el amor?
-Pues..Diria que es una bonita sensacion que todo el mundo, alguna vez en la vida, siente.
+Error. El amor es más que eso. El amor es no dormir por las noches, es no querer comer. Es reir, llorar y gritar. Es amar, follar y todo lo que usted quiera. Es ver peliculas un sabado lluivoso por la noche frente a una taza de chocolate.Es levantarse a altas horas de la madrugada sólo para oir su respiración. Es vivir para escuchar su voz.
Amar, señor, lo es todo y a la vez nada.

No quiero amaneceres si no son entre tus brazos.

No quiero estar a tres metros sobre el cielo, ni en la playa, ni en una casita al lado del río más cristalino, porque sin ti eso no vale nada. No quiero conocer las 7 maravillas del mundo porque ninguno se puede comparar con tu sonrisa. No me pienso molestar en sesiones de hipnosis porque no tendrían ni la mitad del efecto que tiene una mirada tuya. No quiero ver esculturas ni visitar museos que no se dignan a ponerte entre esas cosas a las que llamaba obras de arte antes de conocerte a ti. No quiero atardeceres si no estoy tumbada en tu pecho, no quiero tardes sin tus cosquillas, no quiero noches sin tu compañía, no quiero amaneceres si no son entre tus brazos y no quiero ni un segunda más de vida si no es a tu lado.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Besémonos de una puta vez

-Joder, yo te lo noto muchísimo. Vuelves a las andadas de nuevo. Otra vez eres la chica que se abraza a una botella de Barceló, a las noches de fiesta y a cualquier ritmo asqueroso que se pueda bailar. Vuelves de nuevo a ser ese huracán de emociones fuertes, la fiera de la luna, la que no se comprende ni a sí misma. La que ha dejado de darle vueltas a la cabeza y ya no toma helados de brauni. Aquella que se salta las reglas, no espera a nadie y elimina hora de su vocabulario. Eres de nuevo esa chica que llega cuando amanece a casa, con los tacones en la mano, sin maquillaje, con las medias rotas a mordiscos y buscando una cama. Eres la que de nuevo necesita dos chupitos para acercarte a mi y dejarte llevar, la que va a doscientos kilómetros por la vida.
Me gustabas más antes, ya no eres tú. Aunque vuelvas a las andadas, a aparentar ser esa chica a la que nada le afecta, a la que nadie es capaz de parar, sé que sigues estando ahí. Sé que sigues queriéndome y evitando que te haga daño.
Aún que ahogues las penas en alcohol y las frustraciones con cualquier chico, todo sigue ahí, preparándose para el choque que te romperá el corazón, para la explosión de ganas de ser tú.
Sé que intentas olvidarme, pero hazme caso, yo también lo intenté y no funciona.
Déjate de gilipolleces y besémonos de una puta vez, que ya hemos hecho mucho el tonto

Me conformo con que me despiertes

Que yo no quiero que me levantes con un buenos días princesa, me conformo con que quien me despiertes simplemente seas tu, aunque sea molestándome.
No quiero que el día de mi cumpleaños me prepares una cena romántica a la luz de la luna, me conformo con que me lleves a tu casa y me mimes.
No pretendo que dejes de salir con tus amigos para pasar todos los días conmigo, pero si que de vez en cuando decidas por tu propia voluntad pasar la tarde soportándome.
Tampoco quiero que me digas todos los días que me quieres, me basta que lo hagas de vez en cuando pero siendo sincero.
Lo que si me gustaría es que cuando me vieras se te pusiera una gran sonrisa en la cara y pienses esa es mi niña, que me dejes acostarme encima de tus pies y me hagas cosquillitas por la cara, que te entretengas jugando con mi pelo, que me piques y luego me des un abrazo y sobre todo que el día que peor lo esté pasando estés dándome tu calor incondicional.

¿Qué coño quieres?

-¿Qué coño quieres? Dime, ¿qué quieres? ¿Quieres que te salude todos los días o que pase de ti? ¿Quieres que solo te sonría a ti, que solo hable contigo, o prefieres que esté con todos aun sabiendo que solo te quiero a ti? Dime lo que quieres y lo haré por ti.
+La quiero a ella. ¿Puedes conseguírmela?
-Si es lo que quieres, puedo traerte hasta la luna.

·Devuelveme mi suerte·

+Tú te la mereces más que yo. Has hecho cosas mejores con ella. 
-No la quiero, no la necesito, me las arreglare bien sin ella. 
+¿Cómo lo sabes? 
-Porque te tendré a ti en mi vida. Unos cuantos golpes por el camino son un precio insignificante. 

En zona prohibida.

Nos gusta pensar que hay cosas que jamás haríamos. Principios, que nos dictamos par que nos guíen en el camino, incluso en los tramos más difíciles. Aun así, y dependiendo de lo que esté en juego, nos descubrimos pensando y actuando de formas de las que jamás habríamos imaginado ser capaces. Resulta muy sencillo trazar una línea en la arena, pero a veces cuesta encontrarla cuando el viento empieza a soplar.

Todos caemos.

Se dice que "caes" en las redes del amor por algo. Como una piel de plátano en una de esas películas mudas, el amor puede hacerte resbalar y caer de culo cuando menos te lo esperas. Entonces, o bien te levantas de un brinco o bien te quedas paralizada. Sea como sea, ya siempre llevarás ese recuerdo contigo. El futuro dirá si es una pequeña cicatriz o una lesión permanente lo que te deja.

Loca por amor.

En lugar de curar, el amor puede dañar también, desencadenando una pandemia de emociones debilitadoras que nos transforman en una persona a quien apenas reconocemos y que se cobra aquello que deseamos con tanta desesperación. Los brotes repentinos de inseguridad, celos, obsesión o temor, sin más, son factores que pueden contribuir a nuestro dolor. Y, si bien los síntomas del mal de amor pueden ser muchos, todos comparten una única causa y una única cura: tú.

Te prometo que nunca más volveré a prometer nada.

Te prometo que nunca más volveré a prometer nada. Ninguna de mis promesas dura. Prometí olvidarme del amor, y prometí querer al pasado eternamente. Prometí que no volvería a hacer esas gilipolleces ni a ilusionarme con niñatos. Tampoco las tuyas duran. Bueno, ciertamente, tú jamás llegaste a prometerme nada si nos quedamos en la realidad. Pero me prometiste un "te quiero" con cada "hola", un beso por cada sonrisa y un futuro juntos cada vez que me mirabas a los ojos y yo me mordía el labio. Me prometiste quererme eternamente sin darte ni cuenta. Pero la culpa no es tuya. Es mía, que no cumplo mis promesas. Y después de que tu rompieras las tuyas, yo me hice unas nuevas. prometí olvidarme de ti, o al menos intentarlo. Prometí no volver a caer, no volverte a hablar, no volver a dejar que me utilizases. Prometí no volver a soñar contigo, no mirarte, no desear a cada segundo que te levantaras y me besaras. Prometí muchas cosas. Prometí no volver a hablarte. Pero ya se sabe que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Yo no voy a ser una excepción. Además, 38 días sin ti son muchos días, y no se cuanto más podre aguantar.
Con tu sonrisa, con tus manías, con tu grandesa, con tu mal humor, con tu belleza, con tu candor... No hay otra como tú. Conocerte fue mi bendición, enamorarte, mi victoria... perderte, el más doloroso de mis fracasos.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Te quiero.

Te quiero. Pero esto no es el típico te quiero de las películas románticas en el que el otro responde : y yo. Este es un te quiero (en mi vida), es un te quiero, aquí (y ahora). Las cosas no están siendo fáciles sin ti y hay días malos en los que te echo tanto de menos...que duele. Sé que fui yo la que decidió que los caminos de bifurcaran, la que eligió no creer y que te alejé poco a poco de mi, pero hoy me arrepiento. Por un momento, una memez de momento, pensé que podías aprender a querer sin excepciones, como lo hice yo en su día, veo una vez más que todos nos equivocamos. Supe desde el primer minuto que no me convenías, que tu fachada de chico malo no combinaba con la mía de cabrona en tacones. Estos días he tenido mucho tiempo para reflexionar y después de mucho buscar, no he encontrado nada. No me arrepiento de nada. Si te soy verdaderamente sincera, creo que puede que tarde en querer a alguien de esta forma algún que otro tiempo. No sé por qué te digo todas estas cosas, pero me es de vital importancia que entiendas que aún te necesito, no sólo de manera física, pero que por mi, por ti y por nosotros, prometo perdonar y olvidar, espero ver esto también por tu parte. No me gustaría que esto acabase sumido en rencores y sensación de haber perdido el tiempo. Siempre vas a estar ahí en cierto modo, y aunque se supone que debo, creo que aún falta mucho para que me olvide completamente de ti. Todos buscamos el camino más fácil, y aquí estuvo claro desde hacía tiempo cual era, nos pasamos el último mes haciéndonos daño. Sé que fue duro dejarnos queriéndonos. No quiero que te plantees nada después de esto, no quiero que creas que necesito una respuesta ni nada por el estilo, ni yo sé que pretendo con todo esto. No quiero volver a abrir el cajón de tus dientes y mis labios, no saldría bien. Sé que es una putada que no estés cerca, pero es bueno que a pesar de todo estés. 

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Tu eres lo que quiero.

Eres lo que quiero ver al amanecer, a las 10 de la mañana, a la 1 del mediodia, a las 3 de la tarde, al atardecer, a las 11 de la noche.. Despues de una borrachera, antes de un examen, durante una fiesta.. el lunes, el martes, el miercoles, el jueves, el viernes, el sabado, el domingo, de todas las semanas de los 12 meses del año. Eres lo que quiero tener como apoyo en mis malos momentos, de acompañante en los buenos, de copiloto en los viajes..
Quiero verte y tenerte siempre, y siempre verte feliz.

Lo que me faltaba.

Bueno, lo que me faltaba. Que me vengas a restregar lo feliz que eres. Lo que me faltaba. Esto sí que no te lo perdono. Que me vengas a repetir que os queréis mucho y que vais a empezar una historia juntos. Que quizá en unos años os vayáis a vivir juntos a una casita alquilada, y que quizá tengáis hijos. Si son vuestros, serán listos y guapos. Listos como ella, guapos como tú. Que me encanta, no te equivoques. Si estáis así es porque yo la he animado, pero que vamos, era lo que me faltaba. Encima de que nos os pongo pegas ni la digo nada porque, es cierto, no tengo ningún derecho sobre ti. Pero tampoco hace falta que, además de hablar cuando estáis lejos, aprovechéis cada oportunidad para acercaros a mi y restregarme vuestra felicidad. Que yo sé que te he perdido y lo tengo totalmente asumido. Que por mucho que hice y seguiría haciendo todo lo necesario y mucho más, nunca va a pasar. Que si te gusta ella vale, pero un poquito de respeto no vendría nada mal. Por eso de que no hundirme más en la mierda y tal.

martes, 22 de noviembre de 2011

Para mi el amor es una reacción química que dura dos meses.

- Pues para mí el amor es una reacción química que dura dos meses.
Pero qué mentirosa eres. 
Catorce años y demasiados días para contarlos. Desde que lo viste en aquel patio. ¿O fue en el comedor, cuando tenía el babi lleno de comida? ¿O fue cuando ambos jugaban en la casita? ¿O fue cuando te eligió para jugar al fútbol con él? ¿O fue cuando intercambiaban tazos? Fue en algún momento, pero no recuerdas cuando. Qué mala memoria. En cuanto aquella figurita de pelo rubio se cruzó en tu camino caíste. Qué inocente parecía en ese entonces, ¿verdad? Caíste como una tonta. Como todas a las que no te querías parecer. Compartiste partidos, magdalenas, risas, muchos abrazosque ahora echas de menos. Y alguna foto. Ninguna decente, claro está, ¿si no qué tienen de divertido?
¿Por qué tuviste que caer? Todos sabemos que eres torpe, pero podrías haberte ahorrado el tropiezo. El camino era liso, sin ninguna piedra, por pequeña que fuera. Me había cerciorado de ello. Parece que el destino quería castigarte. Y aún parece desearlo. Algo habrás hecho mal, ¿no? ¿En tu otra vida, quizás? Enamorarte de alguien es el peor castigo que te pueden poner. Alguien no correspondido, claro está.
Pero lo supiste llevar. Ni bien ni mal. Lo supiste llevar y ya está. Al menos durante los trece primeros años. ¿Qué te pasó después, eh? ¿Te debilitaste? Ibas muy bien. Trece años son muchos años. ¿Qué más te daban otros trece? ¿Otros veinte? Toda la vida habría bastado también. Pero no. Eres tan torpe como débil. Eres insignificante ahora mismo. ¿Tú también lo piensas, verdad? Que sí, que nos conocemos. Es en las pocas cosas en las que estamos de acuerdo.
¿Y ahora qué harás? ¿Eh? Al menos la culpa no recae sobre ti. Al menos no el cien por cien. Dejémoslo en cincuenta y cincuenta. No involucremos a más personas, ¿sí?
Volviendo a la pregunta: ¿que harás? ¿Contárselo? No me seas idiota. Ni se te ocurra. Seguro que ya lo sabe. Ya te sientes bastante mal como para añadir un extra de estupidez. Aguanta. ¿Que no puedes? Te creía más fuerte, querida. Catorce años, recuerda.
Pues intenta olvidar. ¿Tampoco puedes? ¿Y si te golpearas la cabeza contra algo duro? Amnesia. Le olvidarías. Para siempre. Aunque no quieras. Es tu elección, no la mía. Yo soy sólo un observador, un comentarista.
Tú verás lo que haces. Yo más no puedo hacer. Siempre estuve manteniéndola a raya. La tristeza y yo nunca fuimos amigos. Demasiada oscura para mi gusto. Y lo hice por ti. Traté de lidiar con ella, de hacer un pacto. Pero yo también me he cansado de no llegar a un acuerdo. De que nos asalte en el momento menos esperado.
¿Y ahora me pides un consejo más? Siempre odiaste el invierno. Ahora sé tan fría como él.
Ya lo he dicho. Tú eliges.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Que el mes se me hace largo sin ti

Ey tú, ¿te acuerdas de mi? Vaya pregunta más estúpida. Bueno, todas las conversaciones lo fueron, así que no te sorprenderá que te diga otra tontería más. Otra de las mías, de las que en algun momento creí que te gustaban, de esas que tu seguías con sarcasmo. Y tú mientras...tú sonrieme y contéstame bobadas, para que podamos acabar discutiendo como siempre. Y ahora...ya lo tengo. Desconectate sin decirme nada. Así mañana yo te volveré a hablar. O pon que se te fue la conexión. Vuelve a hacerme sonreir como siempre conseguias hacerlo. Mejor aún, vuelve a mentirme con esas mentiras que tanto me gustaba creerme. ¿Te acuerdas ya de quien soy? Si, soy exactamente esa que se sabe cada uno de tus movimientos, esa que desgasta tu nombre de tanto que aparece por su cabeza, esa que gritaría desde lo más alto de una montaña que te quiere, aunque tenga vértigo. Esa que te regalaría un despertador que sonase con su voz para que te acordases de ella cada mañana, y que hizo lo imposible para que pudiera haber algo entre nosotros, aunque solo fuese amistad. Esa que se sabría de memoria tu número de teléfono si te hubieras dignado a dárselo. Esa que probablemente halla triplicado las visitas a tu perfil desde que te conoció. Esa a quien tu sonrisa la persigue y a quien le tiemblan las piernas cuando la miras. Probablemente sea esa única persona del mundo a la que le gusta tu voz. ¿Quieres la pista definitiva? Esa a la que tú no echas de menos pese a llevar un mes sin dirigirla la palabra.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Que es la jodida perfección.

+Les gusta a todas, y eso yo lo se. Y si no a todas al 99%. Esta bueno que te cagas, es super simpático y tiene una mirada que hace que te tiemblen las piernas. Que yo lo entiendo, y que si me gusta a mi igual os puede gustar a los demás. Porque ni sois ciegas ni sois gilipollas. Y que es la jodida perfección, y que por mucho que me guste yo no puedo reclamarle como mi propiedad. Y que si en algún moemnto tu a el le gustas y juntos sois felices pues enhorabuena. Porque si el es feliz yo estoy encantada, y porque el se merece ser feliz. Y si lo es contigo mejor que con cualquier furcia que le pueda hacer daño.
-Que yo nunca tendré nada con el por el mero echo de que tu estas pillada!
+Pues eso es una gilipollez, porque coma ya te he dicho, por mucho que me guste no es mio. Y creeme que prefiero que este contigo a con cualquiera que le pueda hacer daño. Porque si hay algo que yo no puedo soportar es verle mal. Mira, cuando el me contó hace un tiempo que estaba rayado y estaba mal y eso...si te cuento lo mal que me sentí yo no te lo imaginas. Y si lo vuelve a pasar yo me muero. Porque no sabes lo que es pasar un puto día sin ver su sonrisa. Es que...no se, el domingo hará un mes que no hablo con el y no estiendo como coño hemos llegado a esto.
-Tú habla, desahógate.
+Pero es que que lo diga no va a cambiar nada. Mañana voy a volver a ir al colegio y le voy a volver a ver. Y el va estar hablando contigo, con ella, con sus amigos, con gente a la que quiere o aprecia. Y yo voy a seguir mirándole como una gilipollas esperando que me mire una milesima de segundo o que se acuerde de que existo. Que me diga un triste "hola" para saber que al menos a pensado en mi un instante. Dejándome la piel en volver a tener lo poquisimo que teníamos, pero que yo no necesito más. Y el va a seguir su vida feliz, sin mi, quedándome atras tirada como una mierda, como una lapa que se le acoplo un par de semanas. y yo no le puedo culpar. No se si tu estarás de acuerdo, pero yo creo que ya me he arrastado más que suficiente. Que esta claro que el por mi ya no te digo cariño, es que no siente ni aprecio. Que si yo mañana me suicido a el se la sudaría totalmente.

martes, 15 de noviembre de 2011

El corazón y la razón no se llevan bien, pero lo intentan.

Te despiertas derrumbada, piensas que porqué no se acabará el mundo de una vez, que porqué esperar 1 año más pudiéndose acabar ahora que es cuando tú más lo necesitas. Sin ganas de nada, con la cabeza agachada, sin apetito alguno, te miras al espejo y intentas reírte de ti misma pero no lo consigues, ya no te sale ni una misera y pequeña sonrisa. Suena tu canción preferida en la radio, otras veces te hubieras puesto a bailarla y a cantarla como una loca pero hoy no, hoy ni siquiera la tarareas. Enciendes el móvil, muchas llamadas perdidas, mensajes preguntando por ti. No les contestas, no devuelves las llamadas, no les das ni un simple toque para que sepan que estas viva; total, ¿para qué ? Ahora es cuando te gustaría que alguien te recordará lo que vale la vida, que te diga que sonreír es fácil, y reirse aún más. Que no hay problemas sin solución, ni cosas imposibles. Los ogros y las brujas malvadas se quedan en los cuentos, y los príncipes azules no existen, tienes que buscarlos verdes. Si besas a las ranas, no se convierten en personas, si no que hacen que vomites. De sueños se vive, pero muy pocos se hacen realidad. El corazón y la razón no se llevan bien, pero lo intentan. Enamorarse es fácil, olvidar ya es más difícil...

Sigo siendo la niña tonta.

Siento decirte que no soy la misma niña tonta de antes, sí, sigo viendo Disney Channel y soñando con Aladdin. Vale,también me encanta hacer pompas que luego yo misma destruiré, y imaginarme finales distintos para todo tipo de cuentos. Joder sí, creo en las hadas y en cualquier ser mitológico, porque sí, la magia también existe. Exceptuando todo eso y alguna cosa más, he cambiado. Ya no me rompen el corazón fácilmente, de hecho soy yo la que va matando ilusiones. No me importa tanto lo que digan los demás, si critican yo no me quedo atrás. No pretendo seguir siempre la moda, pero sigo buscando mi propio estilo. Y sí, tengo personalidad, aunque me cueste hacerte verla . Hace mucho tiempo que no me jode nadie, porque me he hecho más dura, ya sabes, de golpes una se hace más fuerte. Me desmadro más de la cuenta, y no me gusta que me echen la bronca, pero total...haré lo que quiera. He aprendido a vivir la vida a base de putadas, de puñaladas, de odio y de rencor... se podría decir que he sido como el Fenix, he resurgido de mis cenizas..y el mismo fuego que acabó conmigo será el que me ayude a acabar con los demás. ¿Tienes miedo? No lo tengas, sí soy yo; la niña tonta de antes, la niña tonta de siempre.
Me parece cruel que jueguen con nosotros de esa manera. Hacen que tengamos vida,que la llenemos de recuerdos buenos y poco a poco olvidemos los malos,nos dicen que cojamos cariño a las personas,a unas más que a otras. Que nos enamoremos, que nos ilusionemos. Luchamos por un sueño imposible, y nunca llegamos a ser felices. En definitiva, quieren que seamos perfectos y que no cometamos errores. Lo que no saben es que la perfección no es un término que viene en nuestro diccionario.

Solo pido sonrisas.

Lo peor de este mundo es no ser sincera contigo misma, y aún peor no serlo con los demás. Lo peor es levantarte cada mañana y ver a otra persona en el espejo que no puede compararse contigo. Es fingir lo que no eres por miedo a no encajar. A ahogar tus penas con la almohada y quedarte con todo lo malo. Es intentar cambiar el mundo, y de un modo u otro terminar cambiando tú. No le pido nada al mundo porque sé cómo va y no me puedo quejar. A penas me conformo con tener a alguien, a alguien que estoy segura que me quiere y que siempre permanecerá. En realidad me considero afortunada por que no solo tengo a alguien tengo a varios más. Estoy de acuerdo cuando dicen que “Los amigos se cuentan con los dedos de las manos” porque es verdad, porque día a día te das cuenta de que es lo que merece la pena y lo que no, quien va a estar ahí y quien no, en definitiva, quien te quiere y quien no. No pido nada al mundo, solo sonrisas. Y es que ver reír a los demás me produce felicidad. Hace que me sienta liberadaorgullosa, contenta de saber que alguien cerca de mí puede sonreír. Que de algún modo se te pega, te obliga a unirte, a formar parte de algo que por suerte hacemos todos, soñar. Lo cierto es que soñar ya no te llena, es más te agobia, te obliga a pensar que por mucho que quieras, no todo se hace realidad, y que de algún modo, nunca nada llegará a ser como lo quieres ver.

No hace falta ni una isla ni nada.

-¿Alguna vez has soñado qué tenías una isla propia? Qué la mitad de la isla fuera tropical y la otra mitad estuviera cubierta de hielo.Calor para los días que te apetece vestir con sandalias y darte un baño. Frío para los días en los que quieres encender la chimenea y tumbarte junto al fuego para ver una película. Tener piscina, playa y tu propia pista de patinaje a tan solo unos metros de distancia. Montar toda clase de fiestas e invitar a todo el mundo a pasarlo bien. ¡Sería fantástico! ¿No crees?
+Sí y no.
-¿Por qué?
+¿Tú estarías allí?
-Si tú quieres que esté, sí.
+Entonces no hace falta que sea ni una isla, ni nada. Si estás tú, todo es fantástico.

Será como si nunca te hubieras ido.

Nunca estábamos de acuerdo en absolutamente nada, si yo decía blanco tu decías negro. Si yo me decidía tú te echabas para atrás. Nunca conocimos un punto medio, o nos queríamos 
 a más no poder, o no queríamos ni vernos. Éramos incomprensibles para el resto de la gente, éramos como esos bichos raros que nadie comprende ni quiere hacerlo. Casi nunca tuvimos días buenos, pero cuando los tuvimos los supimos aprovechar.  Y a pesar de los malos momentos tú  me enseñaste a disfrutar de cada etapa de la vida, me enseñaste a valorar los buenos momentos, las sonrisas, las palabras de aliento. Me enseñaste a levantarme después de cada caída, me enseñaste a sonreír a la vida y  a buscarle un lado bueno a todo. Pero ahora, tú no estás y no encuentro motivos por los que alegrarme de ello pero, a pesar de no encontrarlos prometo no venirme a bajo ¿Sabes  por qué? Porque cuando piense en ti, voy a intentar sonreír como cuando estaba contigo, cuando sienta que me faltes buscarte tus conversaciones y en el fondo será como si nunca te hubieras ido.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Como...pues de ese estilo.

¿Alguna vez te has levantado y has olido a magdalenas recién hechas? Pues mejor. Mejor que esas mañanas que te levantas sin nada que hacer, y que esos baños de espuma que duran horas. Mejor que los preparativos antes de las fiestas del colegio, y que bailar y cantar bajo la lluvia. ¿Alguna vez has sentido tal grado de felicidad que no has podido contener un grito, y has tenido ganas de abrir los brazos y de lanzarte por un acantilado? Mejor aun. Mejor que una noche de desfase, que pintarte los brazos con tus amigas y que escuchar música a todo volumen. Así de increíble es tu sonrisa.

No te quiero. Nos quiero.

Es dificil escribir por qué te quiero. Supongo que será porque después de mucho tiempo, por mucho que algunas cosas hallan cambiado, los sentimientos no lo han echo. Te quiero porque cuando estoy echa un lío, los demás solo piensan en mis fracasos, tú me recuerdas mis victorias. te quiero porque aunque nieve, granice, o halla 40 grados, nunca se me quitarán las ganas de estar abrazada a ti, en cualquier lugar del mundo. Te quiero porque te empiezo a echar de menos en el momento en el que nos mandamos el último beso, y cada uno se va en una dirección. La verdad es que es dificil dar un solo por qué, ya que podría escribirte kilómetros y kilómetros de razones, o simplemente reducirlo a  'porque sí'. Te quiero porque somos imperfectamente perfectos. Te quiero porque día a día, voy descubriendo que tú no me necesitas tanto como te necesito yo a ti. Tambien porque cada día sin ti, no es nada más que otro día perdido. Te escribo porque mientras te escribo esto se que mi nombre no ha cruzado tu mente. Te quiero, probablemente, porque me gustan los retos.

sábado, 12 de noviembre de 2011

No te engañes.

Porque a lo mejor, ser feliz no es reír a carcajada limpia a todas horas. Probablemente no sea vivir al límite, y no acordarte a la mañana siguiente. Soñar, no es no despertar y no ver la realidad. Un rollo, no siempre es un "aquí te pillo, aquí te follo". Porque a lo mejor, beber no es emborracharse o perder el control, y respirar no siempre es tan necesario. Y esque todo depende de como lo mires.
Subir la cuesta de enero, no es escalar una montaña, solo sobrepasar un pequeño bache. Buscar a la persona indicada, no es probar miles de bocas, sino entender millones de corazones. Sentir cosas nuevas, no es visitar distintas camas cada día. Sonreír y que te sonrían, no tiene porque ser sincero, simplemente amable. Hacer ejercicio, no siempre es síntoma de un complejo escondido,. Querer, no siempre duele, a veces satisface. Querer, no siempre es bonito, a veces es lo mas horrible que te puedas imaginar. El amor, es fácil de fingir, pero imposible de engañar. Robar cuatro besos tontos y cien pecados capitales, regalar cinco te quieros... y ninguno sincero.