miércoles, 23 de noviembre de 2011

Lo que me faltaba.

Bueno, lo que me faltaba. Que me vengas a restregar lo feliz que eres. Lo que me faltaba. Esto sí que no te lo perdono. Que me vengas a repetir que os queréis mucho y que vais a empezar una historia juntos. Que quizá en unos años os vayáis a vivir juntos a una casita alquilada, y que quizá tengáis hijos. Si son vuestros, serán listos y guapos. Listos como ella, guapos como tú. Que me encanta, no te equivoques. Si estáis así es porque yo la he animado, pero que vamos, era lo que me faltaba. Encima de que nos os pongo pegas ni la digo nada porque, es cierto, no tengo ningún derecho sobre ti. Pero tampoco hace falta que, además de hablar cuando estáis lejos, aprovechéis cada oportunidad para acercaros a mi y restregarme vuestra felicidad. Que yo sé que te he perdido y lo tengo totalmente asumido. Que por mucho que hice y seguiría haciendo todo lo necesario y mucho más, nunca va a pasar. Que si te gusta ella vale, pero un poquito de respeto no vendría nada mal. Por eso de que no hundirme más en la mierda y tal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario