lunes, 28 de noviembre de 2011

Sí, lo sé.

Sí, es así, últimamente lloro más de lo normal con un libro, una película o una serie. Intento salir más guapa, más arreglada de casa. Los ojos me brillan y mi sonrisa deslumbra. Mi mirada camina tan alta que hasta llego a pensar que cada vez que me tropiezo es porque estoy mirando a las nubes. Sí, me tropiezo continuamente y al incorporarme sigo caminando no más de tres metros cuando vuelvo a tropezarme de nuevo. Me encanta mirar a mi alrededor, a un lado y a otro buscando no sé que cosa. La expresión de mi cara transmite felicidad, tanta que es imposible que alguien que me mire no sonría. 
Pero no solo son factores físicos. Me tiemblan las piernas, esto debe ser otra causa de mis continuos tropiezos. Estoy nerviosa, inquieta, intranquila, me subiría por las paredes si pudiera y me tiraría para volver a subirme, y otra vez, y otra vez, y otra vez…
Canto, continuamente canto. Y por si fuera poco, bailo también. Bajo las escaleras bailando, las subo bailando, debe ser por ello que tantas veces me he caído por ellas ya. Me pongo la música alta, todo lo alta que se pueda para no conseguir oír nada más allá de este espacio que es mío. Y pienso, sin remedio, pienso cómo sería todo si tú me acompañaras en todas estas sensaciones. 
Porque sí, lo sé, esto es amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario