miércoles, 30 de noviembre de 2011
Escuchame.
Escúchame, tú eres explosiva. Eres perfecta. ¿Y los defectos? Es cierto, todos tenemos. Pero hoy es tu día. Hoy eres perfecta. Hoy ha llegado el momento en que te pondrás tus tacones más altos, tu vestido más corto y tu pintalabios rojo pasión. Vas a salir a la calle y vas a llevarte a todos por delante. Reirás, bailarás y besarás, incluso llorarás de felicidad. Irás y mirarás a los ojos a ese chico, y le dirás que es tu único objetivo, y será tuyo. Te darás cuenta de que todo empieza donde acaban tus pies, y verás que sólo tú dominas tu vida. Verás que eres preciosa, verás el miedo huir de tu mirada y sonreirás segura de ti misma. Y saldrás corriendo, tocarás a su puerta y le dirás, no, no he pasado página. He cambiado de libro. ¿Y sabes por qué se todo esto? Porque yo he pasado por aquí. Y si yo pude, tu también.
Me tiraría horas contigo.
Me tiraría horas mirándote a los ojos. Me tiraría horas mirando cada detalle que haces con la boca cuando hablas. Me tiraría horas escuchándote hablar, ansiosa de que terminarás para poder besarte y acariciarte. Me tiraría horas acostada en tu regazo oyendo a tu corazón latir y sintiendo ese calor que me aislaría de todo. Me tiraría horas haciéndote de rabiar solo para que pongas ese tono de enfadado, que tanto me encanta. Me tiraría horas escuchando como me tarareas mi canción favorita al oído. Me tiraría horas luchando contra ti para poder morderte la oreja. Me tiraría horas recordando como comenzó todo esto y luego al mirarte, se me escapara una sonrisa. Me tiraría horas pensando en ti y que harás en ese momento. Me tiraría horas pensando que esto será hasta la muerte, y hasta incluso, si existe el más allá, seguir juntos allí. Me tiraría horas y horas y horas, sin cansarme ni un segundo, diciéndote que eres lo único que quiero tener, que estoy enamorada de ti hasta los huesos, que no puedo vivir si no estás...
Quiero ser feliz.
Quiero colarme entre tus sábanas y que cuando nuestros pies se rocen un escalofrío te recorra la espalda, quiero quedarme dormida en tu pecho escuchando el latido tranquilo de tu corazón, quiero que me despiertes susurrándome al oído "Buenos días princesa"; quiero comerte a besos bajo la lluvia y caminar de la mano a la orilla del mar, quiero que me digas te quiero mientras tus labios me hacen cosquillas en el cuello, quiero que me mandes mensajes en las que me desees las buenas noches, y otros en los que me digas que pase un buen día, o que tienes ganas de verme, quiero que un minuto después de salir de tu piso me llames y me supliques que vuelva porque me echas de menos, quiero que discutamos sobre como se llamaran nuestros hijos o sobre de que color pintaremos el salón, quiero que me jures que quieres pasar el resto de tu vida conmigo, quiero ser feliz, y que tú lo seas junto a mí..
martes, 29 de noviembre de 2011
Nº 100.
Todo esto empezó el 7 de Noviembre. A la gente le gustaban mis tablones, les gustaba lo que escribía en clase, y a mi me gustaba hacerlo. Así que me animaron a crear esto. Un sitio para que más gente pudiera ver lo que tenía puesto en mis cuadernos. Ya desde el principio para mi fue mentira. Una hipocresía absoluto. "Siempre es pronto para rendirse". Es cierto, pero yo ya me rendí hace mucho. Aun así pensé que había gente a la que podía ayudar y, además, no tenía nada mejor que hacer que expresarme. Lo que la gente no sabe es que, detrás de cada uno de estos 100 tablones o entradas, estás tú. Hoy estás tú y otro día estaba otro. No escribo para gustar, escribo porque lo necesito, y ciertamente me gusta que lo lean. Como ya he dicho, detrás de todos los últimos estás tú, y este no va a ser una excepción. Igual que hoy llego a las 100 entradas, también llego a la desesperación sin ti.
lunes, 28 de noviembre de 2011
Asi sabes que le quieres.
-¿Y como sabes que le quieres?
-Pues porque si pienso en él me salen como cosquillas en el estomago, si me toca, el corazón se me acelera, si me habla, me saca una sonrisa, si me suena el móvil, voy corriendo a ver si es él. Porque me despierto cada mañana con ganas de acostarme de nuevo para volver a soñar que esta a mi lado, porque sueño despierta. Porque si me besa, me hace alcanzar el cielo, como si lo tocase con la punta de los dedos y si me dice un simple: te quiero, me hace la más feliz del mundo. Porque si estoy con él es como si el mundo se parase de repente, el tiempo no corre y no puedo pensar en otra cosa que no sea él. Y si me abraza...si él me abraza me siento segura, como si nada me pudiera pasar estando entre sus brazos. Y porque me encanta cuando llega con esa sonrisa, como si todo fuera posible. Porque sé que solo quiero respirar su aliento.
Apareció de repente, y poco a poco, se convirtió en mi vida.
-Pues porque si pienso en él me salen como cosquillas en el estomago, si me toca, el corazón se me acelera, si me habla, me saca una sonrisa, si me suena el móvil, voy corriendo a ver si es él. Porque me despierto cada mañana con ganas de acostarme de nuevo para volver a soñar que esta a mi lado, porque sueño despierta. Porque si me besa, me hace alcanzar el cielo, como si lo tocase con la punta de los dedos y si me dice un simple: te quiero, me hace la más feliz del mundo. Porque si estoy con él es como si el mundo se parase de repente, el tiempo no corre y no puedo pensar en otra cosa que no sea él. Y si me abraza...si él me abraza me siento segura, como si nada me pudiera pasar estando entre sus brazos. Y porque me encanta cuando llega con esa sonrisa, como si todo fuera posible. Porque sé que solo quiero respirar su aliento.
Apareció de repente, y poco a poco, se convirtió en mi vida.
Sí, lo sé.
Sí, es así, últimamente lloro más de lo normal con un libro, una película o una serie. Intento salir más guapa, más arreglada de casa. Los ojos me brillan y mi sonrisa deslumbra. Mi mirada camina tan alta que hasta llego a pensar que cada vez que me tropiezo es porque estoy mirando a las nubes. Sí, me tropiezo continuamente y al incorporarme sigo caminando no más de tres metros cuando vuelvo a tropezarme de nuevo. Me encanta mirar a mi alrededor, a un lado y a otro buscando no sé que cosa. La expresión de mi cara transmite felicidad, tanta que es imposible que alguien que me mire no sonría.
Pero no solo son factores físicos. Me tiemblan las piernas, esto debe ser otra causa de mis continuos tropiezos. Estoy nerviosa, inquieta, intranquila, me subiría por las paredes si pudiera y me tiraría para volver a subirme, y otra vez, y otra vez, y otra vez…
Canto, continuamente canto. Y por si fuera poco, bailo también. Bajo las escaleras bailando, las subo bailando, debe ser por ello que tantas veces me he caído por ellas ya. Me pongo la música alta, todo lo alta que se pueda para no conseguir oír nada más allá de este espacio que es mío. Y pienso, sin remedio, pienso cómo sería todo si tú me acompañaras en todas estas sensaciones.
Porque sí, lo sé, esto es amor.
Pero no solo son factores físicos. Me tiemblan las piernas, esto debe ser otra causa de mis continuos tropiezos. Estoy nerviosa, inquieta, intranquila, me subiría por las paredes si pudiera y me tiraría para volver a subirme, y otra vez, y otra vez, y otra vez…
Canto, continuamente canto. Y por si fuera poco, bailo también. Bajo las escaleras bailando, las subo bailando, debe ser por ello que tantas veces me he caído por ellas ya. Me pongo la música alta, todo lo alta que se pueda para no conseguir oír nada más allá de este espacio que es mío. Y pienso, sin remedio, pienso cómo sería todo si tú me acompañaras en todas estas sensaciones.
Porque sí, lo sé, esto es amor.
Soy feliz.
Mucha gente dice que estoy loca. Las mujeres con niños se apartan de mi lado cada vez que me ven pasar. Las abuelitas apartan la vista ante esa muchacha descarada que pasa por la calle. Los chicos se rien al verme, dicen palabras que nunca llegarán a ser correspondidas y me siguen con la mirada. Las niñatas hacen correr mil rumores sobre mí. Pero no me importa. Soy feliz, y para mí, expresar la felicidad de todas las maneras posibles no es ningun pecado.
Se puede ser feliz.
Es verdad. Es verdad que se puede ser feliz, conseguir los propósitos de la vida, cumplir cada uno de tus deseos, reir por cada tontería como si dependieras de ello. Levantarte cada mañana y pensar que vas a hacer lo que sea porque ese sea el mejor día de tu vida. Y cuando lo consigas, al día siguiente, igual. Sacar esa sonrisa que te caracteriza, tu sonrisa. Ver las cosas de otro color, como si fuesen mejor de lo que son. Todas esas cosas que hacen que la vida gane un sentido, al menos para mí. No es tan difícil al fin y al cabo. Sólo necesito una cosa, que estés aquí.
Sueños liados en papel de fumar.
Y de repente todo se acaba. ¿Por qué hay tantos altibajos en esta vida tan puta? ¿No puede ser todo feliz y punto? Pues hay veces que pensamos en ello y yo, por lo menos, me doy cuenta de que si todo fuera así sería una vida feliz pero aburrida. Las locuras forman la vida, los llantos, cada sonrisa, esa persona, los momentos tristes, los felices, todo.
Pienso que hay que vivir cada décima de segundo al máximo, que te importen solo las cosas que verdaderamente tienen importancia y a lo demás que le jodan.
Da igual si estás mal, lo importante será que en otro momento has y vas a estar bien. Sin tristeza no hay felicidad. Piénsalo.
Solo soñar es gratis. Hazlo, pues no lo desperdicies. Todo puede llegar a hacerse realidad. Todo pasa, todo se consume y entonces, ¿que haces? Liar otro.
Pienso que hay que vivir cada décima de segundo al máximo, que te importen solo las cosas que verdaderamente tienen importancia y a lo demás que le jodan.
Da igual si estás mal, lo importante será que en otro momento has y vas a estar bien. Sin tristeza no hay felicidad. Piénsalo.
Solo soñar es gratis. Hazlo, pues no lo desperdicies. Todo puede llegar a hacerse realidad. Todo pasa, todo se consume y entonces, ¿que haces? Liar otro.
El amor es más que eso.
-¿Es cierto eso que dicen de que los jóvenes no saben lo que es el amor?
+Bien, dejame contestarte con otra pregunta. ¿Es cierto eso que dicen de que nadie sabe lo que es el amor?
-Disculpe, pero no la comprendo.
+¿Usted como definiria lo que es el amor?
-Pues..Diria que es una bonita sensacion que todo el mundo, alguna vez en la vida, siente.
+Error. El amor es más que eso. El amor es no dormir por las noches, es no querer comer. Es reir, llorar y gritar. Es amar, follar y todo lo que usted quiera. Es ver peliculas un sabado lluivoso por la noche frente a una taza de chocolate.Es levantarse a altas horas de la madrugada sólo para oir su respiración. Es vivir para escuchar su voz.
Amar, señor, lo es todo y a la vez nada.
+Bien, dejame contestarte con otra pregunta. ¿Es cierto eso que dicen de que nadie sabe lo que es el amor?
-Disculpe, pero no la comprendo.
+¿Usted como definiria lo que es el amor?
-Pues..Diria que es una bonita sensacion que todo el mundo, alguna vez en la vida, siente.
+Error. El amor es más que eso. El amor es no dormir por las noches, es no querer comer. Es reir, llorar y gritar. Es amar, follar y todo lo que usted quiera. Es ver peliculas un sabado lluivoso por la noche frente a una taza de chocolate.Es levantarse a altas horas de la madrugada sólo para oir su respiración. Es vivir para escuchar su voz.
Amar, señor, lo es todo y a la vez nada.
No quiero amaneceres si no son entre tus brazos.
No quiero estar a tres metros sobre el cielo, ni en la playa, ni en una casita al lado del río más cristalino, porque sin ti eso no vale nada. No quiero conocer las 7 maravillas del mundo porque ninguno se puede comparar con tu sonrisa. No me pienso molestar en sesiones de hipnosis porque no tendrían ni la mitad del efecto que tiene una mirada tuya. No quiero ver esculturas ni visitar museos que no se dignan a ponerte entre esas cosas a las que llamaba obras de arte antes de conocerte a ti. No quiero atardeceres si no estoy tumbada en tu pecho, no quiero tardes sin tus cosquillas, no quiero noches sin tu compañía, no quiero amaneceres si no son entre tus brazos y no quiero ni un segunda más de vida si no es a tu lado.
domingo, 27 de noviembre de 2011
Besémonos de una puta vez
-Joder, yo te lo noto muchísimo. Vuelves a las andadas de nuevo. Otra vez eres la chica que se abraza a una botella de Barceló, a las noches de fiesta y a cualquier ritmo asqueroso que se pueda bailar. Vuelves de nuevo a ser ese huracán de emociones fuertes, la fiera de la luna, la que no se comprende ni a sí misma. La que ha dejado de darle vueltas a la cabeza y ya no toma helados de brauni. Aquella que se salta las reglas, no espera a nadie y elimina hora de su vocabulario. Eres de nuevo esa chica que llega cuando amanece a casa, con los tacones en la mano, sin maquillaje, con las medias rotas a mordiscos y buscando una cama. Eres la que de nuevo necesita dos chupitos para acercarte a mi y dejarte llevar, la que va a doscientos kilómetros por la vida.
Me gustabas más antes, ya no eres tú. Aunque vuelvas a las andadas, a aparentar ser esa chica a la que nada le afecta, a la que nadie es capaz de parar, sé que sigues estando ahí. Sé que sigues queriéndome y evitando que te haga daño.
Aún que ahogues las penas en alcohol y las frustraciones con cualquier chico, todo sigue ahí, preparándose para el choque que te romperá el corazón, para la explosión de ganas de ser tú.
Sé que intentas olvidarme, pero hazme caso, yo también lo intenté y no funciona.
Déjate de gilipolleces y besémonos de una puta vez, que ya hemos hecho mucho el tonto
Me gustabas más antes, ya no eres tú. Aunque vuelvas a las andadas, a aparentar ser esa chica a la que nada le afecta, a la que nadie es capaz de parar, sé que sigues estando ahí. Sé que sigues queriéndome y evitando que te haga daño.
Aún que ahogues las penas en alcohol y las frustraciones con cualquier chico, todo sigue ahí, preparándose para el choque que te romperá el corazón, para la explosión de ganas de ser tú.
Sé que intentas olvidarme, pero hazme caso, yo también lo intenté y no funciona.
Déjate de gilipolleces y besémonos de una puta vez, que ya hemos hecho mucho el tonto
Me conformo con que me despiertes
Que yo no quiero que me levantes con un buenos días princesa, me conformo con que quien me despiertes simplemente seas tu, aunque sea molestándome.
No quiero que el día de mi cumpleaños me prepares una cena romántica a la luz de la luna, me conformo con que me lleves a tu casa y me mimes.
No pretendo que dejes de salir con tus amigos para pasar todos los días conmigo, pero si que de vez en cuando decidas por tu propia voluntad pasar la tarde soportándome.
Tampoco quiero que me digas todos los días que me quieres, me basta que lo hagas de vez en cuando pero siendo sincero.
Lo que si me gustaría es que cuando me vieras se te pusiera una gran sonrisa en la cara y pienses esa es mi niña, que me dejes acostarme encima de tus pies y me hagas cosquillitas por la cara, que te entretengas jugando con mi pelo, que me piques y luego me des un abrazo y sobre todo que el día que peor lo esté pasando estés dándome tu calor incondicional.
No quiero que el día de mi cumpleaños me prepares una cena romántica a la luz de la luna, me conformo con que me lleves a tu casa y me mimes.
No pretendo que dejes de salir con tus amigos para pasar todos los días conmigo, pero si que de vez en cuando decidas por tu propia voluntad pasar la tarde soportándome.
Tampoco quiero que me digas todos los días que me quieres, me basta que lo hagas de vez en cuando pero siendo sincero.
Lo que si me gustaría es que cuando me vieras se te pusiera una gran sonrisa en la cara y pienses esa es mi niña, que me dejes acostarme encima de tus pies y me hagas cosquillitas por la cara, que te entretengas jugando con mi pelo, que me piques y luego me des un abrazo y sobre todo que el día que peor lo esté pasando estés dándome tu calor incondicional.
¿Qué coño quieres?
-¿Qué coño quieres? Dime, ¿qué quieres? ¿Quieres que te salude todos los días o que pase de ti? ¿Quieres que solo te sonría a ti, que solo hable contigo, o prefieres que esté con todos aun sabiendo que solo te quiero a ti? Dime lo que quieres y lo haré por ti.
+La quiero a ella. ¿Puedes conseguírmela?
-Si es lo que quieres, puedo traerte hasta la luna.
+La quiero a ella. ¿Puedes conseguírmela?
-Si es lo que quieres, puedo traerte hasta la luna.
·Devuelveme mi suerte·
+Tú te la mereces más que yo. Has hecho cosas mejores con ella.
-No la quiero, no la necesito, me las arreglare bien sin ella.
+¿Cómo lo sabes?
-Porque te tendré a ti en mi vida. Unos cuantos golpes por el camino son un precio insignificante.
-No la quiero, no la necesito, me las arreglare bien sin ella.
+¿Cómo lo sabes?
-Porque te tendré a ti en mi vida. Unos cuantos golpes por el camino son un precio insignificante.
En zona prohibida.
Nos gusta pensar que hay cosas que jamás haríamos. Principios, que nos dictamos par que nos guíen en el camino, incluso en los tramos más difíciles. Aun así, y dependiendo de lo que esté en juego, nos descubrimos pensando y actuando de formas de las que jamás habríamos imaginado ser capaces. Resulta muy sencillo trazar una línea en la arena, pero a veces cuesta encontrarla cuando el viento empieza a soplar.
Todos caemos.
Se dice que "caes" en las redes del amor por algo. Como una piel de plátano en una de esas películas mudas, el amor puede hacerte resbalar y caer de culo cuando menos te lo esperas. Entonces, o bien te levantas de un brinco o bien te quedas paralizada. Sea como sea, ya siempre llevarás ese recuerdo contigo. El futuro dirá si es una pequeña cicatriz o una lesión permanente lo que te deja.
Loca por amor.
En lugar de curar, el amor puede dañar también, desencadenando una pandemia de emociones debilitadoras que nos transforman en una persona a quien apenas reconocemos y que se cobra aquello que deseamos con tanta desesperación. Los brotes repentinos de inseguridad, celos, obsesión o temor, sin más, son factores que pueden contribuir a nuestro dolor. Y, si bien los síntomas del mal de amor pueden ser muchos, todos comparten una única causa y una única cura: tú.
Te prometo que nunca más volveré a prometer nada.
Te prometo que nunca más volveré a prometer nada. Ninguna de mis promesas dura. Prometí olvidarme del amor, y prometí querer al pasado eternamente. Prometí que no volvería a hacer esas gilipolleces ni a ilusionarme con niñatos. Tampoco las tuyas duran. Bueno, ciertamente, tú jamás llegaste a prometerme nada si nos quedamos en la realidad. Pero me prometiste un "te quiero" con cada "hola", un beso por cada sonrisa y un futuro juntos cada vez que me mirabas a los ojos y yo me mordía el labio. Me prometiste quererme eternamente sin darte ni cuenta. Pero la culpa no es tuya. Es mía, que no cumplo mis promesas. Y después de que tu rompieras las tuyas, yo me hice unas nuevas. prometí olvidarme de ti, o al menos intentarlo. Prometí no volver a caer, no volverte a hablar, no volver a dejar que me utilizases. Prometí no volver a soñar contigo, no mirarte, no desear a cada segundo que te levantaras y me besaras. Prometí muchas cosas. Prometí no volver a hablarte. Pero ya se sabe que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Yo no voy a ser una excepción. Además, 38 días sin ti son muchos días, y no se cuanto más podre aguantar.
jueves, 24 de noviembre de 2011
Te quiero.
Te quiero. Pero esto no es el típico te quiero de las películas románticas en el que el otro responde : y yo. Este es un te quiero (en mi vida), es un te quiero, aquí (y ahora). Las cosas no están siendo fáciles sin ti y hay días malos en los que te echo tanto de menos...que duele. Sé que fui yo la que decidió que los caminos de bifurcaran, la que eligió no creer y que te alejé poco a poco de mi, pero hoy me arrepiento. Por un momento, una memez de momento, pensé que podías aprender a querer sin excepciones, como lo hice yo en su día, veo una vez más que todos nos equivocamos. Supe desde el primer minuto que no me convenías, que tu fachada de chico malo no combinaba con la mía de cabrona en tacones. Estos días he tenido mucho tiempo para reflexionar y después de mucho buscar, no he encontrado nada. No me arrepiento de nada. Si te soy verdaderamente sincera, creo que puede que tarde en querer a alguien de esta forma algún que otro tiempo. No sé por qué te digo todas estas cosas, pero me es de vital importancia que entiendas que aún te necesito, no sólo de manera física, pero que por mi, por ti y por nosotros, prometo perdonar y olvidar, espero ver esto también por tu parte. No me gustaría que esto acabase sumido en rencores y sensación de haber perdido el tiempo. Siempre vas a estar ahí en cierto modo, y aunque se supone que debo, creo que aún falta mucho para que me olvide completamente de ti. Todos buscamos el camino más fácil, y aquí estuvo claro desde hacía tiempo cual era, nos pasamos el último mes haciéndonos daño. Sé que fue duro dejarnos queriéndonos. No quiero que te plantees nada después de esto, no quiero que creas que necesito una respuesta ni nada por el estilo, ni yo sé que pretendo con todo esto. No quiero volver a abrir el cajón de tus dientes y mis labios, no saldría bien. Sé que es una putada que no estés cerca, pero es bueno que a pesar de todo estés.
miércoles, 23 de noviembre de 2011
Tu eres lo que quiero.
Eres lo que quiero ver al amanecer, a las 10 de la mañana, a la 1 del mediodia, a las 3 de la tarde, al atardecer, a las 11 de la noche.. Despues de una borrachera, antes de un examen, durante una fiesta.. el lunes, el martes, el miercoles, el jueves, el viernes, el sabado, el domingo, de todas las semanas de los 12 meses del año. Eres lo que quiero tener como apoyo en mis malos momentos, de acompañante en los buenos, de copiloto en los viajes..
Quiero verte y tenerte siempre, y siempre verte feliz.
Quiero verte y tenerte siempre, y siempre verte feliz.
Lo que me faltaba.
Bueno, lo que me faltaba. Que me vengas a restregar lo feliz que eres. Lo que me faltaba. Esto sí que no te lo perdono. Que me vengas a repetir que os queréis mucho y que vais a empezar una historia juntos. Que quizá en unos años os vayáis a vivir juntos a una casita alquilada, y que quizá tengáis hijos. Si son vuestros, serán listos y guapos. Listos como ella, guapos como tú. Que me encanta, no te equivoques. Si estáis así es porque yo la he animado, pero que vamos, era lo que me faltaba. Encima de que nos os pongo pegas ni la digo nada porque, es cierto, no tengo ningún derecho sobre ti. Pero tampoco hace falta que, además de hablar cuando estáis lejos, aprovechéis cada oportunidad para acercaros a mi y restregarme vuestra felicidad. Que yo sé que te he perdido y lo tengo totalmente asumido. Que por mucho que hice y seguiría haciendo todo lo necesario y mucho más, nunca va a pasar. Que si te gusta ella vale, pero un poquito de respeto no vendría nada mal. Por eso de que no hundirme más en la mierda y tal.
martes, 22 de noviembre de 2011
Para mi el amor es una reacción química que dura dos meses.
- Pues para mí el amor es una reacción química que dura dos meses.
Pero qué mentirosa eres.
Catorce años y demasiados días para contarlos. Desde que lo viste en aquel patio. ¿O fue en el comedor, cuando tenía el babi lleno de comida? ¿O fue cuando ambos jugaban en la casita? ¿O fue cuando te eligió para jugar al fútbol con él? ¿O fue cuando intercambiaban tazos? Fue en algún momento, pero no recuerdas cuando. Qué mala memoria. En cuanto aquella figurita de pelo rubio se cruzó en tu camino caíste. Qué inocente parecía en ese entonces, ¿verdad? Caíste como una tonta. Como todas a las que no te querías parecer. Compartiste partidos, magdalenas, risas, muchos abrazosque ahora echas de menos. Y alguna foto. Ninguna decente, claro está, ¿si no qué tienen de divertido?
¿Por qué tuviste que caer? Todos sabemos que eres torpe, pero podrías haberte ahorrado el tropiezo. El camino era liso, sin ninguna piedra, por pequeña que fuera. Me había cerciorado de ello. Parece que el destino quería castigarte. Y aún parece desearlo. Algo habrás hecho mal, ¿no? ¿En tu otra vida, quizás? Enamorarte de alguien es el peor castigo que te pueden poner. Alguien no correspondido, claro está.
Pero lo supiste llevar. Ni bien ni mal. Lo supiste llevar y ya está. Al menos durante los trece primeros años. ¿Qué te pasó después, eh? ¿Te debilitaste? Ibas muy bien. Trece años son muchos años. ¿Qué más te daban otros trece? ¿Otros veinte? Toda la vida habría bastado también. Pero no. Eres tan torpe como débil. Eres insignificante ahora mismo. ¿Tú también lo piensas, verdad? Que sí, que nos conocemos. Es en las pocas cosas en las que estamos de acuerdo.
¿Y ahora qué harás? ¿Eh? Al menos la culpa no recae sobre ti. Al menos no el cien por cien. Dejémoslo en cincuenta y cincuenta. No involucremos a más personas, ¿sí?
Volviendo a la pregunta: ¿que harás? ¿Contárselo? No me seas idiota. Ni se te ocurra. Seguro que ya lo sabe. Ya te sientes bastante mal como para añadir un extra de estupidez. Aguanta. ¿Que no puedes? Te creía más fuerte, querida. Catorce años, recuerda.
Pues intenta olvidar. ¿Tampoco puedes? ¿Y si te golpearas la cabeza contra algo duro? Amnesia. Le olvidarías. Para siempre. Aunque no quieras. Es tu elección, no la mía. Yo soy sólo un observador, un comentarista.
Tú verás lo que haces. Yo más no puedo hacer. Siempre estuve manteniéndola a raya. La tristeza y yo nunca fuimos amigos. Demasiada oscura para mi gusto. Y lo hice por ti. Traté de lidiar con ella, de hacer un pacto. Pero yo también me he cansado de no llegar a un acuerdo. De que nos asalte en el momento menos esperado.
¿Y ahora me pides un consejo más? Siempre odiaste el invierno. Ahora sé tan fría como él.
Ya lo he dicho. Tú eliges.
Pero qué mentirosa eres.
Catorce años y demasiados días para contarlos. Desde que lo viste en aquel patio. ¿O fue en el comedor, cuando tenía el babi lleno de comida? ¿O fue cuando ambos jugaban en la casita? ¿O fue cuando te eligió para jugar al fútbol con él? ¿O fue cuando intercambiaban tazos? Fue en algún momento, pero no recuerdas cuando. Qué mala memoria. En cuanto aquella figurita de pelo rubio se cruzó en tu camino caíste. Qué inocente parecía en ese entonces, ¿verdad? Caíste como una tonta. Como todas a las que no te querías parecer. Compartiste partidos, magdalenas, risas, muchos abrazosque ahora echas de menos. Y alguna foto. Ninguna decente, claro está, ¿si no qué tienen de divertido?
¿Por qué tuviste que caer? Todos sabemos que eres torpe, pero podrías haberte ahorrado el tropiezo. El camino era liso, sin ninguna piedra, por pequeña que fuera. Me había cerciorado de ello. Parece que el destino quería castigarte. Y aún parece desearlo. Algo habrás hecho mal, ¿no? ¿En tu otra vida, quizás? Enamorarte de alguien es el peor castigo que te pueden poner. Alguien no correspondido, claro está.
Pero lo supiste llevar. Ni bien ni mal. Lo supiste llevar y ya está. Al menos durante los trece primeros años. ¿Qué te pasó después, eh? ¿Te debilitaste? Ibas muy bien. Trece años son muchos años. ¿Qué más te daban otros trece? ¿Otros veinte? Toda la vida habría bastado también. Pero no. Eres tan torpe como débil. Eres insignificante ahora mismo. ¿Tú también lo piensas, verdad? Que sí, que nos conocemos. Es en las pocas cosas en las que estamos de acuerdo.
¿Y ahora qué harás? ¿Eh? Al menos la culpa no recae sobre ti. Al menos no el cien por cien. Dejémoslo en cincuenta y cincuenta. No involucremos a más personas, ¿sí?
Volviendo a la pregunta: ¿que harás? ¿Contárselo? No me seas idiota. Ni se te ocurra. Seguro que ya lo sabe. Ya te sientes bastante mal como para añadir un extra de estupidez. Aguanta. ¿Que no puedes? Te creía más fuerte, querida. Catorce años, recuerda.
Pues intenta olvidar. ¿Tampoco puedes? ¿Y si te golpearas la cabeza contra algo duro? Amnesia. Le olvidarías. Para siempre. Aunque no quieras. Es tu elección, no la mía. Yo soy sólo un observador, un comentarista.
Tú verás lo que haces. Yo más no puedo hacer. Siempre estuve manteniéndola a raya. La tristeza y yo nunca fuimos amigos. Demasiada oscura para mi gusto. Y lo hice por ti. Traté de lidiar con ella, de hacer un pacto. Pero yo también me he cansado de no llegar a un acuerdo. De que nos asalte en el momento menos esperado.
¿Y ahora me pides un consejo más? Siempre odiaste el invierno. Ahora sé tan fría como él.
Ya lo he dicho. Tú eliges.
domingo, 20 de noviembre de 2011
Que el mes se me hace largo sin ti
Ey tú, ¿te acuerdas de mi? Vaya pregunta más estúpida. Bueno, todas las conversaciones lo fueron, así que no te sorprenderá que te diga otra tontería más. Otra de las mías, de las que en algun momento creí que te gustaban, de esas que tu seguías con sarcasmo. Y tú mientras...tú sonrieme y contéstame bobadas, para que podamos acabar discutiendo como siempre. Y ahora...ya lo tengo. Desconectate sin decirme nada. Así mañana yo te volveré a hablar. O pon que se te fue la conexión. Vuelve a hacerme sonreir como siempre conseguias hacerlo. Mejor aún, vuelve a mentirme con esas mentiras que tanto me gustaba creerme. ¿Te acuerdas ya de quien soy? Si, soy exactamente esa que se sabe cada uno de tus movimientos, esa que desgasta tu nombre de tanto que aparece por su cabeza, esa que gritaría desde lo más alto de una montaña que te quiere, aunque tenga vértigo. Esa que te regalaría un despertador que sonase con su voz para que te acordases de ella cada mañana, y que hizo lo imposible para que pudiera haber algo entre nosotros, aunque solo fuese amistad. Esa que se sabría de memoria tu número de teléfono si te hubieras dignado a dárselo. Esa que probablemente halla triplicado las visitas a tu perfil desde que te conoció. Esa a quien tu sonrisa la persigue y a quien le tiemblan las piernas cuando la miras. Probablemente sea esa única persona del mundo a la que le gusta tu voz. ¿Quieres la pista definitiva? Esa a la que tú no echas de menos pese a llevar un mes sin dirigirla la palabra.
jueves, 17 de noviembre de 2011
Que es la jodida perfección.
+Les gusta a todas, y eso yo lo se. Y si no a todas al 99%. Esta bueno que te cagas, es super simpático y tiene una mirada que hace que te tiemblen las piernas. Que yo lo entiendo, y que si me gusta a mi igual os puede gustar a los demás. Porque ni sois ciegas ni sois gilipollas. Y que es la jodida perfección, y que por mucho que me guste yo no puedo reclamarle como mi propiedad. Y que si en algún moemnto tu a el le gustas y juntos sois felices pues enhorabuena. Porque si el es feliz yo estoy encantada, y porque el se merece ser feliz. Y si lo es contigo mejor que con cualquier furcia que le pueda hacer daño.
-Que yo nunca tendré nada con el por el mero echo de que tu estas pillada!
+Pues eso es una gilipollez, porque coma ya te he dicho, por mucho que me guste no es mio. Y creeme que prefiero que este contigo a con cualquiera que le pueda hacer daño. Porque si hay algo que yo no puedo soportar es verle mal. Mira, cuando el me contó hace un tiempo que estaba rayado y estaba mal y eso...si te cuento lo mal que me sentí yo no te lo imaginas. Y si lo vuelve a pasar yo me muero. Porque no sabes lo que es pasar un puto día sin ver su sonrisa. Es que...no se, el domingo hará un mes que no hablo con el y no estiendo como coño hemos llegado a esto.
-Tú habla, desahógate.
+Pero es que que lo diga no va a cambiar nada. Mañana voy a volver a ir al colegio y le voy a volver a ver. Y el va estar hablando contigo, con ella, con sus amigos, con gente a la que quiere o aprecia. Y yo voy a seguir mirándole como una gilipollas esperando que me mire una milesima de segundo o que se acuerde de que existo. Que me diga un triste "hola" para saber que al menos a pensado en mi un instante. Dejándome la piel en volver a tener lo poquisimo que teníamos, pero que yo no necesito más. Y el va a seguir su vida feliz, sin mi, quedándome atras tirada como una mierda, como una lapa que se le acoplo un par de semanas. y yo no le puedo culpar. No se si tu estarás de acuerdo, pero yo creo que ya me he arrastado más que suficiente. Que esta claro que el por mi ya no te digo cariño, es que no siente ni aprecio. Que si yo mañana me suicido a el se la sudaría totalmente.
martes, 15 de noviembre de 2011
El corazón y la razón no se llevan bien, pero lo intentan.
Te despiertas derrumbada, piensas que porqué no se acabará el mundo de una vez, que porqué esperar 1 año más pudiéndose acabar ahora que es cuando tú más lo necesitas. Sin ganas de nada, con la cabeza agachada, sin apetito alguno, te miras al espejo y intentas reírte de ti misma pero no lo consigues, ya no te sale ni una misera y pequeña sonrisa. Suena tu canción preferida en la radio, otras veces te hubieras puesto a bailarla y a cantarla como una loca pero hoy no, hoy ni siquiera la tarareas. Enciendes el móvil, muchas llamadas perdidas, mensajes preguntando por ti. No les contestas, no devuelves las llamadas, no les das ni un simple toque para que sepan que estas viva; total, ¿para qué ? Ahora es cuando te gustaría que alguien te recordará lo que vale la vida, que te diga que sonreír es fácil, y reirse aún más. Que no hay problemas sin solución, ni cosas imposibles. Los ogros y las brujas malvadas se quedan en los cuentos, y los príncipes azules no existen, tienes que buscarlos verdes. Si besas a las ranas, no se convierten en personas, si no que hacen que vomites. De sueños se vive, pero muy pocos se hacen realidad. El corazón y la razón no se llevan bien, pero lo intentan. Enamorarse es fácil, olvidar ya es más difícil...
Sigo siendo la niña tonta.
Siento decirte que no soy la misma niña tonta de antes, sí, sigo viendo Disney Channel y soñando con Aladdin. Vale,también me encanta hacer pompas que luego yo misma destruiré, y imaginarme finales distintos para todo tipo de cuentos. Joder sí, creo en las hadas y en cualquier ser mitológico, porque sí, la magia también existe. Exceptuando todo eso y alguna cosa más, he cambiado. Ya no me rompen el corazón fácilmente, de hecho soy yo la que va matando ilusiones. No me importa tanto lo que digan los demás, si critican yo no me quedo atrás. No pretendo seguir siempre la moda, pero sigo buscando mi propio estilo. Y sí, tengo personalidad, aunque me cueste hacerte verla . Hace mucho tiempo que no me jode nadie, porque me he hecho más dura, ya sabes, de golpes una se hace más fuerte. Me desmadro más de la cuenta, y no me gusta que me echen la bronca, pero total...haré lo que quiera. He aprendido a vivir la vida a base de putadas, de puñaladas, de odio y de rencor... se podría decir que he sido como el Fenix, he resurgido de mis cenizas..y el mismo fuego que acabó conmigo será el que me ayude a acabar con los demás. ¿Tienes miedo? No lo tengas, sí soy yo; la niña tonta de antes, la niña tonta de siempre.
Me parece cruel que jueguen con nosotros de esa manera. Hacen que tengamos vida,que la llenemos de recuerdos buenos y poco a poco olvidemos los malos,nos dicen que cojamos cariño a las personas,a unas más que a otras. Que nos enamoremos, que nos ilusionemos. Luchamos por un sueño imposible, y nunca llegamos a ser felices. En definitiva, quieren que seamos perfectos y que no cometamos errores. Lo que no saben es que la perfección no es un término que viene en nuestro diccionario.
Solo pido sonrisas.
Lo peor de este mundo es no ser sincera contigo misma, y aún peor no serlo con los demás. Lo peor es levantarte cada mañana y ver a otra persona en el espejo que no puede compararse contigo. Es fingir lo que no eres por miedo a no encajar. A ahogar tus penas con la almohada y quedarte con todo lo malo. Es intentar cambiar el mundo, y de un modo u otro terminar cambiando tú. No le pido nada al mundo porque sé cómo va y no me puedo quejar. A penas me conformo con tener a alguien, a alguien que estoy segura que me quiere y que siempre permanecerá. En realidad me considero afortunada por que no solo tengo a alguien tengo a varios más. Estoy de acuerdo cuando dicen que “Los amigos se cuentan con los dedos de las manos” porque es verdad, porque día a día te das cuenta de que es lo que merece la pena y lo que no, quien va a estar ahí y quien no, en definitiva, quien te quiere y quien no. No pido nada al mundo, solo sonrisas. Y es que ver reír a los demás me produce felicidad. Hace que me sienta liberada, orgullosa, contenta de saber que alguien cerca de mí puede sonreír. Que de algún modo se te pega, te obliga a unirte, a formar parte de algo que por suerte hacemos todos, soñar. Lo cierto es que soñar ya no te llena, es más te agobia, te obliga a pensar que por mucho que quieras, no todo se hace realidad, y que de algún modo, nunca nada llegará a ser como lo quieres ver.
No hace falta ni una isla ni nada.
-¿Alguna vez has soñado qué tenías una isla propia? Qué la mitad de la isla fuera tropical y la otra mitad estuviera cubierta de hielo.Calor para los días que te apetece vestir con sandalias y darte un baño. Frío para los días en los que quieres encender la chimenea y tumbarte junto al fuego para ver una película. Tener piscina, playa y tu propia pista de patinaje a tan solo unos metros de distancia. Montar toda clase de fiestas e invitar a todo el mundo a pasarlo bien. ¡Sería fantástico! ¿No crees?
+Sí y no.
-¿Por qué?
+¿Tú estarías allí?
-Si tú quieres que esté, sí.
+Entonces no hace falta que sea ni una isla, ni nada. Si estás tú, todo es fantástico.
+Sí y no.
-¿Por qué?
+¿Tú estarías allí?
-Si tú quieres que esté, sí.
+Entonces no hace falta que sea ni una isla, ni nada. Si estás tú, todo es fantástico.
Será como si nunca te hubieras ido.
Nunca estábamos de acuerdo en absolutamente nada, si yo decía blanco tu decías negro. Si yo me decidía tú te echabas para atrás. Nunca conocimos un punto medio, o nos queríamos
a más no poder, o no queríamos ni vernos. Éramos incomprensibles para el resto de la gente, éramos como esos bichos raros que nadie comprende ni quiere hacerlo. Casi nunca tuvimos días buenos, pero cuando los tuvimos los supimos aprovechar. Y a pesar de los malos momentos tú me enseñaste a disfrutar de cada etapa de la vida, me enseñaste a valorar los buenos momentos, las sonrisas, las palabras de aliento. Me enseñaste a levantarme después de cada caída, me enseñaste a sonreír a la vida y a buscarle un lado bueno a todo. Pero ahora, tú no estás y no encuentro motivos por los que alegrarme de ello pero, a pesar de no encontrarlos prometo no venirme a bajo ¿Sabes por qué? Porque cuando piense en ti, voy a intentar sonreír como cuando estaba contigo, cuando sienta que me faltes buscarte tus conversaciones y en el fondo será como si nunca te hubieras ido.
lunes, 14 de noviembre de 2011
Como...pues de ese estilo.
¿Alguna vez te has levantado y has olido a magdalenas recién hechas? Pues mejor. Mejor que esas mañanas que te levantas sin nada que hacer, y que esos baños de espuma que duran horas. Mejor que los preparativos antes de las fiestas del colegio, y que bailar y cantar bajo la lluvia. ¿Alguna vez has sentido tal grado de felicidad que no has podido contener un grito, y has tenido ganas de abrir los brazos y de lanzarte por un acantilado? Mejor aun. Mejor que una noche de desfase, que pintarte los brazos con tus amigas y que escuchar música a todo volumen. Así de increíble es tu sonrisa.
No te quiero. Nos quiero.
Es dificil escribir por qué te quiero. Supongo que será porque después de mucho tiempo, por mucho que algunas cosas hallan cambiado, los sentimientos no lo han echo. Te quiero porque cuando estoy echa un lío, los demás solo piensan en mis fracasos, tú me recuerdas mis victorias. te quiero porque aunque nieve, granice, o halla 40 grados, nunca se me quitarán las ganas de estar abrazada a ti, en cualquier lugar del mundo. Te quiero porque te empiezo a echar de menos en el momento en el que nos mandamos el último beso, y cada uno se va en una dirección. La verdad es que es dificil dar un solo por qué, ya que podría escribirte kilómetros y kilómetros de razones, o simplemente reducirlo a 'porque sí'. Te quiero porque somos imperfectamente perfectos. Te quiero porque día a día, voy descubriendo que tú no me necesitas tanto como te necesito yo a ti. Tambien porque cada día sin ti, no es nada más que otro día perdido. Te escribo porque mientras te escribo esto se que mi nombre no ha cruzado tu mente. Te quiero, probablemente, porque me gustan los retos.
sábado, 12 de noviembre de 2011
No te engañes.
Porque a lo mejor, ser feliz no es reír a carcajada limpia a todas horas. Probablemente no sea vivir al límite, y no acordarte a la mañana siguiente. Soñar, no es no despertar y no ver la realidad. Un rollo, no siempre es un "aquí te pillo, aquí te follo". Porque a lo mejor, beber no es emborracharse o perder el control, y respirar no siempre es tan necesario. Y esque todo depende de como lo mires.
Subir la cuesta de enero, no es escalar una montaña, solo sobrepasar un pequeño bache. Buscar a la persona indicada, no es probar miles de bocas, sino entender millones de corazones. Sentir cosas nuevas, no es visitar distintas camas cada día. Sonreír y que te sonrían, no tiene porque ser sincero, simplemente amable. Hacer ejercicio, no siempre es síntoma de un complejo escondido,. Querer, no siempre duele, a veces satisface. Querer, no siempre es bonito, a veces es lo mas horrible que te puedas imaginar. El amor, es fácil de fingir, pero imposible de engañar. Robar cuatro besos tontos y cien pecados capitales, regalar cinco te quieros... y ninguno sincero.
Subir la cuesta de enero, no es escalar una montaña, solo sobrepasar un pequeño bache. Buscar a la persona indicada, no es probar miles de bocas, sino entender millones de corazones. Sentir cosas nuevas, no es visitar distintas camas cada día. Sonreír y que te sonrían, no tiene porque ser sincero, simplemente amable. Hacer ejercicio, no siempre es síntoma de un complejo escondido,. Querer, no siempre duele, a veces satisface. Querer, no siempre es bonito, a veces es lo mas horrible que te puedas imaginar. El amor, es fácil de fingir, pero imposible de engañar. Robar cuatro besos tontos y cien pecados capitales, regalar cinco te quieros... y ninguno sincero.
Ser perfectos y equivocarse en el intento.
Medir la felicidad por unos ojos que rebosan alegría, una sonrisa despampanante o una risa incontenible. Tener como finalidad ser perfectos y equivocarte en el intento. Darte cuenta de que siendo perfectos arruinaríamos el sentido de la vida; el superarnos día a día y el poder ir restando defectos a medida que vamos aprendiendo. Por eso a mi me encanta ser imperfecta y vivir de verdad, me encanta ver como supero mis dificultades y como paso de todo el mundo cuando intentan joderme. Me encanta plantarme un sábado por la noche en la fiesta de turno con mis 15 centímetros de tacón, mi vestido más corto y con los labios del rojo pasión más chillón que he encontrado en toda la tienda, y ver como todos me observan con esas miradas de desaprobación, de asombro y, con un poco de suerte, de envidia. Pero, ¿sabéis cuál es mi consuelo? Saber que yo sí sé vivir y ellos NO.
viernes, 11 de noviembre de 2011
Me da igual, cualquier lugar es bueno.
Cualquier lugar es perfecto para estar a tu lado, cualquier lugar, cualquier momento. ¿Pero... qué te parece París, en la Torre Eiffel, bajo ella, dándonos un beso? ¿O qué tal en Nueva York, en lo más alto de la Estatua de la libertad, mientras me dices te quiero? ¿Y en Hollywood? ¿Subirnos a lo más alto del mirador mientras vemos como toda la ciudad de Los Ángeles anochece? ¿La verdad?, me da igual. Vámonos a París, Nueva York, Hollywood, Londres... o a Australia. me da igual si nos ven besándonos los canguros. Vayámonos al sitio más apartado del mundo y allí repiteme lo que me dijiste aquel día. Mírame a los ojos y dime que, realmente, no puedes vivir sin mi.
Ciertamente, nadie me mandó quererte.
No se si eres tú con tu perfección o soy yo quien tiene toda la culpa. Lo más seguro es que sea yo, porque nadie me mandó que te quisiera en la forma en la que te quiero. A la vez, también te odio del daño hecho, te odio con todas mis fuerzas pero te aseguro que te quiero el doble. Que sí, que soy muy tonta, que estoy gastando el tiempo que con una vez vale, pero a mi no me sirvió y de tanto caerme ya me han salido moratones. Puedo decir que ya no me importas, que me das igual, pero es que eso no me lo creo ni yo. Que no hay día que no pueda estar sin verte. Que necesito verte, día a día, aunque sea un solo minuto, pero lo necesito. Que daría lo que fuera por estar contigo, por ser yo quien fuera la dueña de tus sonrisas, pero no, no puede ser, y tampoco voy a decir que eres mi vida, porque mentiría, pero que eres una gran parte de ella... eso tenlo claro.
No se puede confiar en cualquier idiota.
Que no se puede confiar en el primer idiota que viene y te dice "te quiero". No se puede regalar tu corazón al primero que pasa y que finge apreciarte, que ni siquiera quererte, un poquito. Porque el corazón no viene envuelto en papel de burbujitas, y tampoco tiene la etiqueta de "FRÁGIL", aunque debería. Y se rompe, y luego es muy difícil de arreglar. Aunque lo pegues, solo serán remiendos caseros para daños irreparables. Ni con todo el amor del mundo se puede arreglar un corazón una vez destrozado. No se puede confiar ya en ninguna de las palabras que me dijiste. Si me has mentido en tantas cosas ¿porque iba a pensar que el resto son verdades? Ahora ten el valor de decir que no me mentías. Suponiendo que te creyera, te pones aun en peor situación. Si eso fuese cierto, si no me hubieses mentido...te has traicionado a ti mismo. Has traicionado a lo que decías pensar y a lo que decías sentir. ¿Pero sabes qué? Que no eres el primer gilipollas que me encuentro, y sé bien que no serás el último. Que me puedes llenar de rasguños, pero que al corazón todavía no has llegado.
jueves, 10 de noviembre de 2011
¿Sabes que eres mi jodida tormenta preferida?
-¿Sabes? Ella era un verdadero huracán.
+Y ahora viene cuando me dices la chorrada esa de que puso patas arriba tu vida ¿no?
-¿Mi vida? Si solo hubiese sido la mía tan solo te diría que fue una fuerte tempestad.
+¿Entonces por qué dices que fue un huracán?
-Lo digo porque cuando sonreía no lo hacía de lado y disimuladamente si no que lo hacía de oreja a oreja. Cuando se reía medio mundo se enteraba de que lo estaba haciendo, y tengo que admitir que siempre lo hacía en el momento menos oportuno, pero nunca la importó. Si en vez de ir saltando de lado a lado, caminaba, te aseguro que tenía un mal día. Era lo más cabezota que te puedas imaginar, si se le metía entre ceja y ceja que tenía que hacerte reír era capaz de acabar tirada en el suelo haciéndote cosquillas con tal de conseguirlo. Era la persona más vaga que te pudieras echar a la cara, pero si tenía que recorrer medio mundo por quienes la importaban, no dudes que lo haría. Ella era rara, pero siempre fue feliz. Le encontraba el lado positivo a todo y siempre vivía al límite. Siempre improvisó, nunca le gustó pensar en el futuro. Tenía claro que si lo intentabas con muchas ganas, serías capaz de volar. Ella siempre estuvo segura de sí misma. Digo que fue un huracán porque no puso patas arriba mi vida, puso la mía y la de todas las personas que la vieron alguna vez sonreír.
+Y ahora viene cuando me dices la chorrada esa de que puso patas arriba tu vida ¿no?
-¿Mi vida? Si solo hubiese sido la mía tan solo te diría que fue una fuerte tempestad.
+¿Entonces por qué dices que fue un huracán?
-Lo digo porque cuando sonreía no lo hacía de lado y disimuladamente si no que lo hacía de oreja a oreja. Cuando se reía medio mundo se enteraba de que lo estaba haciendo, y tengo que admitir que siempre lo hacía en el momento menos oportuno, pero nunca la importó. Si en vez de ir saltando de lado a lado, caminaba, te aseguro que tenía un mal día. Era lo más cabezota que te puedas imaginar, si se le metía entre ceja y ceja que tenía que hacerte reír era capaz de acabar tirada en el suelo haciéndote cosquillas con tal de conseguirlo. Era la persona más vaga que te pudieras echar a la cara, pero si tenía que recorrer medio mundo por quienes la importaban, no dudes que lo haría. Ella era rara, pero siempre fue feliz. Le encontraba el lado positivo a todo y siempre vivía al límite. Siempre improvisó, nunca le gustó pensar en el futuro. Tenía claro que si lo intentabas con muchas ganas, serías capaz de volar. Ella siempre estuvo segura de sí misma. Digo que fue un huracán porque no puso patas arriba mi vida, puso la mía y la de todas las personas que la vieron alguna vez sonreír.
Escribir.
Todo esto pasó mientras escuchaba la canción que un chico enamorado de una mujer le dedicó a una niña enamorada del amor. Esta sensación, sí, justo esta… Los dedos, acariciando las teclas, sin fuerza, deslizandose entre un mundo de letras, bailando con las palabras que soy capaz de imaginar, la sonrisa de sentirme capaz de hacer lo que quiera, los parpados pesados… La necesidad de decir algo, de contar cualquier cosa, de escribir algo que supere mis propias espectativas, de inventar, de crear, de sentirme capaz de contarle al mundo todo lo que se me ocurra, de decir ‘’ei, estoy aquí’’, dispuesta a luchar, a llegar donde a mi me de la gana, cumplir lo que me proponga, cruzar el mar volando y llegar hasta el cielo nadando, que yo sonría y tu sonrías, que yo finja y tu me creas, que yo te escriba y tu me leas.
¿Qué me ha enseñado la vida?
Que la muerte siempre llega, que en el amor todo es posible, que cada decision que tomamos, por mínima que sea, afecta al resto. Que hay quien se asusta si pierde el control y que hay quien disfruta con ello. Que hay días grises y noches blancas. Que cuando te crees libre, te atan de manos y piernas. Que la venganza se sirve fría, aunque no sirve de nada. Que el odio hay que sacarlo, que el amor también, aunque siempre te guardarás un poquito para los restos. Que de todo lo que digo, el 70% está equivocado, pero, ¿y qué? La vida me ha enseñado que hay que ser fiel uno mismo, no intentar cambiar por nadie, excepto si tu alma te lo pide. Y, en cualquier caso, ser consciente de ese cambio e ir acorde con él. Que, por mucho que cambies, nunca has de olvidar quien eres, de donde vienes y, por supuesto, nunca sabrás a donde vas. Y si lo sabes mal asunto, pues es mejor fluir con el espacio y el tiempo, no forzar nada, pero tampoco frenarlo. Que si se te planta un muro delante tienes que tirarlo, aunque sea a cabezazos. Que todo lo que he hecho lo he hecho con un sentido y por una razón y no me arrepiento de nada, ni de mis hechos ni de mis palabras.
Me apeteces.
Tengo un problema. Tú eres mi problema. Eres el causante de que me sienta la peor persona del mundo, y todo porqué, te estarás preguntando, porque al principio pensaba que eras un idiota, después me sacaste una sonrisa y no sé porqué pero ahora no hay noche en la que no piense en ti, en la que no me acuerde de algo que está directamente relacionado contigo. Siempre hay algo que hace que piense lo nuestro. Lo odio, odio saber que dependo de ti. Odio saber que dependo de alguien, pero lo peor de todo es que ese alguien eres tú. Tú, que nunca lees nada de lo que escribo. Tú que estás tan tranquilo ignorando lo que una idiota como yo puede llegar a sentir por ti. Tú que consigues hacerme sentir tan bien. Tú, tú, tú... Vamos, ven. Me apetece pelearme contigo una vez más y recordarte cuánto te odio. Me apetece escucharte de nuevo. Me apetece que me susurres al oído. Me apetece que me roces y millones de reacciones químicas recorran desde la primera base nitrogenada de mi ADN hasta la mayor macromolécula que puedo poseer. Me apeteces. Me apeteces. Me apeteces. Me apetece escribirlo: Me apeteces.
Ayer volví a soñar con él.
Ayer volví a soñar con él; era invierno y me llevaba con los ojos vendados a un ventanal por donde se veía el paisaje mas bonito que he visto en mi vida. En el sofá blanco lino había una sola manta para dos, enfrente, había colocado dos tazas de chocolate humeante, todo era precioso, perfecto. Se acurruco a mi lado y no hablamos, me observaba todo el rato, hasta que me dijo "no soporto mas tu perfección, lo siento, pero te tengo que besar" me eche a reír, entonces me beso, sentí unas mariposas que querían salirse de mi corazón, y lo lograron revolotearon por todo mi estomago, por todo mi cuerpo, hasta llegar a la punta de los pies. Todo aquello era... es algo imposible de olvidar.
Turu turu.
Es algo...como mágico. Algo que se te mete por debajo de la piel y que te produce escalofríos, pero que a lo vez eleva cientos de grados tu temperatura corporal. Te prepara para poder besarte con él bajo la lluvia si se diera la ocasión y no por ello congelarte. Dicen que te provoca una sonrisa permanente, pero en realidad solo te la crea para poder luego destruirla con lágrimas. No lo hace con mala intención, así es su naturaleza. Nadie puede escapar de ellos, tarde o temprano nos llega a todos. Es como un cola-cao caliente justo antes de irte a dormir, o como los helados en las tardes de verano. Es también como la musica de las discotecas y a la vez como el perfume de los jardines. Te relaja, te duele y es para beneficio de otra persona. En cierto modo es como sacarte sangre. Es algo único. Algo que pueden aceptar en el momento o huir de él, pero te perseguirá hasta que te alcance. Es una melodía en tu cabeza. Como un turu turu que no se va nunca.
http://www.youtube.com/watch?v=F_KRhq1M0B8
http://www.youtube.com/watch?v=F_KRhq1M0B8
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Muchos de nosotros repasamos la vida justo en el momento exacto, en el cual quieres que termine. Anteponemos cada fallo, cada defecto o cada complejo, antes que los actos positivos o cualquier virtud de los mismos. Insultas y menosprecias todos esos trágicos momentos que metiste la pata hasta el fondo, te derrumbaste y no supiste sobrellevar las malas rachas.
Si te preguntaran ahora mismo una virtud que refleje tu personalidad, quizás y solo quizás, señalarías aquella que es común en la mayoría de los humanos. En todo caso de no nombrar esa cualidad de buena voluntad, no serias capaz de enumerar ninguna. En cambio si te exigieran sacar todo lo malo que contienes…
Siempre se da por supuesto que los fallos no son más que futuras acciones a corregir, esas futuras correcciones acabarán siendo aciertos. Sí, como no. Absolutamente todo ser vivo de este jodido y lamentable planeta sabe que la mayoría de las veces, somos tan tozudos que volvemos a cometer los mismos errores. Queridas víctimas de la vida, el hombre, con todas sus evoluciones tanto físicas como tecnológicas y demás, es tan pobre en sentimiento e inteligencia que si lo compararas con un recién nacido, sería dicho bebé, tu propio tutor legal. El niño por lo menos llorará cuando le retiras su bien más preciado de su cuerpo… siente. Pero a ti, ahora mismo, te retiran esa camiseta que lleva en estos mismos instantes y es un acto reflejo decir “mañana me compro otra”.
Y es que… en este seboso mundo engordado con hipocresía y mentiras lo único que importa soy yo. Egocéntricos patéticos que aturden la cabeza de los más jóvenes con falsas esperanzas sobre sí mismos. No niego que el egocentrismo sea fundamental para sobrellevar esta pesadilla nombrada como vida, por eso mismo los que escaseamos de este noble arte, nos cuesta caminar con todos los errores a cuestas. ¿Qué es ser egocéntrico? No es quererse exteriormente, mucha gente lo confunde, sino interiormente. Solo yo hago las cosas bien, solo me podéis obedecer a mí.
Si te preguntaran ahora mismo una virtud que refleje tu personalidad, quizás y solo quizás, señalarías aquella que es común en la mayoría de los humanos. En todo caso de no nombrar esa cualidad de buena voluntad, no serias capaz de enumerar ninguna. En cambio si te exigieran sacar todo lo malo que contienes…
Siempre se da por supuesto que los fallos no son más que futuras acciones a corregir, esas futuras correcciones acabarán siendo aciertos. Sí, como no. Absolutamente todo ser vivo de este jodido y lamentable planeta sabe que la mayoría de las veces, somos tan tozudos que volvemos a cometer los mismos errores. Queridas víctimas de la vida, el hombre, con todas sus evoluciones tanto físicas como tecnológicas y demás, es tan pobre en sentimiento e inteligencia que si lo compararas con un recién nacido, sería dicho bebé, tu propio tutor legal. El niño por lo menos llorará cuando le retiras su bien más preciado de su cuerpo… siente. Pero a ti, ahora mismo, te retiran esa camiseta que lleva en estos mismos instantes y es un acto reflejo decir “mañana me compro otra”.
Y es que… en este seboso mundo engordado con hipocresía y mentiras lo único que importa soy yo. Egocéntricos patéticos que aturden la cabeza de los más jóvenes con falsas esperanzas sobre sí mismos. No niego que el egocentrismo sea fundamental para sobrellevar esta pesadilla nombrada como vida, por eso mismo los que escaseamos de este noble arte, nos cuesta caminar con todos los errores a cuestas. ¿Qué es ser egocéntrico? No es quererse exteriormente, mucha gente lo confunde, sino interiormente. Solo yo hago las cosas bien, solo me podéis obedecer a mí.
Me río de todos.
Me río de esas chicas que escriben en su tablón que les gusta ser naturales y que les da igual lo que piense la gente y luego son esas que parecen puerta, si, esas a las que el 90% de su belleza se la quitas con un clinex. Que llevan cada detalle conjuntado, y cuando las preguntas dicen que se han puesto lo primero que han visto. Me río de los señores y señoras mayores que cuando te ven pasándotelo bien con tus amigas, como unas locas, murmuran cosas sobre las niñas de hoy en día. Como si ellos nunca hubieran tenido nuestra edad. Me río de ellos simplemente porque han perdido su juventud, no por otra cosa. Me río de los chicos que dicen que no se fijan en el físico y que lo que les importa es el carácter. Permiteme duda que dejases siquiera hablarte a una fea. Me río de esa gente con carreras, posgrados y másteres, que aun no son capaces de tener una opinion propia. Me río de ti, de tu ego y de que te creas el rey del mundo.
Lo admito.
Está bien, lo admito. He llorado para dar pena alguna vez, y he fallado a quienes confiaban en mi. He sido la más falsa de todas y he intentado joder la vida a mucha gente, pero al final nunca he podido. He sido cruel con quien no lo merecía. Lo admito, he dicho enamorarme muchas veces, aunque ninguna fue cierta. He dicho mentiras y me he callado verdades por orgullo y por interés propio. He sido superficial, creída y estupida. No siempre me he comportado como debía. Lo admito, te he querido con cada fibra de mi ser y no es fácil dejar de hacerlo. Está bien, lo admito, me han gustado miles de sonrisas, pero ninguna como la tuya.
Que dos no discuten si uno no quiere.
¿Sabes eso de que dos no discuten si uno no quiere? Si, esa frase que tu madre te repitió ciento y una veces. Que si yo te insulto y tú a mi no la pelea termina tarde o temprano. Pues esto es lo mismo en realidad. Que yo puedo buscarte, tratar de arreglarlo todo, darte cien minutos de mi vida por un solo segundo en tu cabeza, regalarte 15 frases por cada uno de tus "holas" y comportarme como nunca antes lo he echo. Puedo dejar atrás mis principios y mi orgullo, luchar por lo que en algún momento tuvimos. Puedo intentarlo todo. Pero ¿sabes qué? Qué dos no se aman si uno no quiere.
martes, 8 de noviembre de 2011
O le besaba o me suicidaba.
Nunca antes lo había visto tan exageradamente atractivo y atrayente, era superior a mis fuerzas, el deseo de abalanzarme sobre él y besarle era prácticamente incontrolable. Gracias a Dios mis padres me educaron demasiado bien y no me va mucho el rollo ese de perder las formas delante de gente que puede llegar a tener cierta importancia sobre mi autonomía moral. Os aseguro que nunca una persona antes consiguió hacerme perder los estribos de esa manera. No sé qué me gusta de él, nunca lo he entendido y estoy aproximándome a asegurar que nunca lo sabré. Llevaba unos vaqueros rotos, una camisa de manga corta de color negro y unas zapatillas que combinaban a la perfección con el conjunto, es su estilo, es mi perdición. Creo que nunca antes vi, mejor dicho, nunca antes he querido ver, una sonrisa tan inaguantablemente perfecta y deslumbrante, llevaba el pelo alborotado, como siempre, intentando parecer que no le importa su aspecto, insuperable, y estaba mojado por la lluvia. ¿Cuándo pensé que o le besaba o me suicidaba? Cuando le miré a los ojos, no, ni azules, ni verdes ni rosas, marrones, hipnotizadores, podría pasarme toda la noche bailando con su mirada, perdiendome en el laberinto de los ojos más limpios y tentadores jamás vistos. Quizá lo idealice demasiado, quizá sea verdad que empiezo a estar loca, quizá todo sea un sueño, quizá esto todavía no ha pasado. Quizá, quizá..Quizá me muero por besarle.
Vamos.
Vamos a parar el tiempo. Para no perder más del poco que nos queda, vamos a hacer absolutamente todo lo que nos plazca, vamos a ser libres sin depender de nadie, vamos a dar y recibir todo lo que tenemos, vamos a reír el doble de veces que hemos llorado, vamos a jugar a hacer cosas prohibidas, de esas que nunca se nos ocurriría hacer.Vamos a tener que quemar todas las fotos del pasado, para borrar buenos y malos recuerdos, para no pasar malos tragos. Vamos a olvidar el significado de la palabra extrañar. Vamos a crear nuestro propio mundo, componer nuestro silencio, y dirigir la tranquilidad que queramos. Vamos a comernos la vida entera, a pintarla del color que queramos, sin que nadie ni nada nos digan que no podemos.
Vamos a disfrutar una primera y última vez de ser felices.
Vamos a disfrutar una primera y última vez de ser felices.
Sé bastante poco de la vida.
Lo poco que sé de la vida está en los libros que nunca leo. Lo poco que sé de la vida está en los libros que no escribí. Lo poco que sé de la vida se cuenta con un café, se entiende tomando una copa y se olvida tomando dos. Que nadie se me emocione ni albergue falsas esperanzas, porque con lo poco que se de la vida, a duras penas se llena un corazón, por pequeño que sea.
Empiezo por lo que sé con toda seguridad. Sé que, con suerte, te vas a morir una vez. Así que procura no morirte más veces por el camino. No hay nada peor que esa gente que se va muriendo antes de morirse del todo. Para evitarlo, te regalo un método infalible. Mientras tú vayas decidiendo, todo está bien. El día que dejes de decidir, ese día, cuidado, porque la habrás palmado un poco. Ten siempre más proyectos que recuerdos, es la única forma que conozco de mantenerse jóven. Olvídate de la patraña esa de ser feliz, ya te puedes dar con un canto en los dientes si llegas a ser el único dueño de tus propias expectativas. Que hay que dedicarse a algo de lo que jamás te quieras jubilar. Por mucho que te cueste pagar las facturas. Por mucho que en las reuniones de antiguos alumnos te miren mal. Es mejor dedicarse todo una vida a algo que te divierte, pese a no llegar a fin de mes, que pasarte un sólo día trabajando únicamente por dinero.
Entre lo poco que sé de la vida, también te diré que nada de todo esto vale a pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ése es el verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje ha hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va. Ojalá ames mucho y muy bueno, incluso a riesgo de ser correspondido. Que desees y seas deseado, que se frustren todas tus esperanzas, y que acabes descubriendo que la única forma de recobrar el primer amor, que es el propio, es en brazos ajenos. Dos emociones inútiles asociadas al pasado, arrepentimiento y culpa, y una emoción inútil asociada al futuro, la preocupación. Cuanto antes te desprendas de las tres, antes empezarás a apreciar lo único que tienes.
Qué más...ah, sí. Sé que al menos un amigo te va a traicionar, otro será traicionado por ti, y que te pongas como te pongas, los que no hayas hecho antes de los treinta, ya jamás pasaran de buenos conocidos. Cuenta sólo con los tres principales, porque a partir de ahí, todo es mentira.
Para terminar, y hablando del tema, déjame que te presente a tu mejor enemigo. Se llama miedo. Quédate con su cara, porque va a estar jodiéndote de ahora en adelante. Miedo al fracaso. Miedo al qué dirán. Miedo a perder lo que tienes. Miedo a conseguirlo. Miedo a saber poco de la vida. Miedo a tener razón.
Empiezo por lo que sé con toda seguridad. Sé que, con suerte, te vas a morir una vez. Así que procura no morirte más veces por el camino. No hay nada peor que esa gente que se va muriendo antes de morirse del todo. Para evitarlo, te regalo un método infalible. Mientras tú vayas decidiendo, todo está bien. El día que dejes de decidir, ese día, cuidado, porque la habrás palmado un poco. Ten siempre más proyectos que recuerdos, es la única forma que conozco de mantenerse jóven. Olvídate de la patraña esa de ser feliz, ya te puedes dar con un canto en los dientes si llegas a ser el único dueño de tus propias expectativas. Que hay que dedicarse a algo de lo que jamás te quieras jubilar. Por mucho que te cueste pagar las facturas. Por mucho que en las reuniones de antiguos alumnos te miren mal. Es mejor dedicarse todo una vida a algo que te divierte, pese a no llegar a fin de mes, que pasarte un sólo día trabajando únicamente por dinero.
Entre lo poco que sé de la vida, también te diré que nada de todo esto vale a pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ése es el verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje ha hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va. Ojalá ames mucho y muy bueno, incluso a riesgo de ser correspondido. Que desees y seas deseado, que se frustren todas tus esperanzas, y que acabes descubriendo que la única forma de recobrar el primer amor, que es el propio, es en brazos ajenos. Dos emociones inútiles asociadas al pasado, arrepentimiento y culpa, y una emoción inútil asociada al futuro, la preocupación. Cuanto antes te desprendas de las tres, antes empezarás a apreciar lo único que tienes.
Qué más...ah, sí. Sé que al menos un amigo te va a traicionar, otro será traicionado por ti, y que te pongas como te pongas, los que no hayas hecho antes de los treinta, ya jamás pasaran de buenos conocidos. Cuenta sólo con los tres principales, porque a partir de ahí, todo es mentira.
Para terminar, y hablando del tema, déjame que te presente a tu mejor enemigo. Se llama miedo. Quédate con su cara, porque va a estar jodiéndote de ahora en adelante. Miedo al fracaso. Miedo al qué dirán. Miedo a perder lo que tienes. Miedo a conseguirlo. Miedo a saber poco de la vida. Miedo a tener razón.
Estaba loca.
Estaba loca de atar. Loca de remate. Loca de la cabeza y de cada poro de su piel suave. Loca de impredecible. De incoherente y contradictoria. Era contraproducente. Estaba tan loca que ni sus propios amigos la entendían. Tan loca que prefería salir de fiesta sola pero era incapaz de salir a pasear sin que alguien le hablara en todo momento. Por eso solía ponerse los cascos para escuchar su canción favorita y vagabundear por las calles durante horas e incluso días imaginando como sería su vida si fuera capaz de seguir las convenciones sociales...
Aprenderás.
Aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad. Comenzaras a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas. Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un adulto y no con la tristeza de un niño. Después de un tiempo aprenderás que el sol quema sí te expones demasiado. Aceptarás que incluso las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas. Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma. Descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla, y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida. Aprenderás que las verdaderas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias.Y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida.Y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir. Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, sí estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian. Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y nunca estaremos seguros de cuando será la ultima vez que las veamos. Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos o dejamos de hacer. Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve. Aprenderás que si no controlas tus actos, ellos te controlaran y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados. Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica. Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te paté cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte. Madurar tiene mas que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos. Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes. Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel. Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede. Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles. Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín en vez de esperar que alguien te traiga flores. Entonces y solo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho mas lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más. Es que realmente la vida vale más cuando tienes el valor de plantarle cara a tus problemas.
Bandera blanca.
Posiblemente lo más sensato sería levantar la bandera blanca, rendirme de una vez por todas. Estoy cansada de equivocarme veinte veces en un solo minuto y así a lo largo del día. Si digo, si hago, si hice o si haré algo mal. La equivocación forma parte del día a día pero no con tanta frecuencia. Cometo errores sin querer. Hablo sin saber. Contesto sin pensar en las consecuencias. Estoy borde sin alguna razón. Lo pago con la gente que quiero pero no lo hago apropósito. Fallo a la gente que confía en mí. Finjo que nada me importa. Una mierda.
Me siento inútil al pensar en todos mis baches, me siento ridícula al llorar, y gilipollas al reír. Me siento estúpida al hablar de mis sentimientos porque creo que a nadie le importan. Soy tonta por creer que la gente cambia pero la verdad es que lo que uno fue, ahora es y en un futuro será. No hay manera de cambiar, como tampoco la hay de retroceder y cambiar el tiempo.
Siempre es verdad que hay gente que es algo perra, que no buscan más que joder a los demás para sentirse importantes; pero cuando esa gente es todo el mundo, el dedo con el que señalabas, ahora cambia de dirección hacia ti.
Me siento inútil al pensar en todos mis baches, me siento ridícula al llorar, y gilipollas al reír. Me siento estúpida al hablar de mis sentimientos porque creo que a nadie le importan. Soy tonta por creer que la gente cambia pero la verdad es que lo que uno fue, ahora es y en un futuro será. No hay manera de cambiar, como tampoco la hay de retroceder y cambiar el tiempo.
Siempre es verdad que hay gente que es algo perra, que no buscan más que joder a los demás para sentirse importantes; pero cuando esa gente es todo el mundo, el dedo con el que señalabas, ahora cambia de dirección hacia ti.
No te lo prometo, porque no puedo.
No puedo prometerte que todo será perfecto, ni que será para siempre, pero sí que haré olvidar tus penas y devolverte la sonrisa. Tampoco puedo prometerte que todo sean momentos felices, sé que habrá miles de momentos difíciles que superaremos juntos. Sé que no te puedo prometer cumplir todas las promesas, pero sí te prometo que haré nuestros sueños realidad. Te prometo los días más hermosos, pero también las batallas más duras. Prometo abrazarte y estar junto a ti. Pero no te prometo las palabras más bonitas, aunque puedo asegurarte que junto a mí nunca será monotonía. Prometo enseñarte cada día algo nuevo. Pero no puedo prometerte todo el tiempo del mundo. Prometo un te quiero nuevo cada noche. Pero no prometo solo ser para ti. Prometo nunca olvidarte y prometo que seré la persona que más te quiera. No puedo asegurarte un mañana, pero sí te aseguro un hoy. No puedo prometerte estrellas, pero sí contemplarlas contigo. Sé que no soy perfecta, pero prometo intentarlo. No puedo prometerte no cometer errores, pero sí apoyarte cada instante.
Él es fuerte, nada lo puede.
Me reconstruí a base de palos, de heridas, de sueños, de ilusiones que me robaste y los besos que me faltan que te regalé. Hago todo lo que puedo para sonreír, pero créeme que cuesta cuando te digo que no puedo al acordarme de él. Lo peor es que fui yo que le dejé marchar, lo decidí porque me rayé sin dar explicaciones, no esperaba que esto acabara por mi decisión. Le imaginaba tan fuerte, tan serio, nadie podría con él; y sabes... sigo pensando que es así, que es fuerte y nadie le derribará nunca, pero que el amor le puede, lo necesita, me necesita como yo a él, no sé que he hecho, perdí lo que encontré cuando lo necesitaba, fue ese vaso de agua cuando me deshidrataba, el alcohol para desinfectar la mayor herida que no te puedas imaginar en mi corazón. Quizás nunca le confesé que para mí era el hombre perfecto por sus defectos y sus virtudes, que sus ojos son impresionantes y su risa es la mejor armonía de todas; que era y siempre será mi ser y si le dejé ir no quiero hacerte regresar para que todo se repita.
¿Sabes lo que quiero?
¿Sabes qué es lo que quiero? Quiero alguien que esté a mi lado hasta cuando nadie sea capaz de estarlo, que me entienda incluso cuando yo no me entiendo, que por las mañanas, al levantarme, me diga lo guapa que estoy. Alguien con quien compartir la pasta de dientes, alguien que me mire, que se eche mucha colonia, que sea alegre y divertido, que sepa contar los días de la semana con los dedos de los pies y no con los de la mano; alguien que al acostarse me dé las buenas noches, alguien que cuente las estrellas por mí. Alguien que teclee muy rápido, que huela a lluvia y a quien le guste el chocolate tanto como a mí, que se ría cuando me ponga celosa, que me preste sus camisas, que use gafas de sol. Alguien a quien le gusten las películas de terror, alguien que me bese bajo la lluvia y me refugie bajo su paraguas, alguien que compre una botella de coca-cola para compartir, que me escriba cartas en color rojo, que use gorros, que duerma en calzoncillos, que se depile las piernas, que le guste leer. Alguien que en las noches de tormenta me abrace muy fuerte, alguien que se siente en el sofá con una manta, alguien que me lea un cuento antes de irme a dormir, alguien que cuando me ponga histérica me grite, que juegue a la consola, que lleve una pulsera y que use boxers. Alguien que en los días que estoy fea me diga que estoy preciosa, alguien con quien viajar a Londres, que le gusten los polos de limon. Alguien que llore conmigo, que me sonría, que me grite, que me cante, que me componga una canción, alguien que me provoque fiebre. Alguien que unte la tostada con chocolate y mermelada, y luego me la deje morder, alguien que use sudaderas anchas, alguien a quien le guste el color morado, que fume, que le guste la historia, que sepa hablar italiano. Alguien que se quede dormido viendo los programas del corazón, que le guste el malibu con fanta de limon, que esté guapísimo con esmoquin. Alguien que no tenga miedo al fuego, que le guste el campo, que masque chicles de menta, alguien a quien le guste caminar por la playa, los niños pequeños y las pizzas. Alguien con quien compartir secretos, alguien que de vez en cuando me llame ‘’princesa’’, alguien que llore, que toque el piano, que tenga la voz grave y se le note la nuez. Alguien que beba el agua a morro de la botella, alguien que odie el pescado, que use calcetines de colores, que me mire a los ojos, que se bañe con mucha espuma, que le guste la fotografía. Alguien que tenga las manos bonitas, que me de besos de esquimal, alguien que cierre los ojos y siga viendo. Alguien que sea olvidadizo, torpe y no tenga vergüenza a cantar en público. Alguien a quien le gusten los besos en la oreja y que le susurren al oído, a quien le guste la filosofía y que entienda a Platón, alguien que sepa hacer tartas. Alguien que cada día me haga saber que me quiere.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)