Me reconstruí a base de palos, de heridas, de sueños, de ilusiones que me robaste y los besos que me faltan que te regalé. Hago todo lo que puedo para sonreír, pero créeme que cuesta cuando te digo que no puedo al acordarme de él. Lo peor es que fui yo que le dejé marchar, lo decidí porque me rayé sin dar explicaciones, no esperaba que esto acabara por mi decisión. Le imaginaba tan fuerte, tan serio, nadie podría con él; y sabes... sigo pensando que es así, que es fuerte y nadie le derribará nunca, pero que el amor le puede, lo necesita, me necesita como yo a él, no sé que he hecho, perdí lo que encontré cuando lo necesitaba, fue ese vaso de agua cuando me deshidrataba, el alcohol para desinfectar la mayor herida que no te puedas imaginar en mi corazón. Quizás nunca le confesé que para mí era el hombre perfecto por sus defectos y sus virtudes, que sus ojos son impresionantes y su risa es la mejor armonía de todas; que era y siempre será mi ser y si le dejé ir no quiero hacerte regresar para que todo se repita.
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