domingo, 25 de noviembre de 2012

No te puedo guardar rencor.

¿Te he dicho alguna vez todo lo que me has enseñado? Me enseñaste a sonreír aunque estuviera jodidamente cabreada, me diste los mejores momentos y me enseñaste la manera de disfrutarlos de verdad. Me demostraste que podía pensar que era el mayor idiota del mundo pero cuando te miraba me volvías a enamorar. Y que podía venir el orgullo, el miedo y el olvido, que nunca iba a estar sola, que mirara bien, que siempre había alguien incluso cuando estas al fondo del pozo, siempre alguien que se cayó antes que tú o que se tiró al ver que te caías.
Y no, no te guardo rencor, gracias a ti aprendí tantísimo que no hay manera de que deseara no haberte conocido.

Donde dije digo, digo Diego.

Rectificar es de sabios. No de cobardes. Rectificar es saber que te has equivocado, es crecer, es tragar tus propios errores para mejorar un poco como persona. Rectificar te hace aprender y ayuda a madurar, pero no es fácil. Yo no rectifico, no me gusta, me da miedo. No quiero que la gente sepa que me equivoco, prefiero que piensen que soy estúpida y defenderé mis ideas hasta el final aunque sepa que son erróneas. Por que cuando rectificas pierdes un poco del control de la situación, y perder el control significa ser más vulnerable. Y vulnerable es débil, y si eres débil la gente te come. Aunque rectificar sea lo mejor, yo no lo hago. Algún día seré capaz de hacerlo o al menos de intentarlo, pero no aún. Ahora aún necesito ser fuerte.

Si no te gusta algo, mira, cambia de camello.

Yo no he venido aquí a agradar a nadie, estoy para hacerme un huequito en el mundo, un lugar donde poder demostrar lo que valgo. No es fácil estar solo pero a veces hace falta; no es tan sencillo como parece aprovechar las oportunidades, muchas de ellas dan miedo porque podrían cambiarte radicalmente tu modo de vida y tampoco sabes si será para mejor o para peor. Aun así, hay que hacerlo. Hay que cambiar, que moverse por el mundo, que demostrar a la gente lo que vales, hay que callar todas esas bocas que un día te dijeron que no podías hacerlo. Estate orgulloso de ti mismo, nunca caigas, que nadie te pueda hacer tocar el suelo, véndate las rodillas una y otra vez si te tiran pero nunca bajes mas de eso, que les jodan a todos los que no tengan la capacidad de apreciar lo genial que eres y rodéate de aquellos que si puedan verlo. Porque tú estas aquí por algo. Algo importante que tienes que conseguir, algún espacio en el mundo reservado solo para ti que tienes que llenar. Y no pueden pararte.

Si la realidad es inaceptable, tu vida tiene sentido.

“Libertad, bonita y extensa palabra llena de significado y a la vez, tan mal entendida. ¿Qué es la libertad? Todos dicen que saben lo que es, que son libres, libres... ¿de qué? Vivimos en una sociedad llena de normas de comportamiento que has de seguir desde antes de tener uso de razón. Desde el preciso momento que no cumples alguna de ellas, eres marcado como radical, inconformista y he dicho inconformista, no libre; porque es difícil ser libre cuando todos aquellos que te rodean marcan los pasos que has de seguir sin pararse a pensar siquiera, si tu quieres pisar por esos suelos. Yo misma, he tenido problemas con ser o querer ser libre y aún con la mayoría en contra, quizás nunca lo sea. Es un estado tan complejo que quizás es una utopía siquiera pensar en serlo. A pesar de todo, día a día, trato de hacer lo que mi mente inconformista dicta y a veces, sólo a veces lo consigo”.

martes, 31 de julio de 2012

Vale más ser fuerte que ser valiente.

 En realidad estaba siendo un poco ilusa, buscaba canciones que me hicieran sentir que estabas más cerca, sabiendo que lo único que podía hacerme sentir más cerca de ti era mirar la Luna, al fin y al cabo, las ciudades no son las mismas, pero la Luna sí, la Luna siempre está ahí para que la miremos a la vez. Nunca sabré si desde tan lejos estarás pensando en mí, en qué estoy haciendo o si te preguntarás si me acuerdo de ti. Aunque supongo que si lo hago es porque hay algo en mi interior que me lo aconseja, o un vacío que hace que no pueda olvidar que falta algo, tal vez sea porque veo tu ausencia en todas partes. Sea lo que sea duele más que dos buenas bofetadas. Sea lo que sea duele como puñales. Pensaba que había llegado a pasar inviernos horrorosos, de esos de los que no se olvidan, de los del frío polar recorriendo mis entrañas. Pero no sabía que en verano también podría llegar a pasar frío, no sabía que algo pudiera llegar a rozarme el alma con un sol abrasador. Nunca llegué a imaginarme que me llegaría a estar preguntando dónde estarías mientras yo contaba los kilómetros. Pero sé que me dirías que no se puede vivir teniendo miedo a unos números que dicen ser distancias. Sé que dirías que ser fuerte vale más que ser valiente o algo por el estilo. Pero nos hemos dado cuenta de que sí. ¿Dirías ahora lo mismo? A veces me pregunto dónde estarías tú mientras yo me desahogo en cuatro renglones mal escritos que no interesan a nadie.

miércoles, 18 de julio de 2012

Importante, por favor, leedlo.

A ver, seré breve. Solo quiero decir un par de cosas. Para empezar, que me encanta que me leáis y que comentáis (aunque comentéis muy poco). También me siento halagada de que uséis mis textos en vuestros blogs, tuentis y todo eso, pero (y esto es lo más importante) POR FAVOR, poned que es mio. El link de mi blog, una referencia, cualquier cosa. Porque no sabéis la rabia que da meterme en internet a buscar uno de mis textos y que me salgan doscientos iguales y...bueno, que sintiéndolo mucho, si vuelve a pasarme y veo que no pone en ningún sitio que sea mio pues tendré que banear al propietario del blog que sea.
Gracias.

martes, 17 de julio de 2012

Es muy probable que seas lo más bonito que hay.

Lo admito. Me encanta ver como sonríes al ver mis mensajes o cuando pasa alguien por las ventanas con el pelo demasiado largo. Como te brillan los ojos cuando muevo el pelo o te susurro que estoy como loca por pasar esa tarde contigo o te miro con ese desdén que en realidad no te tengo. Y adoro como ahora mismo estas frunciendo el ceño porque no sabes lo que significa "desdén", igual que otro millón de cosas que yo adoro explicarte. Y tu manera de morderte las uñas cada vez que me muerdo el labio, o como agitas la cabeza cada vez que te guiño un ojo, o lo bien que quedan todas tus sudaderas con mi color de piel, son cosas que me alegran los días. Y admito que tienes esos ojos capaces de ponerme roja solo con fijarse en mi,  pierdo la compostura cuando me levantas una ceja, no puedo sostener tu miradas más de cuatro segundos y tres milésimas y siento que me desmayo cuando me pellizcas diciéndome lo guapa que estoy sonrojada.

lunes, 16 de julio de 2012

Villanueva de Villaescusa, Santander 2012.

Porque si, porque ha sido genial, con sus cosas buenas y sus cosas malas, sin tener que limpiar los baños pero sin podernos quedar más de las 12. Único como cada una de las personas con las que hemos compartido estos días y cada momento.
El rollerball, el fútbolin humano, los karts, el tiro con arco, la tirolina, el rocodromo, los juegos, la piscina con los masajes y la guitarra de Fer, las noches que casi hablábamos más que durante el día, los despertares "especiales" (desagradables pero...adorables a su manera supongo) y todas esas tonterías que nada podrá superar,
Por lo muchísimo que hemos llorado hoy al saber que es casi imposible que nos volvamos a ver pero es más imposible aún que nos olvidemos unos de otros y....bueno, que echare de menos a mi gentucilla, niños, monitores y a todos en general.
http://www.youtube.com/v/IaqdVrCaO5c
-Otra vez más y os vais al pasillo ¿eh?
-¿Quieres un submarino? +¿Qué es eso?
-¿Quieres una tarta? +Si -¿Con quién la compartirías? +Contigo guapo.
-Ala, al pasillo +¡No!¡Que está el frío suelo!
-Venga, chúpala el pie.
-¿Los mudos se ríen?
-Tienes una mancha
-Subo y les rajo a todos eh?
-EL MAPALE
http://www.youtube.com/v/XHmOqI_n7KY
http://www.youtube.com/v/VQaGza8sz3c
http://www.youtube.com/v/JegCWGmeqbk
http://www.youtube.com/v/IaqdVrCaO5c
http://www.youtube.com/v/IaqdVrCaO5c

Sólo somos recuerdos.

Da igual lo que te esfuerces en sentir, dan igual las ganas que le eches para olvidarte de todo, que todo seguirá ahí, y que un nudo en la garganta siempre ahoga. Las sonrisas solo acaban encerradas en fotografías, y los buenos momentos solo son recuerdos. Que los cambios nos asustan, pero parte de la vida es aprender a olvidar, aunque cueste. No puedes buscarle respuesta a aquello que no la tiene. El tiempo no perdona. Los relojes no esperan. La rutina agobia. Y tus ganas de soñar son insaciables.

domingo, 27 de mayo de 2012

Me derrumbé antes que tú.

Mira, que no. Que no se puede seguir huyendo eternamente y las cosas hay que enfrentarlas tarde o temprano. Aguanté menos que tú, soporte menos tiempo esta tontería de ocultar los sentimientos y me derrumbé antes, aunque parezca que sigo aquí. Y lo he intentado, porque yo nunca he sido de las que se rinden, pero no puedo olvidarte. Y hubo un tiempo que me pareció posible pero ahora cada vez que te veo duele más, y no es fácil. Si fuese luchar contra otro cosa sería sencillo y es muy probable que todo saliera bien, porque te tendría a mi lado y contigo nada podía salir mal. ¿Alguna vez has intentado secar el mar?¿Asfixiar al aire?¿Quemar fuego? Esto es lo mismo. Pelear contra lo que te da fuerzas. He intentado caminar sin ti, y se puede, pero no es lo mismo. Es más difícil, cansa más, tu ausencia pesa. Te echo de menos, lo siento.
http://www.youtube.com/watch?v=Yitb-IVRWhc

sábado, 19 de mayo de 2012

Fue mi única decisión egoísta, también la mejor.

Yo sí me largué, me largué a tiempo. Me fui, antes de que me echases por la puerta de atrás. Si algo gané, fue irme por la puerta grande, dando un enorme portazo. Un portazo de esos que dejan tras de si una verdad inamovible:"Me voy porque no me vas a echar". Ojalá pudiese decir que me fui ilesa, pero no fue así. Las heridas tardaron demasiado tiempo en cerrarse. Sé que, si hubiese sido por ti, no hubiesen sanado nunca. Tú habrías preferido que siguiese doliendo eternamente. Nunca fui lo que querías. Me acostumbré a echarte de menos. Me hice a la idea de que nunca más sería tu voz la que me susurrase al oído, no volvería a sonreír mirándote. No me reiría más contigo. Nunca más. Cuando dejé de hacerme daño a mi misma por todo ello, recordé que eras tú quien me lo hacía. Recordé lo que era una noche llorando, mendigar por un beso y toda una vida cediendo. Caí en la cuenta de que eras tú quien se daba media vuelta cuando yo estaba mal. Me acostumbré a que no estuvieses conmigo, porque en realidad nunca habías estado. No te debo nada. Me largué sin darte una sola explicación. Lo hice porque comprendí que, si seguía perdonando, tendría que hacerlo toda la vida. No era eso lo que quería para mí. Fue la única decisión puramente egoísta que he tomado en toda mi vida (también la mejor). No te odio. Espero, de todo corazón, que seas feliz. Pero no conmigo, porque nunca te lo has ganado.

Efectos bastante raros.

Odio el sentimiento de echarte de menos. Me hace sentir tan incompleta, tan rara. El simple echo de sentir que no estás aquí, que no vas a volver, que nada va a ser igual si vuelves, que todo ha cambiado y lo que aún queda por cambiar. Todo eso me enseñó a luchar, a saber ser fuerte, a valerme por mi sola, a saber seguir por el camino de la felicidad completamente sola, a comprender que no te hace falta una persona a tu lado para conocer la palabra alegría. A entender el dicho: Mejor sola que mal acompañada. Al fin y al cabo, dicen que el primer amor causa estragos en tu personalidad y cuerpo durante toda tu vida. Creo que el mío, ha empezado a hacer efectos bastante raros. Empecé a darme cuenta de que ya no necesitaba a nadie y a nada para sentirme realmente a gusto, a notar que con el tiempo todo el mundo se acaba pirando de tu lado, sin ni si quiera despedirse. Y todo esto te pasa después de haber sufrido tanto daño... ¿Para qué? ¿Para seguir echándote de menos?

Estoy hecha de mi.

Yo estoy hecha a base de Atlántidas sumergidas, de cometas que se llevó el viento, de trenes de camino al aeropuerto, de vuelos de vuelta a mi ciudad, de despedidas de las de llorar, de esas personas con las que te cruzas una vez y por mucho que te marquen, no las vuelves a ver, de finales que surgen, de finales forzados, de cuentos de princesas con el pelo tan largo que se puede trepar por él, de recuerdos de esas personas a las que tanto quise, de cicatrices que dejaron en mí esas personas a las que ahora no deseo no haberlas conocido jamás, de lo que han dejado mis errores. Pero también estoy hecha de cosas felices, de esas sonrisas que hacen que me mantenga en pie, de esos abrazos que me recuerdan que sigo viva, de esas miradas cómplices con brillo en los ojos, de esas canciones que nunca me han abandonado, de palabras que me tranquilizan, de esos dos besos con los que comienza una gran amistad, del roce de dos manos al cruzarse por el pasillo, de sentimientos que no se pueden controlar, de sonrisas justo antes de dormirme, de personas que me han hecho ser así.

El deseo inconfesable de una mentira tras otra.

Cuando él era el culpable de el sabor de todos los besos y creías que lo que te sobraba era tiempo, tiempo para asumir el dolor que conlleva el después. En el fondo, sabías cómo iba acabar, sabías qué iba a pasar. Aún así, escogiste mal. Él fue tu elección. Ahora comprendes que solo fue un cúmulo de decisiones mal tomadas. Una detrás de otra. Como la quemazón que sientes entre pecho y espalda la primera vez que bebes tequila. El dejavù de saber como termina la historia, seguido por el deseo inconfesable de oír una mentira tras otra. Tener sed y que no quede agua. Promesas sin cumplir. Miedo de querer. Un cielo anunciando lluvia. Esperar un mensaje que no llega. Jugar a hacerse daño. Querer tenerte cerca y que no estés. Dolor en vena. Irte a dormir y no tener con quién soñar. Despertar y no tener en quién pensar, darte cuenta de que nadie te espera en ningún lugar. Recordar, cuando la piel no aguantaba más.

Necesito necesitarte y que me necesites.

Hoy soñé contigo. Y duele. Soñé que te veía y un sentimiento irracional e impulsivo me hizo abrazarte con todas mis fuerzas y no deje ni que tan solo una milésima de segundo me alejara de estar junto a ti. Me dejé llevar por la sensación de tenerte entre mis brazos otra vez. Me dominaron mis instintos de quererte como antes. Necesito decirte que te quiero. No duele volver a tenerte.No duele abrazarte tras tanto tiempo. Lo que duele es levantarme dándome cuenta que todo fue un simple sueño. Que nada ocurrió en realidad. Pero la sensación fue tan real, que hasta mis brazos se ponen con la piel de gallina. Que mis ojos reflejen en el espejo la mirada más vidriosa que jamás hayan visto.
Despertarme e intentar rememorar cada instante en el que te abrazaba y después haber querido pegarte puñetazos por haber hecho todo esto. Por haber permitido que pasara tanto tiempo sin vernos. Dices que me echas de menos. Pero yo también echo de menos el volver a ser yo misma y a pesar de ello no te lo digo. Pero también tengo el sentimiento de odiarte por hacerme pasar todo esto.

¿Crees que no me importa?

Aunque duela tengo que hablar de ello, tu incrédula mirada no me dice nada pero necesito soltarlo de vez en cuando. Me duele pensar en que el pasado fue bonito, que todo parecía más que perfecto. Y que ahora vea imágenes que reflejaban lo que yo antes conocía como felicidad y que por tu culpa ese sentimiento ya no está. Me da pena mirarte a los ojos y ya no poder sentir esa complicidad que nos hacía más que esenciales el uno para el otro. Me duele saber que ya no podré mirarte a la cara sin sentir una gran decepción que no hace más que destruirme por momentos. Es como si cada recuerdo que imaginara en mi mente me estuviera pidiendo a gritos revivirlo una segunda vez, pero dicen que las segundas partes nunca fueron buenas y menos cuando ya esa persona no te aporta más que tristeza y nostalgia por que la cruda realidad no es más que una simple y triste mentira. ¿Que crees que no desearía decirte " te quiero " una vez más?, pero la impotencia y las lágrimas que no puedo controlar, me impiden decirte que a pesar de todo sigo aqui. Y cuando pienso que me encantaría volvértelo a decir pero que no puedo, que soy incapaz de decirlo... me muero de rabia. Y por eso tengo que luchar por mí, por ser fiel a mis principios, por no traicionar a mi corazón y por simplemente decirlo tal y como lo siento, pero cuesta...son muchas cosas vividas y no es fácil.
En estos momentos es cuando por la cabeza se me pasa esta frase: <<El mérito lo tienes tú, por que a pesar de lo sufrido en el pasado, has tirado para delante, a pesar de los tropezones te has levantado con la cabeza bien alta, has sabido afrontar tu destino y aún, hoy en día, tienes ganas de sonreír cada mañana y si no las encuentras, buscas un motivo por el que sonreír>> 

Tenía que decirlo.

lunes, 14 de mayo de 2012

Solo tiene que ser necesario.

A veces, todo es mucho más fácil de lo que parece. Solo es cuestión de que te obliguen. Cuando no te queda otra opción, lo arriesgas todo, y a veces ganas. Yo gané. Solo es cuestión de encontrar a alguien con unos ojos más grandes y una sonrisa más sincera. Alguien que te haga sentir como en una pelicula, y que cuando te abrace sientas que nada puede pasarte allí dentro. Cuando eso pase, cuando lo superas, cuando ya solo escuezan las palabras del pasado, podrás echar la vista atrás. Lo intentarás antes de tiempo, todas lo hacemos, y te dolerá y pensarás que nunca le vas a olvidar, pero sí. Podrás, como podemos todas, y te darás cuenta de que era lo mejor que te podía pasar. Que va a acabar solo, que nunca podrá coger cariño a nadie ni se merece que nadie se lo tenga, y hasta que no aprenda algo sobre la vida va a seguir igual de insoportable. Que, quién sabe, quizá lea esto y sepa todo lo que piensas, que era algo que te daba miedo antes. Y así, te podrás dar cuenta de que te da igual, de que lo único que sientes ya por él, es pena.

lunes, 7 de mayo de 2012

Venga, vamos a estar juntos.

Vamos a tirar la distancia por el el balcón, porque no nos importa. Ven conmigo al mar a gritarle al viento que has sido el mayor acierto de mi vida y a susurrarle que tus lágrimas saben más dulces que él. Mírame. Clávame tus pupilas y no las despegues de mí si no es para besarme, cuéntame todos tus sueños que yo los cumpliré uno por uno, hagamos locuras incomprensibles, deja que mis palabras se rindan a las tuyas una noche más. Porque estoy aquí, tan cerca que solo podrás verme si cierras los ojos, estoy aquí para sacar tus fuerzas cuando nadie pueda. Estoy aquí, hoy, y siempre.

viernes, 20 de abril de 2012

ENDV-512

"Cuando me sonrió, sentí...
No se me ocurre como describirlo, de verdad. Sería más fácil mentir. Podría copiar algunas frases de cualquier historia y contaros una mentira tan familiar que no dudaríais en tragárosla. Podría decir que se me doblaron las rodillas. Que me costaba respirar. Pero eso no sería verdad. Mi corazón no latió más deprisa, ni se paró, ni alteró su ritmo. Eso es lo que cuentan las historias. Tonterías. Hipérboles. Chorradas. Y aun así...
Salid a pasear un día de principios de invierno, después del primer frío de la temporada. Buscad una charca con una fina película de hielo en la superficie, todavía limpia, intacta y transparente como el cristal. Cerca de la orilla, el hielo aguantará vuestro peso. Deslizaos un poco por él. Más allá. Al final encontraréis el sitio donde la superficie soporta vuestro peso de milagro. Entonces sentireís lo que sentí yo. El hielo se rompe bajo vuestros pies. Mirad hacia abajo y veréis las blancas grietas recorriendo el hielo como alocadas, complicadas telarañas. No se oye nada, pero notáis la vibración a través de las plantas de los pies.
Eso fue lo que me pasó cuando me sonrió. No quiero decir que me sintiera como si me encontrase sobre una fina capa de hielo a punto de ceder bajo mi peso. No. Me sentí como el hielo mismo, resquebrajado de pronto, con grietas extendiéndose a partir del sitio donde ella me había tocado, en el pecho."

ENDV-158

"Espero que pasaran esas últimas horas a gusto. Espero que nos las malgastaran en tareas tontas como encender el fuego o trocear las verduras para la cena. Espero que cantaran juntos, como solían hacer. Espero que se retirar a nuestro carromato y que pasasen un rato el uno en los brazos del otro. Espero que después se tumbaran lado a lado y hablasen en voz baja de cosas sin importancia. Espero que estuvieran juntos, amándose el uno al otro, hasta que llegó el final."
Yo soy de ir siempre con la verdad por delante, y lo sabes. Y lo cierto es que sufrí muchisimo por ti, y me pregunte miles de veces si valía la pena esto, y si valías la pena tú, y la respuesta siempre era que si. Y pensandolo ahora, desde lejos, y desde la distancia que tú has querido poner, la respuesta sigue siendo si, valías la pena, y valió la pena por la cantidad de momentos buenos que pasamos, pero valías, en pasado, porque ya no. Y lo mucho que te he querido, no se olvida, pero no se sigue.


http://www.youtube.com/watch?v=zi1MYyMQWqU

Madre mía, puto falso...

No sé cuantas mierdas me contaste, ni cuantas mentiras me creí. No sé cada cuanto tiempo sonreía al hablar contigo, ni como de bien me sentía al terminar, ni cuanto te reíste de mi al ver que me tenías para todo. No sé que mierdas me contabas sobre la variedad y como se juzga a las personas. No sé que gilipolleces sobre los principios y la variedad. Ya sabes, esas mierdas de que me querías y de que te importaba.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Sigo esperando, y todo para nada.

Aquí estoy, parada delante del ordenador para repetirte por decimonovena vez que estoy harta. Que si no tienes nada mejor que hacer que joderme la vida, pues lo siento mucho, pero no es mi culpa. Y que no puedo enfadarme contigo, hagas lo que hagas, y lo sabes. Por eso actúas así, o eso quiero pensar, porque la otra opción es que te doy igual y eso me niego a aceptarlo. Es al verdad, pero nadie quiere saber la verdad. Solo quiero levantarme y ver algún privado tuyo diciéndome lo mucho que me has echado de menos estas ultimas semanas, que fuiste un estúpido, que estabas de mal humor y no supiste reaccionar. Que no pudiste decírtelo, que no fuiste capaz de tragarte tu orgullo y que darías lo que fuera porque aquello nunca hubiera pasado. Que ella no importa, que has pasado 26 mañanas levantándote y pensando porque hiciste tanto el gilipollas, porque me dejaste ir. Pero no va a pasar. Me conectaré y veré que tu estas conectado, y comentarios con ella, y estados que demuestran que eres feliz, casi más que conmigo. y eso me hace pensar si quizá yo era una carga para ti, y en realidad nunca deberíamos haber estado juntos. Tampoco importa, el pasado siempre se pisa, y tu estarías para siempre. Y con los "parasiempres" ya se sabe lo que pasa.

martes, 27 de marzo de 2012

¿Y si eres lo mejor que me ha pasado?

¿Y si si? ¿Y si no? ¿Y si no lo intentamos y nos quedamos sin saberlo? ¿Y si puedo hacerte sonreír todos los días y tú puedes quitarme el dolor de cabeza y la angustia permanente? ¿Y si besarte y comerte la oreja puede ser lo mejor de mi vida y susurrarme en el cuello lo mejor de la tuya? ¿Y si puedes confiar en mi y que llevemos el peso entre los dos? ¿Y si yo puedo comportarme tal y como soy? ¿Y si a tu lado se me pasa esa lista enorme de miedos que tengo y tu a mi lado olvidas tus inseguridades? ¿Y si conmigo no necesitas fingir y yo contigo no necesito callarme nada? ¿Y si nadie me llena como tú y tú no puedes dejar de imaginarte mi cara en cada chica que conoces? ¿Y si estamos tirando el tiempo? ¿Y si nos echamos de menos? ¿Y si podemos ser felices?

domingo, 4 de marzo de 2012

Somos parecidos.

Tu y yo no somos tan distintos. Lo hemos hablado en varias ocasiones, nos parecemos mucho. Tenemos bastantes virtudes, pero aun más defectos en común. Compartimos algo, algo especial, y los dos lo sabemos. Tenemos una filosofía de vida parecida, aunque discrepemos en algunos puntos donde tú te vuelves mucho mas materialista y práctico, y te olvidas que yo soy una soñadora nata. Nos gusta hablar, reír, y aunque no tengamos el mismo concepto de diversión sabemos que nada superaría una tarde juntos, pero nunca la tendremos por culpa del orgullo, otra de nuestras características principales. Pero entre tú y yo, hay una diferencia principal: Yo estoy siempre para ti, y tu solo estas para lo bueno.

No te quedes si no quieres quedarte.

Mira, si te quieres ir, vete. Lo aguante una vez y puedo aguantarlo otra, me costaría, no te lo niego, pero si sé que tú vas a seguir feliz puedo hacerlo. Haz lo que quieras, piensa en lo mejor para ti, como has hecho siempre, y si quieres formar tu presente con ella pues bien, no pasa nada. Pero de frente, que sabes que es lo que más valoro. Ven, mírame a los ojos y dime que nunca me quisiste, que solo me hablaste para pasar el rato, que te parezco estúpida, infantil, que te doy igual. Dímelo y lo pasaré mal, pero al menos será poco tiempo y no tendré que estar pensando que mierda hice mal para que todo cambiase tanto, para que ella me remplazase. No tendré que pensar porque te dejé de importar si es que en algún momento me viste más como a un mosquito zumbándote en la oreja. Se valiente anda, haz las cosas como tienes que hacerlas, estate con ella o con la que tú quieras, deja de hablarme y de sonreírme, pero no acabes así las cosas.

viernes, 2 de marzo de 2012

¿Lo ideal?

¿Lo ideal? Lo ideal es despertarme al lado de alguien que toque la guitarra. Que sepa lo que es un acorde, que tenga la voz grave, la nuez marcada y al que siempre le huela el aliento a menta. Alguien que me suba a caballito, que sepa hacer mortales, que vista bien pero no de marca. Alguien que escuche buena música, que baile bien, que adore a James Blunt, que sepa mínimo dos canciones de Nirvana y tres de BonJovi. Que se identifique con las baladas de The Scorpions. Que escriba bien, que sepa expresarse. Alguien que hable ingles, que cocine y que salga bien en las fotos. Lo ideal sería conseguir a ese alguien que sea capaz de hacerme sonreír solo con una palabra y que sepa por cuantos problemas he pasado ese día solo con mirarme. Que le guste el helado de limón y la mitología. Que sea moreno, alto, que le gusten las tostadas con nocilla pero no con nutela, que use colonia. Alguien que no esté siempre, pero que esté cuando tiene que estar.

miércoles, 29 de febrero de 2012

La calle, y yo sin él.

Se sienta, como siempre, en ese punto en que el último escalón se convierte en calle. No le importa que pueda ensuciarse el pantalón corto que se ha puesto aunque las nubes no acompañen; eso hace tiempo que le es indiferente. Justo a su lado está esa placa de metal, cuyo significado no comprendió la primera vez que pasó, de noche, por allí. Hoy se pregunta como no se había dado cuenta de inmediato. Llega un hombre en bicicleta y, bajándose, usa ese carril para subir las escaleras. Hay una serie de negocios en el estrecho pasaje: un quiosco donde le venden tabaco, una peluquería y aquel del fondo que ofrece café para llevar. Si alza la mirada, sus pensamientos se aceleran al igual que los coches que cruzan por encima. Y la gente camina rápido también en su pequeño refugio, pero esa prisa es diferente. Casi no llega a verlo desde donde está, pero al otro extremo del pasadizo se abre un parque, un pulmón entre la ciudad. El camino bordea las aguas de un pequeño afluente, las bicicletas hacen suya la gravilla. Y allí, a la altura del puente, la pastelería. A primera vista, parece otro edificio bajo, de una sola planta, de esos en que no cabe un solo graffiti más. Pero su interior es encantador, y el olor que desprende mejor aún. Al otro lado del puente, un negocio de flores. La lengua más bonita del mundo, se lee en el puesto de madera. Tal vez fuera su rincón preferido de la ciudad; podía sentarse ahí durante horas, nadie se fijaría en ella. No encontraría a nadie conocido, nadie que la obligara a sonreír cuando no quería. Pero también seguía enfermizamente lejos de él. Y así sería a partir de ahora. Debía acostumbrarse. Rebuscó en su bolso, buscando el tabaco. Se encendió un cigarro y su vista se perdió a lo lejos. En los mismos pensamientos de siempre. Cada vez que se llevaba uno a los labios, era como un directo a su recuerdo. Era como decir: "mira qué bien estoy, ya no te necesito. Lo he superado, ya ni me acordaba de lo mucho que odiabas que fumaran". Aunque en realidad fuese todo una mentira, aunque hubiera comenzado con ese vicio para dejar atrás esa persona que había sido a su lado. Para olvidarlo todo, para sentirse fuerte. Para engañarse casi tanto como él le había mentido a ella. Y por eso, ahí estaba, rodeada de extraños. Rompiendo uno por uno cada requisito que él un día había fijado para su chica perfecta.

domingo, 26 de febrero de 2012

No es que te quiera.

No es que te quiera, es algo distinto. Es no poder pasar tres días sin verte ni una semana sin hablar contigo. Es buscar tu sonrisa treinta horas al día y que nada me duela más que verte mal. Es querer tenerte a mi lado cada segundo de todos los minutos de todos los meses de mi vida. Es notar que me brilla la mirada al verte, que me sale la sonrisa de estúpida cuando pasas aunque sea a veinte metros, que me tiemblan las piernas si oigo tu voz cerca mio. no es estar enamorada de ti, es necesitarte.

Ey, ¿que te ha pasado?

-¿Qué ha pasado con tu sonrisa?¿Con tu manera de ver las cosas como si fueran un juego?¿Con tus ganas de reír, de salir, de bailar y cantar hasta caer rendida?¿Por qué no me miras con tus ojos echando chispas, con todo el pelo por la cara mientras movías la cabeza como una loca?¿Por qué ya no buscas vivir la vida al máximo?
+¿Qué dices? Yo sigo igual.
-No. Ahora veo a una chica que solo respira para vivir con la menos cantidad de emociones posibles. Que no quiere más que terminar rápido con todo. Que no la brillan ni los ojos ni el alma. ¿Dónde están tus fuerzas?
+No sé. Creo que me las deje en el último mensaje que nunca me respondió.

Estas tú.

Me siento mal y ahí estas tú. Con tu interés, tus ganas, tu capacidad de decir las palabras en el momento oportuno y tu incapacidad de pillar las indirectas. Con tu lentitud para responderme, que me desespera, y con esa forma de ser que me muero por conocer del todo. Tu comportamiento extraño, tu modo desconocido de hacerme sentir que te importo. Con las ilusiones que me has creado y las que me he creado yo sola. Con mi histeria sino me contestas y mi sonrisa al ver tus mensajes. Con nuestro intento de querernos.

Cuando te enamoras.

Cuando te pones nerviosa no controlas lo que dices ni lo que haces ni lo que piensas. Cuando te enamoras tampoco. Cerca suyo no te salen las palabras y te dedicas a ponerle en un altar con tus amigas. No eliges que te tiemble el pulso ni que tus mejillas enrojezcan cuando se acerca. Tampoco le eliges a él. Ni a sus ojos, ni a su sonrisa, ni a su forma de hablarte ni a cada una de sus jodidas virtudes. No eliges que se pase por tu cabeza cada segundo, ni que su recuerdo te mantenga miles de noches en vela, ni a la dependencia que te crea. No eliges quererle, y no puedes evitarlo.

Sin ti, no.

No me imagino sin ti. No me imagino despertarme un día y recordar que no estás tú, porque se me quitarían las ganas de todo. No cabe en mi cabeza el hecho de ir a clase y que no estés con tu mirada y tu forma estúpida de sonreírme hasta ponerme de los nervios y que tenga que pegarte un grito. No sé de donde sacaría valor para levantarme cuando ya no te tenga cerca, cuando no haya posibilidad de que me digas "hola gilipollas, te estaba echando de menos" cuando me veas ni que te despidas diciéndome "otro día más que me jodiste la tarde, y espero que me jodas muchas más". Es incomprensible para mi como la gente que no habla contigo cada día sobrevive a este mundo, sin tu ayuda y tu forma de ver las cosas como si todo fuera inexplicable y a la vez tremendamente sencillo. Yo no sería capaz. Por eso, no me imagino vivir en un mundo donde tú no estés. Ya sabes, no tienes permiso para morirte hasta que me muera yo.

sábado, 25 de febrero de 2012

Estoy aquí.

Sabes que estoy aquí, ahora y cada vez que me necesites. Puedes salir con otras, puedes dejarme tirada, puedes cagarla todas las veces que quieras. Puedes hablar mal de mi, puedes despreciarme, puedes hacer lo que quieras y lo sabes. Puedes quererla a ella, mandarme a mi de mensajera, puedes tenerme hasta las cuatro de la mañana hablando contigo por teléfono. Puedes hablarme sobre cualquier tema, puedes contarme lo que quieras, puedes hacer las mayores gilipolleces del mundo. Al fin y al cabo, siempre estaré lista para ayudarte, con el mensaje preparado para enviarle al instante tantas veces como te equivoques, que serán muchas. "Eres gilipollas, pero tranquilo, yo sigo donde me dejaste."

Y a buena persona, no me gana nadie.

-No sé, la estas ayudando demasiado a estar con él, y ella no te está poniendo el camino fácil.
+Ya, pero hay una diferencia entre ella y yo. Ella le quiere a su lado, quiere besarle y quiere disfrutar de él cada segundo, yo no. Yo no quiero estar con él, sino que él esté conmigo.
-Es lo mismo.
+No, no lo es. No quiero ser yo la que vaya a buscarle, quiero que sea él el que tome la decisión de si quiere o no malgastar su tiempo a mi lado, de si soy yo la persona con quien quiere compartir las millones de sonrisas que sería capaz de sacarle. Y si no es así, si la elige a ella...bueno, solo la pido que le haga feliz, que nunca le quite sus esperanzas, sus sueños ni sus ganas de vivir. Que no permita que se le borre la sonrisa de la cara y que nunca jamás le haga llorar si no es de alegría. Que le cuide como yo lo habría hecho.

Lo que quieres que te diga.

Que quieres que te lo cuente, me pides que te lo explique, que te lo argumente, que con una sola razón te basta y que si no, te deje en paz. No te lo diré, lo sé y lo sabes. O tal vez puede que sí, en cada silencio te lo escribo en una pancarta que pongo delante de tus ojos aunque tú no la quieras leer y cada vez que rozo tu cuerpo mis manos te gritan al oído lo que yo siempre he sido incapaz de susurrarte. Que lo quieres oír y yo no te lo puedo contar. Que me desordenas mi ya caótica cabeza, que interrumpes cada uno de mis pensamientos, que tu sonrisa se me cuela en cada latido que mi amargo corazón consigue dar, que tengo tus ojos clavados en mis párpados y cada vez que los cierro ellos aparecen, que puede que pienses que me gustan muchos, pero solo te quiero a ti, que te confieso que aun no he decidido cuándo estoy más nerviosa si cuando te veo venir o cuándo se acerca la hora de que te vayas y que sí, que lo sé. Que nunca te he dicho nada bonito, pero a cambio te regalo esos silencios y esas caricias que ni siquiera pensé que una idiota como yo sería capaz de sentir, te regalo esa cosa que tengo ahí, entre los pulmones, sé que ella sí que te dice con cada latido todo lo que le haces sentir, lo que quieres que yo te diga y espero que a él sí seas capaz escucharle.

Hablo de...

Hablo de miedo, de alegría, de sonrisas, de lágrimas; hablo de mensajes a las cinco de la mañana, de besos, hablo de noches sin dormir, de discusiones, de reconciliaciones, de pequeños detalles, de abrazos, de cenas, hablo de orgullo, al igual que hablo de debilidad, hablo de un principio, de tranquilidad, de nervios; hablo de coger seis autobuses un mismo día, hablo de miradas que lo dicen todo, hablo de echar de menos, hablo de dar las buenas noches por la mañana, de cariño, de sensaciones, hablo de sonreír al ver una foto o explotar con leer un comentario, hablo de decir lo mismo a la vez, de dormir abrazada toda la noche, o toda la tarde. Hablo de amor, y sí, porque no, también hablo de ti.

Una venda que no me dejaba ver.

Supongo que siempre tuve una venda en los ojos, una venda que no me dejaba ver que realmente no me necesitabas, que podias pasar perfectamente sin mi, que nunca me quisiste ni la mitad de lo que me decias...
Y ahora que he conseguido quitármela, ahora que todo esta mas que acabado, y quizás olvidado para ti, me doy cuenta de que de siete dias que tiene la semana, solo uno me hacias realmente feliz, y yo te amaba tanto que ese dia anulaba las lágrimas de los seis anteriores, me doy cuenta de que nunca demostraste todo lo que decias, de que, por mucho que me duela, nunca me quisiste de verdad, nunca deseaste mis besos mas que otros, realmente nunca quisiste pasar una vida a mi lado, me doy cuenta de que fui una auténtica imbecil por quererte tanto, por no ser capaz de decirte que no podia sin ti, que te necesitaba a mi lado, que necesitaba que me quisieras, que fui una auténtica imbecil por echarte tantísimo de menos, y, ¿sabes que es lo peor? que sigo siendo la misma imbécil de siempre, porque te aseguro que volvería a ponerme esa puta venda en los ojos si me pidieras uno de esos besos que tanto me gustaban, y es que yo, a diferencia de ti, nunca he dejado de quererte, y te aseguro que no dejaré de hacerlo...


Y que mas da si hoy, me siento guapa,












Y que mas da si hoy, no tengo ganas de verte.

jueves, 23 de febrero de 2012

Hay veces...

Hay veces en las que las cosas van bien, hay veces en las que al saltar de la cama no te retuerces el dedo meñique, hay veces en las que te es imposible borrar la sonrisa de la cara. Hay veces que todo te da vueltas y al instante se te para, que todo se mueve pero suave, que te da tiempo a seguir el ritmo. Hay veces que oyes trompetas y campanas en tu cabeza, y notas el balanceo como si te acabaras de bajar de un barco. Veces en las que tu corazón huele a chocolate caliente con churros y a helado de limón. Hay veces en las que la cosa más estúpida te puede alegrar el día, en las que te miras al espejo y te ves bien, en las que nada ni nadie te puedo amargar. Hay veces en la vida, en las que conoces a alguien que te pueda hacer sentir todo esto. Bien, yo ya he conocido a esa persona, y eres tú.

martes, 14 de febrero de 2012

PICAMAJI.

La vida..debería tener un botón; un botón de pausa que al apretarlo, haga que todo se congele, se pare, que haga que nos quedemos estancados en esos momentos que nos hacen felices, en esos momentos que para nosotros son únicos; los que realmente merecen la pena. Y si por mi fuera, daría stop y replay en cada uno de los segundos vividos con ellas, porque son lo mejor del mundo. porque tienen esa sonrisa y ese modo de hacerte ver las cosas, esas palabras apropiadas para el momento apropiado, esas ganas de vivir; de vivir contigo; de pasar la vida juntas. Y por eso, y por otras miles y miles de razones las quiero más que a nada. Porque esto no lleva todavía mucho tiempo, pero no hay prisa, porque va a durar muchísimo, muchísimo, muchísimo, pero nunca demasiado. Concretamente, va a durar para toda la vida.
http://www.youtube.com/watch?v=xNV2V_vUIRc

domingo, 12 de febrero de 2012

Voy a ser algo difícil de igualar.

Voy a saltar de la cama cuando a mi me da la gana, porque voy a tirar el despertador por la ventana hasta que se rompa en la terraza del vecino. Voy a tomarme un litro de leche con chocolate, o bizcochos, o magdalenas, o lo que me de la gana. Voy a ducharme con el disco a todo volumen, que la gente se entere de lo que es buena música, y me voy a tirar una hora y media en la ducha porque quiero y me da igual la gente que golpe la puerta, no pienso salir. Voy a salir a la calle con alpargatas y pantalones cortos cuando llueva en invierno, porque me de lo mismo coger una hipotermia. Y voy a entrar en clase con la cabeza bien alta y la mochila al hombro, llena de ganas de armar lio, y tres horas tarde, y me va a importar una mierda. Voy a decirles que me quede dormida y a  salir de allí cuanto antes. A comer rápido y ponerme mis tacones más altos y el vestido que mejor tipo me haga, ajustado y, a poder ser, rojo. Voy a salir, a bailar, a reír, a cantar y a dejarme la voz y los pies en la pista. A hablar con toda la gente que se me acerque, a hacer amigos, y a irme con una sonrisa de esas que te dejan marcado para toda la vida. No, realmente, no voy a hacer nada prohibido. Pero voy a hacer lo que quiero, lo que nadie se atreve por el que dirán, lo que nunca pensaste verme hacer. Voy a hacer lo que nunca se ha hecho.
 Voy a ser feliz.

viernes, 10 de febrero de 2012

¿Quieres que te cuente una historia?

-¿Quieres que te cuente una historia? Quizás te suene. Todo empieza con una chica. La chica se sienta en su pupitre y de repente le ve. Como nunca. Su prototipo de hombre ideal. Nunca se había fijado en el, y le conocía desde hacía años, aunque tampoco una relación muy estrecha. Le ve sonriendo y hablando con una de sus amigas, y los dos ríen, y en su cabeza ya ve la boda. Él la mira, y si no lo hace al menos ella se lo imagina. Pasa el tiempo, y cada vez se llevan mejor. Hablan, discuten y se ilusionan. Sin embargo, su preferida sigue siendo otra. La chica lo pasa mal, se enfada con su amiga por cualquier tontería. Al cabo de un tiempo las cosas cambian. El chico busca a más gente, y ella cada vez se va quedando más atrás. Aun así, no se rinde. Sigue luchando por lo que sueña que algún día le pertenezca.
+¿Y al final? ¿Al final que pasa?
-¿Al final? Al final la chica se suicida y al chico se la suda.

Harta de seguir intentando volar cuando se te han mojado las alas.

Estoy harta. Harta de que me digas que vas a estar ahí pase lo que pase, que nunca me vas a fallar y que te tengo para todo. Harta de que me digas que te importo. Harta de buscarte con la mirada y que tú me mires y me sonrías, y de que me hagas reír, y de que no me dejes tranquila. Harta de que me des falsas esperanzas, harta de creerte y de quererte. De que un día sin ti sea sinónimo de un día desaprovechado, de que solo tú seas capaz de alegrarme cuando todo se me cae. Harta de necesitarte, de que me trates así, de que me mientas, de que no me necesites. Harta de ser tu juguete y el de todos. Harta de seguir intentando volar cuando se te han mojado las alas. Harta, hartísima, de ti y de tu encantadora cara de gilipollas.

No puedo más.

Hoy no puedo más. La verdad, el mundo ha conseguido romperme. Se me han caído los mitos y los sueños, se me han acabado las razones para sacar esa sonrisa que quizá alguno eche de menos a partir de ahora. Hoy me he dado cuenta de que yo no lo decido, de que no puedo hacer nada contra este torrente de mierda que se me acerca. No voy a resistir, tampoco lo voy a intentar. Hoy empieza una nueva etapa. Una etapa sin reírme hasta caerme al suelo, sin bailar, sin cantar, sin saltar debajo de la lluvia. Un etapa sin mover la cabeza como una loca para apartar el pelo de la cara, ni sin pasarme noches en vela y al día siguiente estar como una rosa. Hoy, me he quedado sin fuerzas, y sin nadie que me las dé.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Se incompleta.

No siempre es bueno tener lo mejor. A veces sientes que estas completa, que nada puede irte mejor. Bien, cuando sientas eso, planteate suicidarte. Cuando todo es perfecto, es que algo esta fallando. Es que te falta esa cosa, esa chispa, esa razón para mejorar, ese "aunque sea lo último que haga". Si todo va bien, es que te falta alguien para recordarte que es mejor que tú. Dime, si nada puede mejorar, ¿que sentido tiene seguir viviendo? ¿Disfrutar de lo que tienes? Que más da. Si tienes un helado, da igual si lo tomas deprisa o despacio. Al final se acaba, como todo. Por eso, mañana, cuando te levantes, mírate al espejo y sácate todos los defectos que puedas. Date cuenta a lo largo del día de lo mal que tratas a la gente, o lo mal que vistes, o cualquier mierda, lo mal que masticas los chicles de menta. Hazte una lista si te hace falta, y apunta en ella que tienes memoria de pez. Mírala cada día que te levantes, apréndetela, sonríe y dí: Hoy va a ser un gran día, porque me voy a librar de alguno de estos. Cuando te les hayas quitado todos, repite la operación desde el principio. Siéntete incompleta cada momento de tu vida, para poder ir llenándola poco a poco.

jueves, 2 de febrero de 2012

No soy una fan psicópata.

Puede parecer una tontería, pero hoy quiero agradecer a alguien que jamás leerá esto, que ni siquiera me conoce. Quiero agradecerle que me ha haya enseñado sobre la vida, y no me refiero a drogas y alcohol como mucha gente dice. Quiero agradecerle que haya sido a la vez mi segundo padre y mi mejor amigo, que me ha sabido animar en cada momento y que aun sin querer ha sabido que decirme en cada momento. Agradecerle todo lo que ha hecho por mi, esa capacidad de decir las cosas que yo no puedo. De que cada una de sus canciones las escriba, aunque no quiera, para mi.  Que he crecido con el, desde que empezó, porque teniendo apenas 6 años ya le oía y, por mucho que haya cambiado, sigue siendo  uno de mis mayores apoyos. A toda la gente que se mete con el, bueno, es cuestión de gustos, pero yo creo que sus 6 discos de Platino, su Premio Ondas a la mejor canción, su Premio de la Música a la mejor Gira y su Premio 40 Principales a Mejor Solista demuestran que es al menos, respetable. Y por eso, por estar ahí, porque ya se sabe que la música nunca te abandona, y yo realmente no podría haber continuado sin la suya. Él, es más grande, Ramón Melendi Espino.
PD: No, no son una fan loca psicopata, solo me ha apetecido hacer esto para recordar a un buen cantante, a quien no le guste lo respeto.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Yo, encantada.

Soy yo. Y punto. Me gusta el teatro, la música con mensaje y las letras bonitas. El humor negro. El helado de chocolate con limón y la nocilla con mermelada de frambuesa. Despertarme a las siete y media y saber que alguien esta esperándome, sea quien sea. Me gusta cantar y me da igual que la gente no quiera oírme. No me callo las cosas, excepto para evitar problemas. No apoyo incondicionalmente a nadie, y en el momento menos esperado te puedo dar la espalda. No soy cariñosa, excepto cuando quiero. Me gusta estar sola cuando estoy triste, odio que me consuelen. Me gusta pasear por el campo, llevar flores en el pelo y andar en bici. y el gotelée. Me parece gracioso. Pego a la gente, pero lo hago más a mejor me caigan. No me gusta demostrar cuanto me importa la gente. Bailo todo el rato, no puedo evitarlo, y soy bastante insoportable. Nunca llegarás a conocerme del todo, porque cada día me invento una nueva manía. Miento, mucho, muchísimo, no puedo evitarlo. Siempre tengo que quedar por encima. No se dar consejos, tampoco me interesan demasiado las penas ajenas. Soy divertida, pero porque me sale solo. No hay nada mejor que un paseo descalza por la playa. Pues si, soy yo. Al menos hoy, mañana ya veremos.

martes, 31 de enero de 2012

Me muerdes la oreja y sonríes.

Te me acercas, sonriendo, con esa sonrisa que parece no quererte salir nunca del todo. Sales corriendo y te sigo, como te sigo siempre, para no perderte. Paras en seco y te giras, me miras a los ojos y me agarras las manos, y te me acercas a la oreja, y me susurras, y siento dentro de mi tu voz y tu aliento a mi lado, y no quiero que eso acabe nunca. Me muerdes la oreja y te siento, noto tu pelo contra mi mejilla y me dejo llevar, sé que sabes lo que haces. Me sonríes y me abrazas, me cruzas los brazos y apoyo la cabeza en tu pecho. Me sueltas y me caigo, te ríes y me coges otra vez, y te quedan a algunos milímetros. Y me dices eso que tu sabes, eso de: "Nena, hasta el fin del mundo."

lunes, 30 de enero de 2012

El corazón me palpita más rápido.

A veces es extraño, pero siento algo y cada vez más fuerte. Siento que daría mi vida por ti. Siento que cuando estoy a tu lado el corazón me palpita más y más rápido. Que cuando me hablas y me sonríes, automáticamente sonrío yo también, y sin quererlo. Esa sensación de tenerte, de saber que siempre estás conmigo aunque estemos a cientos de kilómetros, hace que te sienta incluso más cerca. Te siento como si fueses una parte de mi cuerpo. Siento como cuando cae el agua de las nubes, que se separan pero saben que siempre serán uno. Como cuando los capullos de las flores se cierran por la noche, saben que siempre se hará de día, que siempre se abrirán. Como cuando me miras, las comisuras de mis labios suben disparadas para arriba, y mis dientes piden una sonrisa. No seamos dos, sino uno. Pero, cariño, siento decirte que aunque vuelvas a las andadas nada será como antes, porque ahí están las penas que intentaste ahogar en alcohol, intactas, más fuertes que nunca, preparadas para romperte el corazón a la primera de cambio, preparadas para recordarte que estás viva.

·Hecho por encargo·

Que te quiero. Que te sigo queriendo como te he querido siempre y te voy a seguir queriendo. Sigo teniendo esas ganas de besarte cada vez que te veo y se me sigue acelerando el corazón cuando me sonríes, como el primer día. ¿Y tú? Dime, ¿sigues pasándote el día esperándome? No, ya no. Tienes cosas mejores que hacer. Sé que no soy la mejor, pero pensaba que lo nuestro era especial, y para mi lo es y lo va a ser siempre. Y quiero que para ti también. Vuelve, vuelve a buscarme a cada momento, vuelve a decirme lo que sientes, vuelve a escucharme, a abrazarme, a besarme, a pasar otros 6 años conmigo. Vuelve por favor, vuelve a sentir lo mismo, a demostrármelo, Vuelve a quererme, por favor.

domingo, 29 de enero de 2012

Sigo teniendo esta sonrisa y estas ganas de vivir.

Me has cambiado en muchas cosas. Has hecho que deje de cantar a voz en grito, y que deje de bailar cada vez que oigo música. Has hecho que solo quiera hablar contigo y que cualquier otra forma de llamarme que no sea la tuya suene estúpida. Has hecho que cualquier historia suena mal si no lleva tu nombre, y que todos los timbres de voz sean desagradables si no son como el tuyo. Has hecho que se me ralenticen las pulsaciones a las justas para poder seguir viviendo, y que no sienta nada que no tenga que ver contigo. Has hecho muchas cosas en muy poco tiempo. Pero hoy me he dado cuenta de una cosa. Si, es cierto, te necesito. Mi mono es tremendo y no podría vivir sin ti. Pero gracias a dios no es necesario. Sin embargo, puedo pasar un par de días sin ti. Al menos es un avance. Porque hay algo que hoy he recuperado. He vuelto a ponerme la música a todo volumen y he ido gritando por la calle. Sola y con cascos pequeños, que la gente piense que estoy loca y se aparten es genial. He saltado en mi cama y he compuesto diez mil coreografías, todas ellas alegres. He escrito mi nombre en veinte bancos, y el tuyo no estaba cerca. No te necesito todo el rato. No me malinterpretes, te sigo queriendo como nunca, y no quiero que te alejes. Pero hoy, sigo teniendo esa sonrisa y estas ganas de vivir, que sé que es como me prefieres.

sábado, 28 de enero de 2012

Doscientos kilómetros para cruzarte la cara.

Hoy, es más ahora mismo, recorrería doscientos kilómetros con tal de poderte cruzar la cara. De soltarte todo lo que me has hecho sufrir en un solo golpe. Agarrarte y zarandearte como un muñeco. Y sé que no es culpa tuya lo que pasa, pero duele igual. Hoy correría hacia ti y te golpearía el pecho con mis puños hasta caer rendida. Me agarrarías y yo solo intentaría morderte, porque hoy, ahora mismo, te odio. Te odio por hacerme sentir así y por hacerme pensar que hago mal al comportarme como me comporto. Pero no puedo evitarlo, me sale solo el sentirme defraudada. Te odio porque me dolía la cabeza y lo único que podía quitarme el dolor eras tú. Como un drogadicto, mi mono es real, mi organismo ya no sabe funcionar sin ti. Y lo peor de todo, es que me conozco. Tras recorrerme los doscientos, trescientos y dosmilquinientos kilómetros que me separasen de ti, cuando notase tus manos en las mías, juntando tu pecho con mi espalda, sin reaccionar a mis  intentos de seguir odiándote, cuando notara tu aliento en mi pelo y tu boca susurrandome al oido que me tranquilice, que ya estas ahí...cuando sintiera que te tengo, no podría aguantarme y te besaría. Y entonces sabrías que, como siempre, me vuelves a tener. Y todo volvería a empezar. Realmente, ahroa mismo prefiero intentar odiarte.

Me tienes para todo.

Sabes que me tienes, que estoy aquí para lo que necesites. No te lo he dicho, pero tampoco hace falta, me conoces, sabes que soy así. Me tienes aquí cada vez que tu hermana te ponga dolor de cabeza, cada vez que tus padres te castiguen sin salir, cada vez que no tengas nada mejor que hacer. Me tienes aquí para echarnos unas risas y que el tiempo pase más rápido. También me tienes cuando sientas que no puedes más, cuando el mundo se te caiga encima y te derrumbes. Me tienes aquí para sostenerte y, juntos, mandar los problemas a la mierda. Si quieres, también me tienes cuando no sepas, cuando nadie más quiera escuchar tus rayadas, cuando no expliques las cosas porque ni tu sabes que son. Me tienes para explicártelo o si no, para inventarnos un significado que solo entendamos nosotros. Me tendrás siempre que me necesites o me quieras tener, ya deberías haberte dado cuenta. ¿El por qué? No lo sé. Quizá porque soy así de buena, quizá porque te quiero, o quizá porque soy gilipollas.

viernes, 27 de enero de 2012

O me mientes, o te mientes.

-No puedo estar sin.
+Me encanta que pienses eso, pero no me engañes. Lo pasa bien los sábados y yo no estoy contigo.
-Pero porque se que te volveré a ver los lunes.
+Tampoco te engañes a ti mismo. No necesitas que te sonría cada día, ni que te ayude a levantarte. Eres fuerte, te conozco, puedes con todo. No necesitas que te cuente lo que pienso, ni me necesitas para hablar con alguien de lo que te preocupa. No vas a caerte por tener un par de secretos. No me necesitas, no me has necesitado nunca ni me necesitarás. Siempre tendrás a alguien que me sustituya.
-Vale, tienes razón. No necesito que me sonrías, pero sin eso me sería más difícil sonreír, y más difícil levantarme sin ti. Puedo con todo, pero me pesa si no es contigo. No necesito que me cuentes las cosas, pero me gusta. Hay más gente con la que hablar, pero ninguno tiene tu manera y tu forma de decir cada cosa en cada momento. Te equivocas, nadie te sustituirá, nadie ocupará tu lugar. las habrá mejores y peores, pero ninguna como tú. De acuerdo, no te necesito, pero te quiero.

You're not gonna miss me.

-Esto va a estar muy vacío sin ti.
+¿Te refieres a la clase? No tiene porque. vendrán más, les conocerás y te caerán bien la mayoría, ocuparán mis lugar. Dentro de unos meses no te acordarás de mi. Volverás a reirte con otra en los intercambios, y os enviaréis comentarios. Encontrarás gente que me remplace, gente mejor que yo.
-Me refería a mi vida.
+Da igual, se puede aplicar lo mismo.
Hemos cambiado. Tú tienes los ojos más oscuros y yo el pelo más largo. Tú has crecido, yo he empezado a llevar chaquetas. Tú te vuelves más niño, yo me voy enterando de que va el mundo. Tú sigues sonriendo, yo tengo el corazón mas pequeño. Tú has aprendido a tener a quien quieras, yo he aprendido a estar sola.

Somos.

Somos la primera hoja que cae en otoño y la primera flor que se abre en primavera. Somos París el día de St. Valentín. Somos comer chocolate un domingo, beber Ginebra un viernes y tomar un ibuprofeno un sábado por la mañana. Somos romper una ventana e irse. Somos correr descalzo, o cantar en la ducha. Somos bailar bajo la lluvia. Somos un beso bajo el muérdago y la primera nevada del año. Somos el champán de Nochevieja. Somos coger palomitas de otro en el cine y tirarlas. Somos cada helado en verano y cada grito cuando te tiran a la piscina. Somos sonreír al mundo cuando este jode. Somos dos, somos felices, y somos reales.

No te merece.

Ella no es perfecta. No te merece. Pero si consigue hacerte reír y pensarte las cosas dos veces, si te ayuda con todo y confías en ella, si es capaz de abrazarte y querrías que el mundo se acabara ahí, es suficiente. Si no puedes pasar un día sin ella, si es capaz de sacarte los colores solo con mirarte, si juntos podéis con todo... si es capaz de hacerte sentir una décima parte de lo que tú me haces sentir a mi, no la dejes escapar. La necesitas.

Hinterland.

Hinterland: Término alemán para designar el área de influencia de una ciudad. Tú no eres una ciudad, pero influyes igual. Ellas son tu hinterland. Al verte empiezan a cuchuchear y si, se comportan como gilipollas. Debe ser que las contagias. A mi...bueno, también me afectas.. Me sacas mi mejor sonrisa y al momento me entran ganas de matarte. Maduro para contrarrestarte. Soy feliz y no. La verdad, yo también soy tu hinterland. Tu hinterland inestable.

Taquicárdica.

Taquicárdica. así me pongo cerca tuyo. Me tiemblan las piernas y el corazón me va tan rápido que me duele respirar. Se me pone la piel de gallina y se me eriza el pelo de la coronilla. Parpadeo demasiado y me pica la nariz. No consigo unir dos palabras con sentido y me vibra la voz. Y, a decir verdad, todo esto no lo cambiaría por nada.

domingo, 22 de enero de 2012

Te espero.

Te estoy esperando, como siempre. Te espero porque olvidarte es imposible y hablarte no quiero, paso de que pienses que soy una pesada y que todo acabe mal. Te sigo esperando, como cada vez que decides dejarme la miel en los labios, recordarme que mandas tú y que solo me quieres cuando te soy útil. Aún así, me conoces lo suficiente como para saber que soy estúpida, y que me hagas lo que me hagas voy a seguir aquí, aunque no quiera. Aunque deseé con todas mis fuerzas irme y dejarte solo, para que aprendas lo que perdiste, no puedo. Porque cada vez que decidas regalarme un solo segundo de tu tiempo, me vas a hacer la persona más feliz del mundo. Cada vez que me sonrías, o que me digas que me necesitas, vas a hacer que me tiemblen las piernas aunque sepa que es mentira. Cada vez que me pidas algo, cada vez que sienta pese a todo que hay una mínima posibilidad de que esto vuelva a funcionar, voy a regresar. Y mientras tanto, mientras tú sales, te diviertes y conoces chicas, yo voy a seguir esperando a que tengas ganas de mirarme y decirme: Hola, realmente no me importas, pero hoy quiero hablar contigo. Y me conformaré, aunque no quiera, y seguiré esperando a la próxima vez.

jueves, 19 de enero de 2012

¿Por qué me enamoré de ti?

Todavía me pregunto que demonios me llevó a enamorarme de ti. Bueno, sabes que lo que opino de enamorarme, así que dirñe a quererte como a nadie. No fue la falta de opciones, si no estuve con otros fue porque nunca fui una chica de pareja. No fue que fueras el niño más simpático del mundo, apenas me hablabas. No me entendías, me obligaste a tragarme el orgullo diez veces antes de demostrar un mínimo de aprecio, las tengo contadas. También fue en la conversación número diez cuando empezaste a dejarme ver que significaba algo para ti. Quizá fue porque me sonreíste sin conocerme de nada y me hiciste reír casi cada vez que hablé contigo. Quizá porque te hiciste una parte de mi, quizá me cambiaste simplemente porque quería encajar contigo, o quizá siempre he sido así, la verdad no me acuerdo. Quizá fue tu manera de decir las cosas, de mirarme, de creer que me importabas. Quizá fue como me trataste, como entraste en mi vida sin que me diera cuenta y ahora no quiero que te vayas. No sé porque, solo sé que lo hice, y que realmente, me jodiste la vida.

Un año que ni es ni será nuestro.

Enero de un año que ya no es nuestro ni lo será nunca. El tiempo vuela, pero yo sigo sin poder levantar mis pies del suelo. Tú sonríes todavía, pero mis labios ya no saben seguirte a dónde sea. Porque tú tampoco quieres tenerme a tu lado. Crees que por aquí todo está bien, piensas que yo me he enamorado de alguien que no huele como tú y he pasado página o, más bien, quemado el maldito libro. Crees que a mí ya no me hace daño que me digas que me echas de menos, piensas que ya no me rompo si me hablas de lo perfecta que es ella. Creo que jamás te he importado, pienso que solo me buscabas cuando necesitabas que te salvaran la vida una vez más. Creo que nunca me quisiste, pienso que no hiciste más que reírte de mí. ¿Sabes lo peor? Que, tal vez, los dos nos equivocamos. Que, tal vez, yo me hice tan imprescindible para ti que buscaste la manera de quitarle hierro al asunto. Que, tal vez, quieres pensar que yo ya soy feliz para no tener que reflexionar sobre si tú también lo eres con lo que has escogido. Con la que has escogido. Que, con toda seguridad, a mí me duele en el alma cada vez que oigo su nombre de tu boca y parece que es lo mejor que has saboreado nunca. Que, con toda seguridad y pese a todo, yo no voy a dejar de quererte. Nunca. Podría aprender a odiarte, sí. Pero no me perdonaría nunca tener que hacer eso con la persona que me regaló los mejores meses de mi vida.

Te quiero hoy.

¿Qué si soy capaz de quedarme para siempre? No. Sé que te esperabas otra respuesta, que pensabas que te diría que si y que te iba a esperar hasta el fin de mis días. No flipes, yo no soy así. Yo te quiero hoy, y te quiero ahora. Te quiero más cuando me enfado que cuando me tratas bien. Cuando me pones las cosas difíciles. Cuando me demuestras que me es imposible olvidarte, y eso me jode. Te quiero con locura, como todo lo que hago, y al máximo. Te quiero con tu sonrisa torcida, tus conversaciones narcisistas, tu falta de vocabulario, tu manera de hacerme sentir que te doy igual. Y aun así, te quiero de la forma más bestial que puedas imaginarte. Como cuando un tornado se encuentra con un volcán, ¿sabes esa sensación? Juntos podemos romper el mundo. Pero no te equivoques, no eres el único. Querré a otros doscientos de aquí a un año, pero a ninguno como a ti. A algunos más y a otros menos. Pero ninguno sabrá que frase es la que me saca esa sonrisa siempre, pase lo que pase, ni tendrá esa capacidad de decir las cosas cuando no debe. Te quiero como sé, como puedo, dándotelo todo de mi, dejándome la piel en hacerte feliz. Te quiero hoy igual que te querré mañana y todos los días hasta que me olvide de ti, fecha indefinida.

lunes, 16 de enero de 2012

Todo lo demás, es fingir.

No es eso de lo que te hablo. Te hablo de despertarte y buscar en el móvil locamente un mensaje suyo, que no llega. Yo a lo que me refiero es a ver parejas por la calle abrazándose y pensar "Yo podría estar así ahora mismo". No ver esa chispa de ganas de tirarte contra la encimera en sus ojos, no ver esa sonrisa cómplice antes de llevar a cabo una locura. Hablo de tener un mal día y que nadie pueda recargarte las pilas con una mirada tranquila. Escuchar esa canción y cambiarla, que se te empañen los ojos en cuestión de segundos con los recuerdos que cada día intentas apartar. Hablo de mirarle cuando está distraído, de escribir su nombre en las mesas sin darte cuenta, de pensar en él cada vez que respiras. Eso es realmente a lo que me refiero con echar de menos joder, que todo lo demás, es fingir que lo querías.

La cagamos.

La cagamos. Es verdad. La cagamos desde el primer momento. La cagamos cuando te miré y me sonreíste, y la cagamos porque ene se momento yo me puso roja, como siempre. La cagamos cuando me giré para contárselo a todas. La cagamos cuando empezamos a hablar, cuando empezamos a reír, cuando empezamos a confiar. Ahí la cagamos totalmente. La cagamos con el primer guiño, el primer "hola" que no fui yo quien te dije. La cagamos con el primer roce, con el primer gesto de un mínimo aprecio, con la primera sonrisa que se llevó el viento pero que nos dio tiempo a compartir. La cagamos cuando empezamos a cogernos cariño, cuando un día sin hablar era lo peor del mundo, cuando juntos podíamos desactivar una bomba nuclear. Juntos podíamos con todo, y ahí la cagamos de nuevo. La cagamos muchas veces, y la cagamos los dos. La cagamos al darnos importancia, y la cagamos al hacer de perro y gato. La cagamos al cambiar tanto de roles, al empezar ese juego que solo nosotros entendíamos. La cagamos muchas veces, y eso solo tiene un resultado, la mayor cagada de todas: Enamorarnos. Y entonces, ya si que la habremos cagado del todo.

domingo, 15 de enero de 2012

Podríamos...

Podríamos ser una moneda de dos caras que siempre diga que nada va a salirnos mal. Podríamos ser el verano en pleno invierno. Podríamos ser un juego de uno jugado por dos. Podríamos ser miradas que se clavan, o palabras que se escriben solas en tu espalda. Podríamos ser norte y sur, este y oeste. Podríamos ser caricias que recorren un camino sin final, o una canción por terminar. Podríamos ser fuego sin quemarnos. Podríamos ser el vértigo en lo alto de la Torre Eiffel, o tu risa rodéandome para que desaparezca el miedo. Podríamos serlo todo (si tú quisieras)

sábado, 14 de enero de 2012

Nunca sentirás por mi todas esas cosas.

En realidad...es triste. Piénsalo. Nunca vas a llegar a oír todo lo que tengo que decirte, y creeme que no es poco. Nunca vas a llegar a verte con los ojos que yo te veo, puede que por suerte, ya que creéme que si lo hicieras conocerías aun el complejo. Nunca vas a poder ver la sonrisa al otro lado de la pantalla, y las inacabables dudas para ver que responder, nunca vas a poder ver mis manos temblar al coger el teléfono, nunca sentirás por mi todas estas cosas. Nunca tartamudearás para decirme "buenos días", ni echarás la mirada al suelo, nunca te sonrojarás cuando te mire fijamente ni te saldrá esa risa tonta por cualquier estupidez que diga, y nunca sentirás que el corazón se te sale del pecho al tocarme, como a mi me pasa. Nunca llegarás a quererme ni la mitad de lo que te yo te quiero. Y por lo tanto, nunca te darás cuenta de todo lo que has ignorado.

viernes, 13 de enero de 2012

Para mi no fue un juego.

No era una mentira, para mi nunca lo fue. Siempre fuiste lo importante, y siempre que te hablaba era porque realmente quería hablar contigo. Cuando decía que eras lo mejor de mi vida, cuando decía que te quería decir siempre a mi lado, cuando me sacabas todas esas miles de sonrisas estúpidas, para mi no era un juego. Cuando me pasaba hasta las cuatro de la mañana llorando por no tener tus manos jugando con mi pelo mientras me duermo, o cuando se me perdía la mirada al hablar de cualquier tema que no fueras tú, no lo hacía por aparentar. Cada vez que he pegado un brinco cuando alguien me decía que estabas cerca, o los destellos que me salían en los ojos cuando te veía, o como me cambiaba la voz cuando hablo de ti, no están preparados ni son parte de ninguna obra de teatro. Cuando sonreía al oír tu nombre, cuando pasaba casi una hora mirando tu perfil, cuando comprobaba cada tres minutos si estabas conectado, cuando te decía que eras solamente tú, no era una broma.

martes, 10 de enero de 2012

Están hechos de eternidad.

Y así termina la historia, con tus sonrisas y el tiempo que dura una ausencia. Todavía oigo tus dedos sobre el piano de mi infancia. Te busqué por todas partes, incluso las más lejanas. Te encontré, y esté donde esté, siempre me duermo con tu mirada. Tu carne era mi carne. Con nuestras mitades habíamos inventado promesas; juntos, éramos nuestros mañanas. Desde ahora, sé que los sueños más locos se escriben con la tinta del corazón. He vivido allí donde los recuerdos se construyen entre dos, al abrigo de las miradas, en el secreto de una sola confidencia donde tú aun reinas. Tú me diste lo que yo no sospechaba: un tiempo donde cada segundo de ti contará en mi vida mucho más que cualquier otro segundo. Yo pertenecía a todos los pueblos pero tú inventaste un mundo. ¿Te acordarás algún día? Te he querido como nunca imaginé que fuese posible. No siento ira ni arrepentimiento. Los momentos que me has dado llevan nombre: maravilla. Todavía lo llevan, y están hechos de tu eternidad. Incluso sin ti, nunca más volveré a estar sola, ya que tú existes en algún lugar.

Te van a mentir.

A lo largo de tu existencia, te van a decir un par de mentiras disfrazadas en verdades. Te van a ocultar cada amanecer. Y te dirán que sólo existen en vacaciones. Te harán bajar la cabeza y aguantar como un camello la pesada carga para ti. Te engañarán con cada canción, y te mentirán al venderte un perfume barato. Encontrarás más de una mancha carmín en mil y una camisas de seda. Y te faltará la azúcar en los momentos más difíciles. Te mentirán diciendoté que sólo lloran los perdedores, y que quien más te quiere te hará llorar. Te mentirán tantas veces. Tendrás tan fríos recuerdos como las primeras heladas de Diciembre. Meterás en saco roto cada falso “ Te quiero” que recojas por el camino. Te harán aprender a fuego que no siempre uno más uno son dos. Te demostrarán que con palabras te pueden postrar hasta besar el mismo suelo. Te dañaran el corazón hasta que no encuentres belleza en la sonrisa de un niño. Desgarran cada uno de tus sentimientos hasta que entiendas que la dulzura no es plato de buen gusto para todos. Llorarás, y mucho. Entonces, cuando no puedas más, cuando la esperanza se haya esfumado, cuando no quedé brillo en tus ojos, es el momento de coger carrerilla sobre tus pasos, beberte cada recodo de tu vida mientras sales al balcón, y gritas “ ¡estas jodido, mundo!”

domingo, 8 de enero de 2012

Hemos.

Hemos pasado mucho, más que nadie. Y hemos sonreído mucho, más que nunca. Y nos hemos querido mucho, más que todas las veces anteriores. Y hemos acabado, no peor que las veces anteriores, tampoco mejor, simplemente igual de definitivo. No te equivoques, tengo intención de seguirte queriendo para siempre, pero a veces las intenciones no son suficiente. Me despido porque no quiero que nada quede a medias, quiero que lo sepas todo, lo que quieras saber y lo que no. Que he soñado contigo ocho de las siete noches de cada semana. Que te he buscado sesenta y un segundos por minuto. Que solo he sonreído cuando te he visto sonreír a ti. Que cuando tu lo has pasado mal yo lo he estado pasando peor. Que apenas podía pensar contigo cerca. Que todo me daba igual cuando hablábamos durante horas. Que te he querido veinticinco de las veinticuatro horas de un día. Y que ahora hemos acabado con todo esto, y con lo que pudiera haber en un futuro. Bueno, mejor no uso plurales, porque lo has acabado tú solito. Cuando quieras, ya sabes que yo voy a seguir aquí, como siempre, como todas las veces anteriores. Pero me trague demasiadas veces mi orgullo, y ya estoy llena.

lunes, 2 de enero de 2012

Que te quiero poco y esas cosas que siempre digo.

No me gustan las cursiladas, y lo sabe todo el mundo. No me gustan los mensajitos, las cartas, las rosas ni los "te amo", no hacen falta.  No me hace falta que nos salgan corazoncitos rosas cada vez que nos miramos, prefiero que nos salgan estas chispas que tenemos ahora. Pero te quiero. Y si te quiero, pues te quiero, y punto. Lo sabes tú y probablemente todo el mundo que haya visto la cara de gilipollas que se me queda cuando te miro. Y que quiero pasar toda mi vida contigo, para que sigas haciéndome reír con cada gilipollez, y sacándome los colores sin necesidad de decirme nada. Créeme, no te lo voy a decir nunca, te voy a seguir insultando y voy a seguir diciendo que te odio. Porque soy así. Pero tú sabes, y yo sé, que te quiero poco y esas cosas que siempre digo, "adiós" por no decirte "te quiero".